Documento 162   Paper 162
En la fiesta de los tabernáculos   At the Feast of Tabernacles
162:0.1 (1788.1) CUANDO Jesús partió hacia Jerusalén con los diez apóstoles, decidió pasar a través de Samaria porque era el camino más corto. En consecuencia, se dirigieron por la costa oriental del lago, y entraron en la frontera de Samaria a través de Escitópolis. Al anochecer, Jesús envió a Felipe y Mateo a un pueblo situado en las pendientes orientales del Monte Gilboa, para asegurar el alojamiento del grupo. Pero sucedió que aquellos aldeanos tenían grandes prejuicios contra los judíos, más grandes aún que la mayoría de los samaritanos, y estos sentimientos se encontraban exaltados en aquel preciso momento ya que muchos judíos se dirigían a la fiesta de los tabernáculos. Esta gente sabía muy pocas cosas sobre Jesús, y se negaron a alojarlo porque él y sus asociados eran judíos. Cuando Mateo y Felipe manifestaron su indignación e informaron a estos samaritanos de que estaban rechazando hospedar al Santo de Israel, los enfurecidos aldeanos los echaron a palos y pedradas de su pequeña ciudad.   162:0.1 (1788.1) WHEN Jesus started up to Jerusalem with the ten apostles, he planned to go through Samaria, that being the shorter route. Accordingly, they passed down the eastern shore of the lake and, by way of Scythopolis, entered the borders of Samaria. Near nightfall Jesus sent Philip and Matthew over to a village on the eastern slopes of Mount Gilboa to secure lodging for the company. It so happened that these villagers were greatly prejudiced against the Jews, even more so than the average Samaritans, and these feelings were heightened at this particular time as so many were on their way to the feast of tabernacles. These people knew very little about Jesus, and they refused him lodging because he and his associates were Jews. When Matthew and Philip manifested indignation and informed these Samaritans that they were declining to entertain the Holy One of Israel, the infuriated villagers chased them out of the little town with sticks and stones.
162:0.2 (1788.2) Felipe y Mateo regresaron con sus compañeros y les contaron cómo habían sido echados del pueblo; entonces, Santiago y Juan se acercaron a Jesús y le dijeron: «Maestro, te rogamos que nos des permiso para pedir que caiga fuego del cielo y destruya a esos samaritanos insolentes e impenitentes.» Cuando Jesús escuchó estas palabras de venganza, se volvió hacia los hijos de Zebedeo y les reprendió con severidad: «No sabéis el tipo de actitud que estáis manifestando. La venganza no tiene cabida en el reino de los cielos. En lugar de discutir, vamos hacia el pueblecito que se encuentra cerca del vado del Jordán.» Y así, a causa de sus prejuicios sectarios, estos samaritanos se privaron del honor de ofrecer su hospitalidad al Hijo Creador de un universo.   162:0.2 (1788.2) After Philip and Matthew had returned to their fellows and reported how they had been driven out of the village, James and John stepped up to Jesus and said: “Master, we pray you to give us permission to bid fire come down from heaven to devour these insolent and impenitent Samaritans.” But when Jesus heard these words of vengeance, he turned upon the sons of Zebedee and severely rebuked them: “You know not what manner of attitude you manifest. Vengeance savors not of the outlook of the kingdom of heaven. Rather than dispute, let us journey over to the little village by the Jordan ford.” Thus because of sectarian prejudice these Samaritans denied themselves the honor of showing hospitality to the Creator Son of a universe.
162:0.3 (1788.3) Jesús y los diez se detuvieron para pasar la noche en el pueblo cercano al vado del Jordán. A primeras horas del día siguiente, atravesaron el río y continuaron su camino hacia Jerusalén por la carretera al este del Jordán, llegando a Betania al final de la tarde del miércoles. Tomás y Natanael, que se habían retrasado a causa de sus conversaciones con Rodán, llegaron el viernes.   162:0.3 (1788.3) Jesus and the ten stopped for the night at the village near the Jordan ford. Early the next day they crossed the river and continued on to Jerusalem by way of the east Jordan highway, arriving at Bethany late Wednesday evening. Thomas and Nathaniel arrived on Friday, having been delayed by their conferences with Rodan.
162:0.4 (1788.4) Jesús y los doce permanecieron en las cercanías de Jerusalén hasta el final del mes siguiente (octubre), aproximadamente cuatro semanas y media. El mismo Jesús sólo entró en la ciudad unas pocas veces, y estas breves visitas tuvieron lugar durante los días de la fiesta de los tabernáculos. Una gran parte del mes de octubre la pasó en Belén con Abner y sus asociados.   162:0.4 (1788.4) Jesus and the twelve remained in the vicinity of Jerusalem until the end of the following month (October), about four and one-half weeks. Jesus himself went into the city only a few times, and these brief visits were made during the days of the feast of tabernacles. He spent a considerable portion of October with Abner and his associates at Bethlehem.
1. Los peligros de la visita a Jerusalén ^top   1. The Dangers of the Visit to Jerusalem ^top
162:1.1 (1788.5) Mucho antes de que huyeran de Galilea, los seguidores de Jesús le habían suplicado que fuera a Jerusalén para proclamar el evangelio del reino, a fin de que su mensaje tuviera el prestigio de haber sido predicado en el centro de la cultura y de la erudición judías; pero ahora que había venido de hecho a Jerusalén para enseñar, temían por su vida. Sabiendo que el sanedrín había intentado llevar a Jesús a Jerusalén para juzgarlo, y al recordar las recientes declaraciones reiteradas del Maestro de que debía someterse a la muerte, los apóstoles se habían quedado literalmente pasmados ante su repentina decisión de asistir a la fiesta de los tabernáculos. A todas sus súplicas anteriores para que fuera a Jerusalén, Jesús había contestado: «Aún no ha llegado la hora.» Ahora, ante sus protestas de temor, se limitaba a responder: «Pero ya ha llegado la hora.»   162:1.1 (1788.5) Long before they fled from Galilee, the followers of Jesus had implored him to go to Jerusalem to proclaim the gospel of the kingdom in order that his message might have the prestige of having been preached at the center of Jewish culture and learning; but now that he had actually come to Jerusalem to teach, they were afraid for his life. Knowing that the Sanhedrin had sought to bring Jesus to Jerusalem for trial and recalling the Master’s recently reiterated declarations that he must be subject to death, the apostles had been literally stunned by his sudden decision to attend the feast of tabernacles. To all their previous entreaties that he go to Jerusalem he had replied, “The hour has not yet come.” Now, to their protests of fear he answered only, “But the hour has come.”
162:1.2 (1789.1) Durante la fiesta de los tabernáculos, Jesús entró audazmente en Jerusalén en varias ocasiones y enseñó públicamente en el templo. Hizo esto a pesar de los esfuerzos de sus apóstoles por disuadirlo. Aunque le habían insistido durante mucho tiempo para que proclamara su mensaje en Jerusalén, ahora temían verlo entrar en la ciudad en estos momentos, porque sabían muy bien que los escribas y los fariseos estaban decididos a llevarlo a la muerte.   162:1.2 (1789.1) During the feast of tabernacles Jesus went boldly into Jerusalem on several occasions and publicly taught in the temple. This he did in spite of the efforts of his apostles to dissuade him. Though they had long urged him to proclaim his message in Jerusalem, they now feared to see him enter the city at this time, knowing full well that the scribes and Pharisees were bent on bringing about his death.
162:1.3 (1789.2) La audaz aparición de Jesús en Jerusalén confundió más que nunca a sus seguidores. Muchos discípulos suyos, e incluso el apóstol Judas Iscariote, se habían atrevido a pensar que Jesús había huido precipitadamente a Fenicia porque tenía miedo de los dirigentes judíos y de Herodes Antipas. No comprendían el significado de los desplazamientos del Maestro. Su presencia en Jerusalén en la fiesta de los tabernáculos, incluso en contra de los consejos de sus seguidores, bastó para poner fin definitivamente a todos los rumores sobre su miedo y su cobardía.   162:1.3 (1789.2) Jesus’ bold appearance in Jerusalem more than ever confused his followers. Many of his disciples, and even Judas Iscariot, the apostle, had dared to think that Jesus had fled in haste into Phoenicia because he feared the Jewish leaders and Herod Antipas. They failed to comprehend the significance of the Master’s movements. His presence in Jerusalem at the feast of tabernacles, even in opposition to the advice of his followers, sufficed forever to put an end to all whisperings about fear and cowardice.
162:1.4 (1789.3) Durante la fiesta de los tabernáculos, miles de creyentes de todas las partes del imperio romano vieron a Jesús, le oyeron enseñar, y muchos de ellos fueron incluso hasta Betania para conversar con él sobre el progreso del reino en sus regiones nativas.   162:1.4 (1789.3) During the feast of tabernacles, thousands of believers from all parts of the Roman Empire saw Jesus, heard him teach, and many even journeyed out to Bethany to confer with him regarding the progress of the kingdom in their home districts.
