Documento 166 |
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Paper 166 |
La última visita a Perea del norte |
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Last Visit to Northern Perea |
166:0.1 (1825.1) DEL 11 al 20 de febrero, Jesús y los doce hicieron una gira por todas las ciudades y pueblos del norte de Perea donde trabajaban los asociados de Abner y los miembros del cuerpo de mujeres. Se encontraron con que estos mensajeros del evangelio tenían éxito, y Jesús llamó repetidas veces la atención de sus apóstoles sobre el hecho de que el evangelio del reino se podía difundir sin necesidad de milagros y prodigios. |
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166:0.1 (1825.1) FROM February 11 to 20, Jesus and the twelve made a tour of all the cities and villages of northern Perea where the associates of Abner and the members of the women’s corps were working. They found these messengers of the gospel meeting with success, and Jesus repeatedly called the attention of his apostles to the fact that the gospel of the kingdom could spread without the accompaniment of miracles and wonders. |
166:0.2 (1825.2) Toda esta misión de tres meses en Perea fue llevada a cabo con éxito y con poca ayuda por parte de los doce apóstoles; desde aquel momento en adelante, el evangelio reflejó más las enseñanzas de Jesús que su personalidad. Pero sus discípulos no siguieron durante mucho tiempo sus instrucciones, pues poco después de la muerte y resurrección de Jesús, se desviaron de sus enseñanzas y empezaron a construir la iglesia primitiva alrededor de los conceptos milagrosos y de los recuerdos glorificados de su personalidad divina y humana. |
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166:0.2 (1825.2) This entire mission of three months in Perea was successfully carried on with little help from the twelve apostles, and the gospel from this time on reflected, not so much Jesus’ personality, as his teachings. But his followers did not long follow his instructions, for soon after Jesus’ death and resurrection they departed from his teachings and began to build the early church around the miraculous concepts and the glorified memories of his divine-human personality. |
1. Los fariseos en Ragaba ^top |
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1. The Pharisees at Ragaba ^top |
166:1.1 (1825.3) El sábado 18 de febrero, Jesús se encontraba en Ragaba, donde vivía un rico fariseo llamado Natanael; puesto que un número considerable de sus compañeros fariseos seguían a Jesús y a los doce por todo el país, este sábado por la mañana Natanael preparó un desayuno para todos ellos, unas veinte personas, e invitó a Jesús como huésped de honor. |
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166:1.1 (1825.3) On Sabbath, February 18, Jesus was at Ragaba, where there lived a wealthy Pharisee named Nathaniel; and since quite a number of his fellow Pharisees were following Jesus and the twelve around the country, he made a breakfast on this Sabbath morning for all of them, about twenty in number, and invited Jesus as the guest of honor. |
166:1.2 (1825.4) Cuando Jesús llegó a este desayuno, la mayoría de los fariseos, junto con dos o tres juristas, ya se encontraban allí sentados a la mesa. El Maestro tomó asiento de inmediato a la izquierda de Natanael, sin lavarse las manos en las palanganas. Muchos fariseos, especialmente los que estaban a favor de las enseñanzas de Jesús, sabían que sólo se lavaba las manos con fines higiénicos, y que detestaba estas prácticas puramente ceremoniales; por eso no se sorprendieron de que se dirigiera directamente a la mesa sin haberse lavado las manos dos veces. Pero Natanael se escandalizó porque el Maestro olvidó cumplir con las estrictas exigencias de las prácticas fariseas. Jesús tampoco se lavaba las manos, como hacían los fariseos, después del servicio de cada plato, ni al final de la comida. |
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166:1.2 (1825.4) By the time Jesus arrived at this breakfast, most of the Pharisees, with two or three lawyers, were already there and seated at the table. The Master immediately took his seat at the left of Nathaniel without going to the water basins to wash his hands. Many of the Pharisees, especially those favorable to Jesus’ teachings, knew that he washed his hands only for purposes of cleanliness, that he abhorred these purely ceremonial performances; so they were not surprised at his coming directly to the table without having twice washed his hands. But Nathaniel was shocked by this failure of the Master to comply with the strict requirements of Pharisaic practice. Neither did Jesus wash his hands, as did the Pharisees, after each course of food nor at the end of the meal. |
166:1.3 (1825.5) Después de mucho cuchicheo entre Natanael y un fariseo poco amistoso que estaba a su derecha, y después de muchos levantamientos de cejas y muecas burlonas de desprecio por parte de los que estaban sentados enfrente del Maestro, Jesús finalmente dijo: «Creí que me habíais invitado a esta casa para partir el pan con vosotros y quizás para hacerme preguntas sobre la proclamación del nuevo evangelio del reino de Dios; pero percibo que me habéis traído aquí para presenciar una exhibición de devoción ceremonial a vuestra propia presunción. Ese servicio ya me lo habéis hecho; ¿con qué nueva cosa vais a honrarme como invitado vuestro en esta ocasión?» |