162:1.5 (1789.4) Había muchas razones para que Jesús pudiera predicar públicamente en los patios del templo durante los días de la fiesta; la razón principal era el miedo que se había adueñado de los oficiales del sanedrín a consecuencia de la secreta división de sentimientos que se había producido en sus propias filas. Era un hecho de que muchos miembros del sanedrín creían secretamente en Jesús o bien estaban decididamente en contra de que se le arrestara durante la fiesta, cuando tantísimos visitantes estaban presentes en Jerusalén, muchos de los cuales creían en él o al menos simpatizaban con el movimiento espiritual que patrocinaba.   162:1.5 (1789.4) There were many reasons why Jesus was able publicly to preach in the temple courts throughout the days of the feast, and chief of these was the fear that had come over the officers of the Sanhedrin as a result of the secret division of sentiment in their own ranks. It was a fact that many of the members of the Sanhedrin either secretly believed in Jesus or else were decidedly averse to arresting him during the feast, when such large numbers of people were present in Jerusalem, many of whom either believed in him or were at least friendly to the spiritual movement which he sponsored.
162:1.6 (1789.5) Los esfuerzos de Abner y de sus compañeros a través de Judea también habían contribuido mucho a consolidar un sentimiento favorable hacia el reino, de tal manera que los enemigos de Jesús no se atrevían a manifestar demasiado abiertamente su oposición. Ésta fue una de las razones por las que Jesús pudo visitar públicamente Jerusalén y salir de allí con vida. Uno o dos meses antes, le hubieran dado muerte con toda seguridad.   162:1.6 (1789.5) The efforts of Abner and his associates throughout Judea had also done much to consolidate sentiment favorable to the kingdom, so much so that the enemies of Jesus dared not be too outspoken in their opposition. This was one of the reasons why Jesus could publicly visit Jerusalem and live to go away. One or two months before this he would certainly have been put to death.
162:1.7 (1789.6) El atrevimiento audaz de Jesús de aparecer públicamente en Jerusalén intimidó a sus enemigos; no estaban preparados para un desafío tan atrevido. Durante este mes, el sanedrín hizo débiles tentativas por arrestar al Maestro en varias ocasiones, pero estos esfuerzos no condujeron a nada. Sus enemigos estaban tan sorprendidos por la inesperada aparición pública de Jesús en Jerusalén, que supusieron que las autoridades romanas le habían prometido su protección. Como sabían que Felipe (el hermano de Herodes Antipas) era casi un discípulo de Jesús, los miembros del sanedrín consideraron que Felipe había obtenido unas promesas para proteger a Jesús de sus enemigos. Antes de que se dieran cuenta de que se habían equivocado al creer que su aparición repentina y audaz en Jerusalén se debía a un acuerdo secreto con los funcionarios romanos, Jesús ya había salido del territorio de su jurisdicción.   162:1.7 (1789.6) But the audacious boldness of Jesus in publicly appearing in Jerusalem overawed his enemies; they were not prepared for such a daring challenge. Several times during this month the Sanhedrin made feeble attempts to place the Master under arrest, but nothing came of these efforts. His enemies were so taken aback by Jesus’ unexpected public appearance in Jerusalem that they conjectured he must have been promised protection by the Roman authorities. Knowing that Philip (Herod Antipas’s brother) was almost a follower of Jesus, the members of the Sanhedrin speculated that Philip had secured for Jesus promises of protection against his enemies. Jesus had departed from their jurisdiction before they awakened to the realization that they had been mistaken in the belief that his sudden and bold appearance in Jerusalem had been due to a secret understanding with the Roman officials.
162:1.8 (1789.7) Sólo los doce apóstoles sabían que Jesús se proponía asistir a la fiesta de los tabernáculos cuando partieron de Magadán. Los otros seguidores del Maestro se quedaron muy asombrados cuando apareció en los patios del templo y empezó a enseñar públicamente, y las autoridades judías se llevaron una sorpresa indescriptible cuando les informaron que estaba enseñando en el templo.   162:1.8 (1789.7) Only the twelve apostles had known that Jesus intended to attend the feast of tabernacles when they had departed from Magadan. The other followers of the Master were greatly astonished when he appeared in the temple courts and began publicly to teach, and the Jewish authorities were surprised beyond expression when it was reported that he was teaching in the temple.
162:1.9 (1790.1) Aunque los discípulos de Jesús no esperaban que asistiera a la fiesta, la gran mayoría de los peregrinos que venían de lejos, y que habían oído hablar de él, albergaban la esperanza de poder verlo en Jerusalén. Y no quedaron decepcionados, porque enseñó en diversas ocasiones en el Pórtico de Salomón y en otras partes de los patios del templo. En realidad, estas enseñanzas fueron la proclamación oficial o solemne de la divinidad de Jesús al pueblo judío y al mundo entero.   162:1.9 (1790.1) Although his disciples had not expected Jesus to attend the feast, the vast majority of the pilgrims from afar who had heard of him entertained the hope that they might see him at Jerusalem. And they were not disappointed, for on several occasions he taught in Solomon’s Porch and elsewhere in the temple courts. These teachings were really the official or formal announcement of the divinity of Jesus to the Jewish people and to the whole world.
162:1.10 (1790.2) Las opiniones de las multitudes que escuchaban las enseñanzas del Maestro estaban divididas. Unos decían que era un buen hombre; otros, que era un profeta; otros, que era realmente el Mesías; otros decían que era un intrigante malicioso, que desviaba a la gente con sus doctrinas extrañas. Sus enemigos dudaban en acusarlo abiertamente por temor a los creyentes que estaban a su favor, mientras que sus amigos temían reconocerlo abiertamente por temor a los dirigentes judíos, sabiendo que el sanedrín estaba decidido a matarlo. Pero incluso sus enemigos se maravillaban de su enseñanza, pues sabían que no había sido instruido en las escuelas de los rabinos.   162:1.10 (1790.2) The multitudes who listened to the Master’s teachings were divided in their opinions. Some said he was a good man; some a prophet; some that he was truly the Messiah; others said he was a mischievous meddler, that he was leading the people astray with his strange doctrines. His enemies hesitated to denounce him openly for fear of his friendly believers, while his friends feared to acknowledge him openly for fear of the Jewish leaders, knowing that the Sanhedrin was determined to put him to death. But even his enemies marveled at his teaching, knowing that he had not been instructed in the schools of the rabbis.
162:1.11 (1790.3) Cada vez que Jesús iba a Jerusalén, sus apóstoles se llenaban de terror. Día tras día, se sentían más atemorizados cuando escuchaban sus declaraciones cada vez más audaces sobre la naturaleza de su misión en la Tierra. No estaban acostumbrados a escuchar a Jesús hacer unas proclamaciones tan rotundas y unas afirmaciones tan sorprendentes, ni siquiera cuando predicaba entre sus amigos.   162:1.11 (1790.3) Every time Jesus went to Jerusalem, his apostles were filled with terror. They were the more afraid as, from day to day, they listened to his increasingly bold pronouncements regarding the nature of his mission on earth. They were unaccustomed to hearing Jesus make such positive claims and such amazing assertions even when preaching among his friends.
2. El primer discurso en el templo ^top   2. The First Temple Talk ^top
162:2.1 (1790.4) La primera tarde que Jesús enseñó en el templo, un número considerable de personas estaban sentadas y escuchaban sus palabras describiendo la libertad del nuevo evangelio y la alegría de los que creen en la buena nueva, cuando un oyente curioso le interrumpió para preguntar: «Maestro, ¿cómo puede ser que puedas citar las Escrituras y enseñar a la gente con tanta facilidad, cuando me dicen que no has sido instruido en la ciencia de los rabinos?» Jesús contestó: «Ningún hombre me ha enseñado las verdades que os proclamo. Esta enseñanza no es mía, sino de Aquél que me ha enviado. Si algún hombre desea realmente hacer la voluntad de mi Padre, sabrá con certeza si mi enseñanza viene de Dios o si hablo por mi mismo. El que habla por sí mismo busca su propia gloria, pero cuando proclamo las palabras del Padre, busco así la gloria de aquél que me ha enviado. Pero antes de intentar entrar en la nueva luz, ¿no deberíais seguir más bien la luz que ya poseéis? Moisés os dio la ley, y sin embargo, ¿cuántos de vosotros intentan honradamente satisfacer sus exigencias? En esta ley, Moisés os ordena: ‘No matarás`; y a pesar de este mandamiento, algunos de vosotros pretenden matar al Hijo del Hombre.»   162:2.1 (1790.4) The first afternoon that Jesus taught in the temple, a considerable company sat listening to his words depicting the liberty of the new gospel and the joy of those who believe the good news, when a curious listener interrupted him to ask: “Teacher, how is it you can quote the Scriptures and teach the people so fluently when I am told that you are untaught in the learning of the rabbis?” Jesus replied: “No man has taught me the truths which I declare to you. And this teaching is not mine but His who sent me. If any man really desires to do my Father’s will, he shall certainly know about my teaching, whether it be God’s or whether I speak for myself. He who speaks for himself seeks his own glory, but when I declare the words of the Father, I thereby seek the glory of him who sent me. But before you try to enter into the new light, should you not rather follow the light you already have? Moses gave you the law, yet how many of you honestly seek to fulfill its demands? Moses in this law enjoins you, saying, ‘You shall not kill’; notwithstanding this command some of you seek to kill the Son of Man.”
162:2.2 (1790.5) Cuando la multitud escuchó estas palabras, empezaron a discutir entre ellos. Algunos decían que estaba loco; otros, que estaba poseído por un demonio. Otros decían que éste era en verdad el profeta de Galilea que los escribas y fariseos intentaban matar desde hacía tiempo. Algunos decían que las autoridades religiosas tenían miedo de molestarlo; otros pensaban que no le habían echado mano porque se habían convertido en creyentes suyos. Después de una discusión prolongada, un miembro de la muchedumbre se adelantó y le preguntó a Jesús: «Por qué los dirigentes intentan matarte?» Y él respondió: «Los dirigentes pretenden matarme porque les indigna mi enseñanza sobre la buena nueva del reino, un evangelio que libera a los hombres de las pesadas tradiciones de una religión formalista de ceremonias, que esos educadores están decididos a mantener a toda costa. Practican la circuncisión, de acuerdo con la ley, el día del sábado, pero quieren matarme porque una vez, en un día de sábado, liberé a un hombre que era esclavo de una aflicción. Me siguen durante el sábado para espiarme, pero quieren matarme porque en otra ocasión escogí curar por completo, un día de sábado, a un hombre que estaba gravemente enfermo. Tratan de matarme porque saben muy bien que si creéis honradamente en mi enseñanza y os atrevéis a aceptarla, su sistema de religión tradicional será derrocado, destruido para siempre. Y así se quedarán privados de autoridad sobre aquello a lo que han consagrado su vida, puesto que se niegan firmemente a aceptar este evangelio nuevo y más glorioso del reino de Dios. Y ahora sí que os lo pido a cada uno de vosotros: No juzguéis por las apariencias exteriores, sino juzgad más bien por el verdadero espíritu de estas enseñanzas; juzgad con rectitud.»   162:2.2 (1790.5) When the crowd heard these words, they fell to wrangling among themselves. Some said he was mad; some that he had a devil. Others said this was indeed the prophet of Galilee whom the scribes and Pharisees had long sought to kill. Some said the religious authorities were afraid to molest him; others thought that they laid not hands upon him because they had become believers in him. After considerable debate one of the crowd stepped forward and asked Jesus, “Why do the rulers seek to kill you?” And he replied: “The rulers seek to kill me because they resent my teaching about the good news of the kingdom, a gospel that sets men free from the burdensome traditions of a formal religion of ceremonies which these teachers are determined to uphold at any cost. They circumcise in accordance with the law on the Sabbath day, but they would kill me because I once on the Sabbath day set free a man held in the bondage of affliction. They follow after me on the Sabbath to spy on me but would kill me because on another occasion I chose to make a grievously stricken man completely whole on the Sabbath day. They seek to kill me because they well know that, if you honestly believe and dare to accept my teaching, their system of traditional religion will be overthrown, forever destroyed. Thus will they be deprived of authority over that to which they have devoted their lives since they steadfastly refuse to accept this new and more glorious gospel of the kingdom of God. And now do I appeal to every one of you: Judge not according to outward appearances but rather judge by the true spirit of these teachings; judge righteously.”
162:2.3 (1791.1) Entonces, otro indagador dijo: «Sí, Maestro, buscamos al Mesías, pero sabemos que cuando llegue, su aparición se producirá de manera misteriosa. Sabemos de dónde vienes. Has estado entre tus hermanos desde el principio. El libertador vendrá con poder para restaurar el trono del reino de David. ¿Pretendes realmente ser el Mesías?» Jesús respondió: «Pretendes conocerme y saber de dónde vengo. Desearía que tus afirmaciones fueran verdaderas, porque entonces sí que encontrarías una vida abundante en ese conocimiento. Pero os aseguro que no he venido hasta vosotros por mí mismo; he sido enviado por el Padre, y aquél que me ha enviado es verdadero y fiel. Cuando os negáis a escucharme, os negáis a recibir a Aquél que me envía. Si recibís este evangelio, llegaréis a conocer a Aquél que me ha enviado. Yo conozco al Padre, porque he venido del Padre para proclamarlo y revelarlo a vosotros.»   162:2.3 (1791.1) Then said another inquirer: “Yes, Teacher, we do look for the Messiah, but when he comes, we know that his appearance will be in mystery. We know whence you are. You have been among your brethren from the beginning. The deliverer will come in power to restore the throne of David’s kingdom. Do you really claim to be the Messiah?” And Jesus replied: “You claim to know me and to know whence I am. I wish your claims were true, for indeed then would you find abundant life in that knowledge. But I declare that I have not come to you for myself; I have been sent by the Father, and he who sent me is true and faithful. By refusing to hear me, you are refusing to receive Him who sends me. You, if you will receive this gospel, shall come to know Him who sent me. I know the Father, for I have come from the Father to declare and reveal him to you.”
162:2.4 (1791.2) Los agentes de los escribas querían prenderlo, pero le tenían miedo a la multitud porque muchos creían en él. La obra de Jesús desde su bautismo era bien conocida en toda la sociedad judía, y cuando mucha de esta gente refería estas cosas, se decían entre ellos: «Aunque este instructor sea de Galilea, y aunque no satisfaga todas nuestras expectativas del Mesías, nos preguntamos si cuando llegue el libertador hará realmente algo más maravilloso que lo que ya ha hecho este Jesús de Nazaret.»   162:2.4 (1791.2) The agents of the scribes wanted to lay hands upon him, but they feared the multitude, for many believed in him. Jesus’ work since his baptism had become well known to all Jewry, and as many of these people recounted these things, they said among themselves: “Even though this teacher is from Galilee, and even though he does not meet all of our expectations of the Messiah, we wonder if the deliverer, when he does come, will really do anything more wonderful than this Jesus of Nazareth has already done.”
162:2.5 (1791.3) Cuando los fariseos y sus agentes escucharon al pueblo hablar de esta manera, consultaron con sus dirigentes y decidieron que había que hacer algo inmediatamente para poner fin a estas apariciones públicas de Jesús en los patios del templo. En general, los dirigentes de los judíos estaban dispuestos a evitar un enfrentamiento con Jesús, pues creían que las autoridades romanas le habían prometido la inmunidad. No podían explicarse de otra manera la audacia que tenía de venir en esta época a Jerusalén; pero los funcionarios del sanedrín no creían totalmente en este rumor. Deducían que los gobernantes romanos no hubieran hecho una cosa así en secreto y sin que lo supieran las más altas autoridades de la nación judía.   162:2.5 (1791.3) When the Pharisees and their agents heard the people talking this way, they took counsel with their leaders and decided that something should be done forthwith to put a stop to these public appearances of Jesus in the temple courts. The leaders of the Jews, in general, were disposed to avoid a clash with Jesus, believing that the Roman authorities had promised him immunity. They could not otherwise account for his boldness in coming at this time to Jerusalem; but the officers of the Sanhedrin did not wholly believe this rumor. They reasoned that the Roman rulers would not do such a thing secretly and without the knowledge of the highest governing body of the Jewish nation.
162:2.6 (1791.4) En consecuencia, Eber, el oficial apropiado del sanedrín, fue enviado con dos asistentes para arrestar a Jesús. Mientras Eber se abría paso hacia Jesús, el Maestro dijo: «No tengas miedo de aproximarte a mí. Acércate mientras escuchas mi enseñanza. Sé que has sido enviado para capturarme, pero deberías comprender que al Hijo del Hombre no le sucederá nada hasta que llegue su hora. Tú no estás en contra mía; sólo vienes a ejecutar la orden de tus superiores, e incluso esos dirigentes de los judíos creen de verdad que están sirviendo a Dios cuando buscan en secreto mi destrucción.   162:2.6 (1791.4) Accordingly, Eber, the proper officer of the Sanhedrin, with two assistants was dispatched to arrest Jesus. As Eber made his way toward Jesus, the Master said: “Fear not to approach me. Draw near while you listen to my teaching. I know you have been sent to apprehend me, but you should understand that nothing will befall the Son of Man until his hour comes. You are not arrayed against me; you come only to do the bidding of your masters, and even these rulers of the Jews verily think they are doing God’s service when they secretly seek my destruction.
162:2.7 (1792.1) «No os tengo aversión a ninguno de vosotros. El Padre os ama, y por eso deseo vuestra liberación de la esclavitud a los prejuicios y a las tinieblas de la tradición. Os ofrezco la libertad de la vida y la alegría de la salvación. Proclamo el nuevo camino viviente, la liberación del mal y la ruptura de la servidumbre del pecado. He venido para que podáis tener la vida, y la tengáis eternamente. Intentáis desembarazaros de mí y de mis enseñanzas inquietantes. ¡Si pudierais daros cuenta de que sólo estaré poco tiempo con vosotros! Dentro de poco volveré hacia Aquél que me ha enviado a este mundo. Entonces, muchos de vosotros me buscaréis con diligencia, pero no descubriréis mi presencia, porque no podéis venir adonde estoy a punto de ir. Pero todos los que traten sinceramente de encontrarme, alcanzarán alguna vez la vida que conduce a la presencia de mi Padre.»   162:2.7 (1792.1) “I bear none of you ill will. The Father loves you, and therefore do I long for your deliverance from the bondage of prejudice and the darkness of tradition. I offer you the liberty of life and the joy of salvation. I proclaim the new and living way, the deliverance from evil and the breaking of the bondage of sin. I have come that you might have life, and have it eternally. You seek to be rid of me and my disquieting teachings. If you could only realize that I am to be with you only a little while! In just a short time I go to Him who sent me into this world. And then will many of you diligently seek me, but you shall not discover my presence, for where I am about to go you cannot come. But all who truly seek to find me shall sometime attain the life that leads to my Father’s presence.”
162:2.8 (1792.2) Algunos de los que se mofaban se dijeron entre ellos: «¿Adónde irá este hombre para que no podamos encontrarlo? ¿Se irá a vivir con los griegos? ¿Se quitará la vida? ¿Qué quiere decir cuando afirma que pronto nos dejará y que no podemos ir adonde él va?»   162:2.8 (1792.2) Some of the scoffers said among themselves: “Where will this man go that we cannot find him? Will he go to live among the Greeks? Will he destroy himself? What can he mean when he declares that soon he will depart from us, and that we cannot go where he goes?”
162:2.9 (1792.3) Eber y sus ayudantes se negaron a detener a Jesús, y regresaron sin él a su lugar de reunión. Por consiguiente, cuando los sacerdotes principales y los fariseos reprendieron a Eber y a sus ayudantes por no haber traído a Jesús, Eber se limitó a contestar: «Hemos tenido miedo de arrestarlo en medio de la multitud, porque muchos de ellos creen en él. Además, nunca hemos oído a nadie hablar como ese hombre. Ese instructor tiene algo fuera de lo común. Todos haríais bien en ir a escucharlo.» Cuando los jefes principales escucharon estas palabras, se quedaron sorprendidos y le dijeron sarcásticamente a Eber: «¿También tú te has extraviado? ¿Estás a punto de creer en ese impostor? ¿Has oído decir que alguno de nuestros sabios o de nuestros dirigentes haya creído en él? ¿Algún escriba o fariseo ha sido engañado por sus hábiles enseñanzas? ¿Cómo puede ser que te dejes influir por la conducta de esa multitud ignorante que no conoce ni la ley ni los profetas? ¿No sabes que esos iletrados están malditos?» Entonces, Eber contestó: «Es verdad, señores, pero ese hombre dirige palabras de misericordia y de esperanza a la multitud. Anima a los abatidos, y sus palabras han confortado incluso nuestras almas. ¿Qué puede haber de malo en esas enseñanzas, aunque no sea el Mesías de las Escrituras? Y aún así, ¿es que nuestra ley no exige la equidad? ¿Condenamos a un hombre antes de escucharlo?» El jefe del sanedrín se encolerizó con Eber y, volviéndose hacia él, le dijo: «¿Te has vuelto loco? ¿Eres por casualidad también de Galilea? Busca en las Escrituras, y descubrirás que no surge ningún profeta de Galilea, y mucho menos el Mesías.»   162:2.9 (1792.3) Eber and his assistants refused to arrest Jesus; they returned to their meeting place without him. When, therefore, the chief priests and the Pharisees upbraided Eber and his assistants because they had not brought Jesus with them, Eber only replied: “We feared to arrest him in the midst of the multitude because many believe in him. Besides, we never heard a man speak like this man. There is something out of the ordinary about this teacher. You would all do well to go over to hear him.” And when the chief rulers heard these words, they were astonished and spoke tauntingly to Eber: “Are you also led astray? Are you about to believe in this deceiver? Have you heard that any of our learned men or any of the rulers have believed in him? Have any of the scribes or the Pharisees been deceived by his clever teachings? How does it come that you are influenced by the behavior of this ignorant multitude who know not the law or the prophets? Do you not know that such untaught people are accursed?” And then answered Eber: “Even so, my masters, but this man speaks to the multitude words of mercy and hope. He cheers the downhearted, and his words were comforting even to our souls. What can there be wrong in these teachings even though he may not be the Messiah of the Scriptures? And even then does not our law require fairness? Do we condemn a man before we hear him?” And the chief of the Sanhedrin was wroth with Eber and, turning upon him, said: “Have you gone mad? Are you by any chance also from Galilee? Search the Scriptures, and you will discover that out of Galilee arises no prophet, much less the Messiah.”
162:2.10 (1792.4) El sanedrín se dispersó en la confusión, y Jesús se retiró a Betania para pasar la noche.   162:2.10 (1792.4) The Sanhedrin disbanded in confusion, and Jesus withdrew to Bethany for the night.
3. La mujer sorprendida en adulterio ^top   3. The Woman Taken in Adultery ^top
162:3.1 (1792.5) Fue durante esta visita a Jerusalén cuando Jesús intervino en el caso de cierta mujer de mala reputación que los acusadores de ella y los enemigos del Maestro trajeron a su presencia. El relato tergiversado que poseéis de este episodio insinúa que los escribas y fariseos habían llevado a esta mujer ante Jesús, y que Jesús los trató de tal manera que daba a entender que estos jefes religiosos de los judíos podían haber sido ellos mismos culpables de inmoralidad. Jesús sabía muy bien que estos escribas y fariseos estaban espiritualmente ciegos y llenos de prejuicios intelectuales a causa de su lealtad a la tradición, pero que había que contarlos entre los hombres más completamente morales de aquella época y de aquella generación.   162:3.1 (1792.5) It was during this visit to Jerusalem that Jesus dealt with a certain woman of evil repute who was brought into his presence by her accusers and his enemies. The distorted record you have of this episode would suggest that this woman had been brought before Jesus by the scribes and Pharisees, and that Jesus so dealt with them as to indicate that these religious leaders of the Jews might themselves have been guilty of immorality. Jesus well knew that, while these scribes and Pharisees were spiritually blind and intellectually prejudiced by their loyalty to tradition, they were to be numbered among the most thoroughly moral men of that day and generation.
162:3.2 (1793.1) He aquí lo que sucedió en realidad: A primeras horas de la tercera mañana de la fiesta, cuando Jesús se acercaba al templo, se encontró con un grupo de agentes pagados por el sanedrín que arrastraban con ellos a una mujer. Cuando se acercaron, el portavoz dijo: «Maestro, esta mujer ha sido sorprendida in fraganti cometiendo adulterio. Pues bien, la ley de Moisés ordena que una mujer así debe ser lapidada. Según tú, ¿qué se debería hacer con ella?»   162:3.2 (1793.1) What really happened was this: Early the third morning of the feast, as Jesus approached the temple, he was met by a group of the hired agents of the Sanhedrin who were dragging a woman along with them. As they came near, the spokesman said: “Master, this woman was taken in adultery—in the very act. Now, the law of Moses commands that we should stone such a woman. What do you say should be done with her?”
162:3.3 (1793.2) Los enemigos de Jesús planeaban lo siguiente: Si apoyaba la ley de Moisés, la cual exigía que la pecadora que confesaba su falta fuera apedreada, lo enredarían en dificultades con los dirigentes romanos, que habían negado a los judíos el derecho de infligir la pena de muerte sin la aprobación de un tribunal romano. Si prohibía apedrear a la mujer, lo acusarían ante el sanedrín de elevarse por encima de Moisés y de la ley judía. Si permanecía en silencio, lo acusarían de cobardía. Pero el Maestro manejó la situación de tal manera que toda la trama se hizo pedazos por el propio peso de su mezquindad.   162:3.3 (1793.2) It was the plan of Jesus’ enemies, if he upheld the law of Moses requiring that the self-confessed transgressor be stoned, to involve him in difficulty with the Roman rulers, who had denied the Jews the right to inflict the death penalty without the approval of a Roman tribunal. If he forbade stoning the woman, they would accuse him before the Sanhedrin of setting himself up above Moses and the Jewish law. If he remained silent, they would accuse him of cowardice. But the Master so managed the situation that the whole plot fell to pieces of its own sordid weight.
162:3.4 (1793.3) Esta mujer, en otra época bien parecida, era la esposa de un ciudadano inferior de Nazaret, un hombre que le había causado dificultades a Jesús durante toda su juventud. Después de haberse casado con esta mujer, la forzó de la manera más vergonzosa a ganarse la vida de los dos comerciando con su cuerpo. Había venido a la fiesta de Jerusalén para que su mujer pudiera prostituir así sus encantos físicos y obtener una ganancia monetaria. Había hecho un pacto con los mercenarios de los dirigentes judíos para traicionar así a su propia esposa en su vicio comercializado. Por eso venían con la mujer y su compañero de culpa, a fin de que Jesús cayera en una trampa al efectuar alguna declaración que pudiera ser utilizada contra él en el caso de que fuera arrestado.   162:3.4 (1793.3) This woman, once comely, was the wife of an inferior citizen of Nazareth, a man who had been a troublemaker for Jesus throughout his youthful days. The man, having married this woman, did most shamefully force her to earn their living by making commerce of her body. He had come up to the feast at Jerusalem that his wife might thus prostitute her physical charms for financial gain. He had entered into a bargain with the hirelings of the Jewish rulers thus to betray his own wife in her commercialized vice. And so they came with the woman and her companion in transgression for the purpose of ensnaring Jesus into making some statement which could be used against him in case of his arrest.
162:3.5 (1793.4) Jesús examinó superficialmente a la multitud, y vio al marido que se encontraba detrás de los demás. Sabía el tipo de hombre que era y percibió que era cómplice en esta transacción despreciable. Jesús empezó por caminar alrededor de la multitud para acercarse donde se encontraba este marido degenerado, y escribió unas palabras en la arena que le hicieron marcharse precipitadamente. Luego regresó ante la mujer y escribió de nuevo en el suelo en provecho de sus pretendidos acusadores; cuando leyeron sus palabras, también se fueron uno tras otro. Cuando el Maestro escribió por tercera vez en la arena, el compañero de infortunio de la mujer se alejó a su vez, de manera que cuando el Maestro se incorporó después de escribir, observó que la mujer estaba sola delante de él. Jesús dijo: «Mujer, ¿dónde están tus acusadores? ¿Ya no queda nadie para lapidarte?» La mujer levantó la mirada y respondió: «Nadie, Señor.» Jesús dijo entonces: «Conozco tu caso, y yo tampoco te condeno. Puedes irte en paz.» Y esta mujer, llamada Hildana, abandonó a su perverso marido y se unió a los discípulos del reino.   162:3.5 (1793.4) Jesus, looking over the crowd, saw her husband standing behind the others. He knew what sort of man he was and perceived that he was a party to the despicable transaction. Jesus first walked around to near where this degenerate husband stood and wrote upon the sand a few words which caused him to depart in haste. Then he came back before the woman and wrote again upon the ground for the benefit of her would-be accusers; and when they read his words, they, too, went away, one by one. And when the Master had written in the sand the third time, the woman’s companion in evil took his departure, so that, when the Master raised himself up from this writing, he beheld the woman standing alone before him. Jesus said: “Woman, where are your accusers? did no man remain to stone you?” And the woman, lifting up her eyes, answered, “No man, Lord.” And then said Jesus: “I know about you; neither do I condemn you. Go your way in peace.” And this woman, Hildana, forsook her wicked husband and joined herself to the disciples of the kingdom.
4. La fiesta de los tabernáculos ^top   4. The Feast of Tabernacles ^top
162:4.1 (1793.5) La presencia de una gente que venía de todos los rincones del mundo conocido, desde España hasta la India, hacía que la fiesta de los tabernáculos fuera una ocasión ideal para que Jesús proclamara públicamente, por primera vez en Jerusalén, la totalidad de su evangelio. Durante esta fiesta, la gente vivía mucho al aire libre, en cabañas de hojas. Era la fiesta de la cosecha y al tener lugar, como así era, en el frescor de los meses de otoño, los judíos del mundo asistían en mayor número que a la fiesta de la Pascua, al final del invierno, o a la de Pentecostés al principio del verano. Los apóstoles veían, por fin, a su Maestro proclamar audazmente su misión en la Tierra delante, por así decirlo, del mundo entero.   162:4.1 (1793.5) The presence of people from all of the known world, from Spain to India, made the feast of tabernacles an ideal occasion for Jesus for the first time publicly to proclaim his full gospel in Jerusalem. At this feast the people lived much in the open air, in leafy booths. It was the feast of the harvest ingathering, and coming, as it did, in the cool of the autumn months, it was more generally attended by the Jews of the world than was the Passover at the end of the winter or Pentecost at the beginning of summer. The apostles at last beheld their Master making the bold announcement of his mission on earth before all the world, as it were.
162:4.2 (1794.1) Ésta era la fiesta de las fiestas, pues todo sacrificio que no se hubiera efectuado en las otras festividades se podía hacer en este momento. Ésta era la ocasión en que se recibían las ofrendas en el templo; era una combinación de los placeres de las vacaciones y de los ritos solemnes del culto religioso. Era un momento de regocijo racial, mezclado con los sacrificios, los cantos levíticos y los toques solemnes de las trompetas plateadas de los sacerdotes. Por la noche, el impresionante espectáculo del templo y sus multitudes de peregrinos estaba intensamente iluminado por los grandes candelabros que ardían con esplendor en el patio de las mujeres, así como por el resplandor de docenas de antorchas colocadas en los patios del templo. Toda la ciudad estaba decorada alegremente, excepto el castillo romano de Antonia, que dominaba con un contraste siniestro esta escena festiva y de culto. ¡Cuánto odiaban los judíos este recordatorio siempre presente del yugo romano!   162:4.2 (1794.1) This was the feast of feasts, since any sacrifice not made at the other festivals could be made at this time. This was the occasion of the reception of the temple offerings; it was a combination of vacation pleasures with the solemn rites of religious worship. Here was a time of racial rejoicing, mingled with sacrifices, Levitical chants, and the solemn blasts of the silvery trumpets of the priests. At night the impressive spectacle of the temple and its pilgrim throngs was brilliantly illuminated by the great candelabras which burned brightly in the court of the women as well as by the glare of scores of torches standing about the temple courts. The entire city was gaily decorated except the Roman castle of Antonia, which looked down in grim contrast upon this festive and worshipful scene. And how the Jews did hate this ever-present reminder of the Roman yoke!
162:4.3 (1794.2) Durante la fiesta se sacrificaban setenta bueyes, el símbolo de las setenta naciones del mundo pagano. La ceremonia del derramamiento del agua simbolizaba la efusión del espíritu divino. Esta ceremonia del agua tenía lugar después de la procesión de los sacerdotes y levitas a la salida del Sol. Los fieles bajaban por los peldaños que conducían del patio de Israel al patio de las mujeres, mientras sonaba una sucesión de toques en las trompetas de plata. Luego, los fieles continuaban caminando hacia la hermosa puerta, que se abría hacia el patio de los gentiles. Allí se volvían para ponerse frente al oeste, repetir sus cantos y continuar su camino hacia el agua simbólica.   162:4.3 (1794.2) Seventy bullocks were sacrificed during the feast, the symbol of the seventy nations of heathendom. The ceremony of the outpouring of the water symbolized the outpouring of the divine spirit. This ceremony of the water followed the sunrise procession of the priests and Levites. The worshipers passed down the steps leading from the court of Israel to the court of the women while successive blasts were blown upon the silvery trumpets. And then the faithful marched on toward the Beautiful Gate, which opened upon the court of the gentiles. Here they turned about to face westward, to repeat their chants, and to continue their march for the symbolic water.
162:4.4 (1794.3) Casi cuatrocientos cincuenta sacerdotes, con un número correspondiente de levitas, oficiaban el último día de la fiesta. Al amanecer se congregaban los peregrinos de todas las partes de la ciudad; cada uno llevaba en la mano derecha un haz de mirto, de sauce y de palmas, y en la mano izquierda una rama de manzana del paraíso — la cidra o «fruta prohibida». Estos peregrinos se dividían en tres grupos para esta ceremonia matutina. Un grupo permanecía en el templo para asistir a los sacrificios de la mañana. Otro grupo bajaba de Jerusalén hasta cerca de Maza para cortar las ramas de sauce destinadas a adornar el altar de los sacrificios. El tercer grupo formaba una procesión que caminaba detrás del sacerdote encargado del agua, que llevaba la jarra de oro destinada a contener el agua simbólica; este grupo salía del templo por Ofel y llegaba hasta cerca de Siloé, donde se encontraba la puerta de la fuente. Después de haber llenado la jarra de oro en el estanque de Siloé, la procesión regresaba al templo, entraba por la puerta del agua y se dirigía directamente al patio de los sacerdotes, donde el sacerdote que llevaba la jarra de agua se unía al sacerdote que llevaba el vino para la ofrenda de la bebida. Estos dos sacerdotes se encaminaban después a los embudos de plata que conducían a la base del altar, y vertían en ellos el contenido de las jarras. La ejecución de este rito de verter el vino y el agua era la señal que esperaban los peregrinos reunidos para empezar a cantar los salmos 113 al 118 inclusive, alternando con los levitas. A medida que repetían estos versos, ondeaban sus haces hacia el altar. Luego se realizaban los sacrificios del día, asociados con la repetición del salmo del día; el último día de la fiesta se repetía el salmo ochenta y dos a partir del quinto verso.   162:4.4 (1794.3) On the last day of the feast almost four hundred and fifty priests with a corresponding number of Levites officiated. At daybreak the pilgrims assembled from all parts of the city, each carrying in the right hand a sheaf of myrtle, willow, and palm branches, while in the left hand each one carried a branch of the paradise apple—the citron, or the “forbidden fruit.” These pilgrims divided into three groups for this early morning ceremony. One band remained at the temple to attend the morning sacrifices; another group marched down below Jerusalem to near Maza to cut the willow branches for the adornment of the sacrificial altar, while the third group formed a procession to march from the temple behind the water priest, who, to the sound of the silvery trumpets, bore the golden pitcher which was to contain the symbolic water, out through Ophel to near Siloam, where was located the fountain gate. After the golden pitcher had been filled at the pool of Siloam, the procession marched back to the temple, entering by way of the water gate and going directly to the court of the priests, where the priest bearing the water pitcher was joined by the priest bearing the wine for the drink offering. These two priests then repaired to the silver funnels leading to the base of the altar and poured the contents of the pitchers therein. The execution of this rite of pouring the wine and the water was the signal for the assembled pilgrims to begin the chanting of the Psalms from 113 to 118 inclusive, in alternation with the Levites. And as they repeated these lines, they would wave their sheaves at the altar. Then followed the sacrifices for the day, associated with the repeating of the Psalm for the day, the Psalm for the last day of the feast being the eighty-second, beginning with the fifth verse.
5. El sermón sobre la luz del mundo ^top   5. Sermon on the Light of the World ^top
162:5.1 (1794.4) Al anochecer del penúltimo día de la fiesta, cuando la escena se encontraba intensamente iluminada por las luces de los candelabros y de las antorchas, Jesús se levantó en medio de la multitud reunida y dijo:   162:5.1 (1794.4) On the evening of the next to the last day of the feast, when the scene was brilliantly illuminated by the lights of the candelabras and the torches, Jesus stood up in the midst of the assembled throng and said:
162:5.2 (1795.1) «Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no caminará en las tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. Como os atrevéis a enjuiciarme y asumís el papel de jueces, declaráis que si doy testimonio de mí mismo, mi testimonio no puede ser verdadero. Pero la criatura nunca puede juzgar al Creador. Aunque dé testimonio de mí mismo, mi testimonio es eternamente verdadero, porque sé de dónde he venido, quién soy y adónde voy. Vosotros, que queréis matar al Hijo del Hombre, no sabéis de dónde he venido, quién soy, ni adónde voy. Sólo juzgáis por las apariencias de la carne; no percibís las realidades del espíritu. Yo no juzgo a nadie, ni siquiera a mi mayor enemigo. Pero si decidiera juzgar, mi juicio sería exacto y recto, porque yo no juzgaría solo, sino en asociación con mi Padre que me ha enviado al mundo, y que es la fuente de todo juicio verdadero. Admitís incluso que se puede aceptar el testimonio de dos personas dignas de confianza — pues bien, doy testimonio de esas verdades, y mi Padre que está en los cielos también lo da. Cuando ayer os dije esto mismo, me preguntasteis en vuestra ignorancia: ‘¿Dónde está tu Padre?` En verdad, no me conocéis ni a mí ni a mi Padre, porque si me hubierais conocido, habríais conocido también al Padre.   162:5.2 (1795.1) “I am the light of the world. He who follows me shall not walk in darkness but shall have the light of life. Presuming to place me on trial and assuming to sit as my judges, you declare that, if I bear witness of myself, my witness cannot be true. But never can the creature sit in judgment on the Creator. Even if I do bear witness about myself, my witness is everlastingly true, for I know whence I came, who I am, and whither I go. You who would kill the Son of Man know not whence I came, who I am, or whither I go. You only judge by the appearances of the flesh; you do not perceive the realities of the spirit. I judge no man, not even my archenemy. But if I should choose to judge, my judgment would be true and righteous, for I would judge not alone but in association with my Father, who sent me into the world, and who is the source of all true judgment. You even allow that the witness of two reliable persons may be accepted—well, then, I bear witness of these truths; so also does my Father in heaven. And when I told you this yesterday, in your darkness you asked me, ‘Where is your Father?’ Truly, you know neither me nor my Father, for if you had known me, you would also have known the Father.
162:5.3 (1795.2) «Ya os he dicho que me marcho, y que me buscaréis pero que no me encontraréis, porque allí donde voy no podéis venir. Vosotros, que quisierais rechazar esta luz, sois de abajo; yo soy de arriba. Vosotros, que preferís permanecer en las tinieblas, sois de este mundo; yo no soy de este mundo, y vivo en la luz eterna del Padre de las luces. Todos habéis tenido numerosas oportunidades para saber quién soy, pero tendréis además otras pruebas que confirmarán la identidad del Hijo del Hombre. Yo soy la luz de la vida, y todo aquél que rechaza deliberadamente y a sabiendas esta luz salvadora, morirá en sus pecados. Tengo muchas cosas que deciros, pero sois incapaces de recibir mis palabras. Sin embargo, aquél que me ha enviado es verdadero y fiel; mi Padre ama incluso a sus hijos descarriados. Y todo lo que mi Padre ha dicho, yo también lo proclamo al mundo.   162:5.3 (1795.2) “I have already told you that I am going away, and that you will seek me and not find me, for where I am going you cannot come. You who would reject this light are from beneath; I am from above. You who prefer to sit in darkness are of this world; I am not of this world, and I live in the eternal light of the Father of lights. You all have had abundant opportunity to learn who I am, but you shall have still other evidence confirming the identity of the Son of Man. I am the light of life, and every one who deliberately and with understanding rejects this saving light shall die in his sins. Much I have to tell you, but you are unable to receive my words. However, he who sent me is true and faithful; my Father loves even his erring children. And all that my Father has spoken I also proclaim to the world.
162:5.4 (1795.3) «Cuando el Hijo del Hombre sea elevado, entonces todos sabréis que yo soy él, y que no he hecho nada por mí mismo, sino tan sólo lo que el Padre me ha enseñado. Os dirijo estas palabras a vosotros y a vuestros hijos. Aquél que me ha enviado también está ahora conmigo; no me ha dejado solo, porque siempre hago lo que resulta agradable a sus ojos.»   162:5.4 (1795.3) “When the Son of Man is lifted up, then shall you all know that I am he, and that I have done nothing of myself but only as the Father has taught me. I speak these words to you and to your children. And he who sent me is even now with me; he has not left me alone, for I do always that which is pleasing in his sight.”
162:5.5 (1795.4) Mientras Jesús enseñaba así a los peregrinos en los patios del templo, muchos creyeron. Y nadie se atrevió a apresarlo.   162:5.5 (1795.4) As Jesus thus taught the pilgrims in the temple courts, many believed. And no man dared to lay hands upon him.
6. El discurso sobre el agua de la vida ^top   6. Discourse on the Water of Life ^top
162:6.1 (1795.5) El último día, el gran día de la fiesta, después de que la procesión del estanque de Siloé pasara por los patios del templo, e inmediatamente después de que los sacerdotes hubieran vertido el agua y el vino en el altar, Jesús, que se hallaba entre los peregrinos, dijo: «Si alguien tiene sed, que acuda a mí y beba. Traigo a este mundo el agua de la vida que procede del Padre que está en lo alto. El que cree en mí se llenará con el espíritu que este agua representa, porque incluso las Escrituras han dicho: ‘De él manarán ríos de agua viva`. Cuando el Hijo del Hombre haya terminado su obra en la Tierra, el Espíritu viviente de la Verdad será derramado sobre todo el género humano. Los que reciban este espíritu no conocerán nunca la sed espiritual.»   162:6.1 (1795.5) On the last day, the great day of the feast, as the procession from the pool of Siloam passed through the temple courts, and just after the water and the wine had been poured down upon the altar by the priests, Jesus, standing among the pilgrims, said: “If any man thirst, let him come to me and drink. From the Father above I bring to this world the water of life. He who believes me shall be filled with the spirit which this water represents, for even the Scriptures have said, ‘Out of him shall flow rivers of living waters.’ When the Son of Man has finished his work on earth, there shall be poured out upon all flesh the living Spirit of Truth. Those who receive this spirit shall never know spiritual thirst.”
162:6.2 (1795.6) Jesús no interrumpió el servicio para pronunciar estas palabras. Se dirigió a los fieles inmediatamente después del canto del Halel, la lectura correspondiente de los salmos que era acompañada por el ondear de las ramas delante del altar. Precisamente entonces se hacía una pausa mientras se preparaban los sacrificios, y fue en ese momento cuando los peregrinos escucharon la voz fascinante del Maestro proclamar que él era el dador del agua viva para todas las almas sedientas de espíritu.   162:6.2 (1795.6) Jesus did not interrupt the service to speak these words. He addressed the worshipers immediately after the chanting of the Hallel, the responsive reading of the Psalms accompanied by waving of the branches before the altar. Just here was a pause while the sacrifices were being prepared, and it was at this time that the pilgrims heard the fascinating voice of the Master declare that he was the giver of living water to every spirit-thirsting soul.
162:6.3 (1796.1) Al final de este oficio matutino, Jesús continuó enseñando a la multitud, diciendo: «¿No habéis leído en las Escrituras: ‘Mirad, así como las aguas descienden sobre la tierra seca y cubren el suelo árido, así os daré el espíritu de santidad para que descienda sobre vuestros hijos y bendiga incluso a los hijos de vuestros hijos?` ¿Por qué tenéis sed del ministerio del espíritu, cuando tratáis de regar vuestra alma con las tradiciones de los hombres, que fluyen de las jarras rotas de los oficios ceremoniales? El espectáculo que veis en este templo es la manera en que vuestros padres intentaron simbolizar la donación del espíritu divino a los hijos de la fe, y habéis hecho bien en perpetuar estos símbolos hasta el día de hoy. Pero ahora, la revelación del Padre de los espíritus ha llegado hasta esta generación a través de la donación de su Hijo, y a todo esto le seguirá con seguridad la donación del espíritu del Padre y del Hijo a los hijos de los hombres. Para todo el que tiene fe, esta donación del espíritu se convertirá en el verdadero instructor del camino que conduce a la vida eterna, a las verdaderas aguas de la vida en el reino del cielo en la Tierra, y en el Paraíso del Padre en el más allá.»   162:6.3 (1796.1) At the conclusion of this early morning service Jesus continued to teach the multitude, saying: “Have you not read in the Scripture: ‘Behold, as the waters are poured out upon the dry ground and spread over the parched soil, so will I give the spirit of holiness to be poured out upon your children for a blessing even to your children’s children’? Why will you thirst for the ministry of the spirit while you seek to water your souls with the traditions of men, poured from the broken pitchers of ceremonial service? That which you see going on about this temple is the way in which your fathers sought to symbolize the bestowal of the divine spirit upon the children of faith, and you have done well to perpetuate these symbols, even down to this day. But now has come to this generation the revelation of the Father of spirits through the bestowal of his Son, and all of this will certainly be followed by the bestowal of the spirit of the Father and the Son upon the children of men. To every one who has faith shall this bestowal of the spirit become the true teacher of the way which leads to life everlasting, to the true waters of life in the kingdom of heaven on earth and in the Father’s Paradise over there.”
162:6.4 (1796.2) Y Jesús continuó contestando a las preguntas de la multitud y de los fariseos. Algunos pensaban que era un profeta; otros creían que era el Mesías; otros decían que no podía ser el Cristo, ya que venía de Galilea, y que el Mesías debía restablecer el trono de David. Sin embargo, no se atrevieron a arrestarlo.   162:6.4 (1796.2) And Jesus continued to answer the questions of both the multitude and the Pharisees. Some thought he was a prophet; some believed him to be the Messiah; others said he could not be the Christ, seeing that he came from Galilee, and that the Messiah must restore David’s throne. Still they dared not arrest him.
7. El discurso sobre la libertad espiritual ^top   7. The Discourse on Spiritual Freedom ^top
162:7.1 (1796.3) La tarde del último día de la fiesta, después de que los apóstoles hubieran fracasado en sus esfuerzos por persuadirlo para que huyera de Jerusalén, Jesús entró de nuevo en el templo para enseñar. Al encontrar un gran grupo de creyentes reunidos en el Pórtico de Salomón, les habló diciendo:   162:7.1 (1796.3) On the afternoon of the last day of the feast and after the apostles had failed in their efforts to persuade him to flee from Jerusalem, Jesus again went into the temple to teach. Finding a large company of believers assembled in Solomon’s Porch, he spoke to them, saying:
162:7.2 (1796.4) «Si mis palabras permanecen en vosotros y estáis dispuestos a hacer la voluntad de mi Padre, entonces sois realmente mis discípulos. Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. Sé que vais a contestarme: Somos los hijos de Abraham, y no somos esclavos de nadie; ¿cómo vamos pues a ser liberados? Pero no os hablo de una servidumbre exterior a la autoridad de otro; me refiero a las libertades del alma. En verdad, en verdad os digo que todo aquel que comete pecado es esclavo del pecado. Y sabéis que no es probable que el esclavo resida para siempre en la casa del amo. También sabéis que el hijo permanece en la casa de su padre. Por consiguiente, si el Hijo os libera, y os convierte en hijos, seréis verdaderamente libres.   162:7.2 (1796.4) “If my words abide in you and you are minded to do the will of my Father, then are you truly my disciples. You shall know the truth, and the truth shall make you free. I know how you will answer me: We are the children of Abraham, and we are in bondage to none; how then shall we be made free? Even so, I do not speak of outward subjection to another’s rule; I refer to the liberties of the soul. Verily, verily, I say to you, everyone who commits sin is the bond servant of sin. And you know that the bond servant is not likely to abide forever in the master’s house. You also know that the son does remain in his father’s house. If, therefore, the Son shall make you free, shall make you sons, you shall be free indeed.
162:7.3 (1796.5) «Sé que sois la semilla de Abraham, y sin embargo vuestros dirigentes intentan matarme porque no han permitido que mi palabra ejerza su influencia transformadora en sus corazones. Sus almas están selladas por los prejuicios y cegadas por el orgullo de la venganza. Os declaro la verdad que me muestra el Padre eterno, mientras que esos educadores engañados sólo tratan de hacer las cosas que han aprendido de sus padres temporales. Cuando contestáis que Abraham es vuestro padre, entonces os digo que, si fuerais los hijos de Abraham, ejecutaríais las obras de Abraham. Algunos de vosotros creéis en mi enseñanza, pero otros tratáis de destruirme porque os he dicho la verdad que he recibido de Dios. Pero Abraham no trató así la verdad de Dios. Percibo que algunos de vosotros estáis decididos a realizar las obras del maligno. Si Dios fuera vuestro Padre, me conoceríais y amaríais la verdad que os revelo. ¿No queréis ver que vengo del Padre, que he sido enviado por Dios, que no estoy haciendo esta obra por mí mismo? ¿Por qué no comprendéis mis palabras? ¿Es porque habéis elegido convertiros en los hijos del mal? Si sois los hijos de las tinieblas, difícilmente podréis caminar en la luz de la verdad que os revelo. Los hijos del maligno sólo siguen los caminos de su padre, que era un farsante y no defendía la verdad, porque no llegó a haber ninguna verdad en él. Pero ahora viene el Hijo del Hombre, que dice y vive la verdad, y muchos de vosotros os negáis a creer.   162:7.3 (1796.5) “I know that you are Abraham’s seed, yet your leaders seek to kill me because my word has not been allowed to have its transforming influence in their hearts. Their souls are sealed by prejudice and blinded by the pride of revenge. I declare to you the truth which the eternal Father shows me, while these deluded teachers seek to do the things which they have learned only from their temporal fathers. And when you reply that Abraham is your father, then do I tell you that, if you were the children of Abraham, you would do the works of Abraham. Some of you believe my teaching, but others seek to destroy me because I have told you the truth which I received from God. But Abraham did not so treat the truth of God. I perceive that some among you are determined to do the works of the evil one. If God were your Father, you would know me and love the truth which I reveal. Will you not see that I come forth from the Father, that I am sent by God, that I am not doing this work of myself? Why do you not understand my words? Is it because you have chosen to become the children of evil? If you are the children of darkness, you will hardly walk in the light of the truth which I reveal. The children of evil follow only in the ways of their father, who was a deceiver and stood not for the truth because there came to be no truth in him. But now comes the Son of Man speaking and living the truth, and many of you refuse to believe.
162:7.4 (1797.1) «¿Quién de vosotros me condena por pecador? Si proclamo y vivo la verdad que me muestra el Padre, ¿por qué no creéis? El que es de Dios escucha con placer las palabras de Dios; por eso, muchos de vosotros no escucháis mis palabras, porque no sois de Dios. Vuestros instructores se han atrevido incluso a decir que realizo mis obras por el poder del príncipe de los demonios. Uno que está aquí cerca acaba de decir que poseo un demonio, que soy un hijo del diablo. Pero todos aquellos de vosotros que os comportáis honradamente con vuestra propia alma sabéis muy bien que no soy un diablo. Sabéis que honro al Padre, aunque vosotros quisierais deshonrarme. No busco mi propia gloria, sino únicamente la gloria de mi Padre Paradisiaco. Y no os juzgo, porque hay alguien que juzga por mí.   162:7.4 (1797.1) “Which of you convicts me of sin? If I, then, proclaim and live the truth shown me by the Father, why do you not believe? He who is of God hears gladly the words of God; for this cause many of you hear not my words, because you are not of God. Your teachers have even presumed to say that I do my works by the power of the prince of devils. One near by has just said that I have a devil, that I am a child of the devil. But all of you who deal honestly with your own souls know full well that I am not a devil. You know that I honor the Father even while you would dishonor me. I seek not my own glory, only the glory of my Paradise Father. And I do not judge you, for there is one who judges for me.
162:7.5 (1797.2) «En verdad, en verdad os digo a vosotros que creéis en el evangelio, que si un hombre conserva viva en su corazón esta palabra de verdad, nunca conocerá la muerte. Ahora, un escriba que está a mi lado dice que esta declaración es la prueba de que poseo un demonio, ya que Abraham está muerto y los profetas también. Y pregunta: ‘¿Eres mucho más grande que Abraham y los profetas como para atreverte a estar aquí y decir que el que conserva tu palabra no conocerá la muerte? ¿Quién pretendes ser para atreverte a decir tales blasfemias?` A todos los que piensan así les digo que, si me glorifico a mí mismo, mi gloria no vale nada. Pero es el Padre el que me glorificará, el mismo Padre que llamáis Dios. Pero no habéis conseguido conocer a este Dios, vuestro Dios y mi Padre, y he venido para uniros, para mostraros cómo llegar a ser de verdad los hijos de Dios. Aunque no conocéis al Padre, yo lo conozco realmente. Incluso Abraham se alegró de ver mi día, lo vio por la fe y se regocijó.»   162:7.5 (1797.2) “Verily, verily, I say to you who believe the gospel that, if a man will keep this word of truth alive in his heart, he shall never taste death. And now just at my side a scribe says this statement proves that I have a devil, seeing that Abraham is dead, also the prophets. And he asks: ‘Are you so much greater than Abraham and the prophets that you dare to stand here and say that whoso keeps your word shall not taste death? Who do you claim to be that you dare to utter such blasphemies?’ And I say to all such that, if I glorify myself, my glory is as nothing. But it is the Father who shall glorify me, even the same Father whom you call God. But you have failed to know this your God and my Father, and I have come to bring you together; to show you how to become truly the sons of God. Though you know not the Father, I truly know him. Even Abraham rejoiced to see my day, and by faith he saw it and was glad.”
162:7.6 (1797.3) Cuando los judíos incrédulos y los agentes del sanedrín que para entonces se habían congregado escucharon estas palabras, provocaron un alboroto, gritando: «No tienes cincuenta años, y sin embargo hablas de haber visto a Abraham; ¡eres un hijo del diablo!» Jesús no pudo continuar su discurso. Sólo dijo al partir: «En verdad, en verdad os lo digo, antes de que Abraham fuera, yo soy.» Muchos incrédulos corrieron en busca de piedras para arrojárselas, y los agentes del sanedrín trataron de arrestarlo, pero el Maestro se alejó rápidamente por los corredores del templo, y se escapó hacia un lugar de reunión secreto, cerca de Betania, donde lo esperaban Marta, María y Lázaro.   162:7.6 (1797.3) When the unbelieving Jews and the agents of the Sanhedrin who had gathered about by this time heard these words, they raised a tumult, shouting: “You are not fifty years of age, and yet you talk about seeing Abraham; you are a child of the devil!” Jesus was unable to continue the discourse. He only said as he departed, “Verily, verily, I say to you, before Abraham was, I am.” Many of the unbelievers rushed forth for stones to cast at him, and the agents of the Sanhedrin sought to place him under arrest, but the Master quickly made his way through the temple corridors and escaped to a secret meeting place near Bethany where Martha, Mary, and Lazarus awaited him.
8. La charla con Marta y María ^top   8. The Visit with Martha and Mary ^top
162:8.1 (1797.4) Se había acordado que Jesús se alojaría con Lázaro y sus hermanas en la casa de un amigo, mientras que los apóstoles se dispersarían aquí y allá en pequeños grupos; habían tomado estas precauciones porque las autoridades judías se atrevían de nuevo a ejecutar sus planes de arrestar al Maestro.   162:8.1 (1797.4) It had been arranged that Jesus should lodge with Lazarus and his sisters at a friend’s house, while the apostles were scattered here and there in small groups, these precautions being taken because the Jewish authorities were again becoming bold with their plans to arrest him.
162:8.2 (1797.5) Durante años, los tres jóvenes habían tenido la costumbre de dejarlo todo para escuchar la enseñanza de Jesús cada vez que éste tenía la oportunidad de visitarlos. Después de perder a sus padres, Marta había asumido la responsabilidad del hogar, y por eso en esta ocasión, mientras Lázaro y María estaban sentados a los pies de Jesús bebiendo sus enseñanzas vivificantes, Marta se dispuso a servir la cena. Es necesario explicar que Marta se distraía innecesariamente con numerosas tareas superfluas, y que se embrollaba con muchas inquietudes insignificantes; pero era su manera de ser.   162:8.2 (1797.5) For years it had been the custom for these three to drop everything and listen to Jesus’ teaching whenever he chanced to visit them. With the loss of their parents, Martha had assumed the responsibilities of the home life, and so on this occasion, while Lazarus and Mary sat at Jesus’ feet drinking in his refreshing teaching, Martha made ready to serve the evening meal. It should be explained that Martha was unnecessarily distracted by numerous needless tasks, and that she was cumbered by many trivial cares; that was her disposition.
162:8.3 (1798.1) Mientras Marta estaba ocupada con todos estos supuestos deberes, se sentía inquieta porque María no hacía nada por ayudarla. Por eso se acercó a Jesús y le dijo: «Maestro, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado hacer sola todo el servicio? ¿No quisieras pedirle que venga a ayudarme?» Jesús respondió: «Marta, Marta, ¿por qué te inquietas siempre por tantas cosas, y te preocupas por tantas bagatelas? Sólo hay una cosa que vale realmente la pena, y puesto que María ha escogido esta parte buena y necesaria, no se la voy a quitar. Pero, ¿cuándo aprenderéis las dos a vivir como os he enseñado: a servir en cooperación y a refrescar vuestras almas al unísono? ¿No podéis aprender que hay un tiempo para cada cosa — que las cuestiones secundarias de la vida deben dejar paso a las cosas más grandes del reino celestial?»   162:8.3 (1798.1) As Martha busied herself with all these supposed duties, she was perturbed because Mary did nothing to help. Therefore she went to Jesus and said: “Master, do you not care that my sister has left me alone to do all of the serving? Will you not bid her to come and help me?” Jesus answered: “Martha, Martha, why are you always anxious about so many things and troubled by so many trifles? Only one thing is really worth while, and since Mary has chosen this good and needful part, I shall not take it away from her. But when will both of you learn to live as I have taught you: both serving in co-operation and both refreshing your souls in unison? Can you not learn that there is a time for everything—that the lesser matters of life should give way before the greater things of the heavenly kingdom?”
9. En Belén con Abner ^top   9. At Bethlehem with Abner ^top
162:9.1 (1798.2) Durante toda la semana que siguió a la fiesta de los tabernáculos, decenas de creyentes se reunieron en Betania y fueron instruidos por los doce apóstoles. El sanedrín no hizo ningún esfuerzo por importunar estas reuniones, ya que Jesús no estaba presente; durante todo este período, estuvo trabajando en Belén con Abner y sus compañeros. Al día siguiente del final de la fiesta, Jesús había partido para Betania y no volvió a enseñar en el templo durante esta visita a Jerusalén.   162:9.1 (1798.2) Throughout the week that followed the feast of tabernacles, scores of believers forgathered at Bethany and received instruction from the twelve apostles. The Sanhedrin made no effort to molest these gatherings since Jesus was not present; he was throughout this time working with Abner and his associates in Bethlehem. The day following the close of the feast, Jesus had departed for Bethany, and he did not again teach in the temple during this visit to Jerusalem.
162:9.2 (1798.3) En esta época, Abner tenía su cuartel general en Belén, y desde aquel centro se habían enviado muchos discípulos a las ciudades de Judea y del sur de Samaria, e incluso a Alejandría. A los pocos días de su llegada, Jesús y Abner completaron los acuerdos para consolidar la obra de los dos grupos de apóstoles.   162:9.2 (1798.3) At this time, Abner was making his headquarters at Bethlehem, and from that center many workers had been sent to the cities of Judea and southern Samaria and even to Alexandria. Within a few days of his arrival, Jesus and Abner completed the arrangements for the consolidation of the work of the two groups of apostles.
162:9.3 (1798.4) Durante toda su visita a la fiesta de los tabernáculos, Jesús había dividido su tiempo casi por igual entre Betania y Belén. En Betania, pasó mucho tiempo con sus apóstoles; en Belén, impartió muchas enseñanzas a Abner y a los otros antiguos apóstoles de Juan. Este contacto íntimo fue lo que les llevó finalmente a creer en él. Estos antiguos apóstoles de Juan el Bautista se sintieron influidos por el coraje que Jesús había mostrado enseñando públicamente en Jerusalén, así como por la amable comprensión que experimentaron durante su enseñanza privada en Belén. Estas influencias conquistaron de manera plena y final a cada uno de los compañeros de Abner, y les llevaron a aceptar de todo corazón el reino y todo lo que implicaba un paso así.   162:9.3 (1798.4) Throughout his visit to the feast of tabernacles, Jesus had divided his time about equally between Bethany and Bethlehem. At Bethany he spent considerable time with his apostles; at Bethlehem he gave much instruction to Abner and the other former apostles of John. And it was this intimate contact that finally led them to believe in him. These former apostles of John the Baptist were influenced by the courage he displayed in his public teaching in Jerusalem as well as by the sympathetic understanding they experienced in his private teaching at Bethlehem. These influences finally and fully won over each of Abner’s associates to a wholehearted acceptance of the kingdom and all that such a step implied.
162:9.4 (1798.5) Antes de marcharse de Belén por última vez, el Maestro tomó medidas para que todos se asociaran con él en el esfuerzo unido que iba a preceder el final de su carrera terrenal en la carne. Acordaron que Abner y sus compañeros se reunirían pronto con Jesús y los doce en el Parque de Magadán.   162:9.4 (1798.5) Before leaving Bethlehem for the last time, the Master made arrangements for them all to join him in the united effort which was to precede the ending of his earth career in the flesh. It was agreed that Abner and his associates were to join Jesus and the twelve in the near future at Magadan Park.
162:9.5 (1798.6) En conformidad con este acuerdo, a principios de noviembre Abner y sus once compañeros unieron su suerte a la de Jesús y los doce, y trabajaron con ellos como una sola organización hasta el día de la crucifixión.   162:9.5 (1798.6) In accordance with this understanding, early in November Abner and his eleven fellows cast their lot with Jesus and the twelve and labored with them as one organization right on down to the crucifixion.
162:9.6 (1798.7) A finales de octubre, Jesús y los doce se alejaron de las proximidades inmediatas de Jerusalén. El domingo 30 de octubre, Jesús y sus asociados dejaron la ciudad de Efraín, donde el Maestro había descansado aislado durante unos días; tomaron la carretera al oeste del Jordán y se dirigieron directamente al Parque de Magadán, donde llegaron al final de la tarde del miércoles 2 de noviembre.   162:9.6 (1798.7) In the latter part of October Jesus and the twelve withdrew from the immediate vicinity of Jerusalem. On Sunday, October 30, Jesus and his associates left the city of Ephraim, where he had been resting in seclusion for a few days, and, going by the west Jordan highway directly to Magadan Park, arrived late on the afternoon of Wednesday, November 2.
162:9.7 (1799.1) Los apóstoles se sintieron muy aliviados por tener al Maestro de vuelta en una región amistosa; nunca más le insistieron para que fuera a Jerusalén a proclamar el evangelio del reino.   162:9.7 (1799.1) The apostles were greatly relieved to have the Master back on friendly soil; no more did they urge him to go up to Jerusalem to proclaim the gospel of the kingdom.