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166:1.3 (1825.5) After considerable whispering between Nathaniel and an unfriendly Pharisee on his right and after much lifting of eyebrows and sneering curling of lips by those who sat opposite the Master, Jesus finally said: “I had thought that you invited me to this house to break bread with you and perchance to inquire of me concerning the proclamation of the new gospel of the kingdom of God; but I perceive that you have brought me here to witness an exhibition of ceremonial devotion to your own self-righteousness. That service you have now done me; what next will you honor me with as your guest on this occasion?” |
166:1.4 (1826.1) Cuando el Maestro hubo hablado así, bajaron la mirada hacia la mesa y permanecieron en silencio. Como nadie hablaba, Jesús continuó: «Muchos de vosotros, fariseos, estáis aquí conmigo como amigos, y algunos son incluso mis discípulos, pero la mayoría de los fariseos persisten en negarse a ver la luz y en reconocer la verdad, aunque la obra del evangelio se les presente con un gran poder. ¡Con cuánto cuidado limpiáis el exterior de las copas y de los platos, mientras que los recipientes del alimento espiritual están sucios y contaminados! Os aseguráis en mostrarle al pueblo una apariencia piadosa y santa, pero vuestra alma interior está llena de presunción, de codicia, de extorsión y de todo tipo de maldad espiritual. Vuestros dirigentes se atreven incluso a conspirar y a planear el asesinato del Hijo del Hombre. ¿No comprendéis, insensatos, que el Dios del cielo mira los móviles internos del alma, así como vuestros fingimientos exteriores y vuestras ostentaciones de piedad? No creáis que el hecho de dar limosnas y de pagar los diezmos os limpiará de vuestra injusticia y os permitirá aparecer puros ante el Juez de todos los hombres. ¡Ay de vosotros, fariseos, que habéis persistido en rechazar la luz de la vida! Sois meticulosos en el pago del diezmo y dais limosnas con ostentación, pero despreciáis a sabiendas la visita de Dios y rechazáis la revelación de su amor. Aunque hacéis bien en prestar atención a esos deberes menores, no deberíais haber dejado sin hacer otras exigencias más importantes. ¡Ay de todos los que rehuyen la justicia, desdeñan la misericordia y rechazan la verdad! ¡Ay de todos los que desprecian la revelación del Padre, mientras aspiran a conseguir los principales asientos en la sinagoga y anhelan los saludos halagadores en las plazas de los mercados!» |
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166:1.4 (1826.1) When the Master had thus spoken, they cast their eyes upon the table and remained silent. And since no one spoke, Jesus continued: “Many of you Pharisees are here with me as friends, some are even my disciples, but the majority of the Pharisees are persistent in their refusal to see the light and acknowledge the truth, even when the work of the gospel is brought before them in great power. How carefully you cleanse the outside of the cups and the platters while the spiritual-food vessels are filthy and polluted! You make sure to present a pious and holy appearance to the people, but your inner souls are filled with self-righteousness, covetousness, extortion, and all manner of spiritual wickedness. Your leaders even dare to plot and plan the murder of the Son of Man. Do not you foolish men understand that the God of heaven looks at the inner motives of the soul as well as on your outer pretenses and your pious professions? Think not that the giving of alms and the paying of tithes will cleanse you from unrighteousness and enable you to stand clean in the presence of the Judge of all men. Woe upon you Pharisees who have persisted in rejecting the light of life! You are meticulous in tithing and ostentatious in almsgiving, but you knowingly spurn the visitation of God and reject the revelation of his love. Though it is all right for you to give attention to these minor duties, you should not have left these weightier requirements undone. Woe upon all who shun justice, spurn mercy, and reject truth! Woe upon all those who despise the revelation of the Father while they seek the chief seats in the synagogue and crave flattering salutations in the market places!” |
166:1.5 (1826.2) Cuando Jesús se levantó para marcharse, uno de los juristas sentados a la mesa le dirigió la palabra, diciendo: «Pero, Maestro, en algunas de tus declaraciones también nos haces reproches. ¿No hay nada bueno en los escribas, los fariseos o los juristas?» Jesús, que permanecía de pie, respondió al jurista: «Vosotros, al igual que los fariseos, os deleitáis en ocupar los mejores lugares en las fiestas y en lucir largas túnicas, mientras que colocáis unas cargas pesadas, difíciles de llevar, sobre los hombros de la gente. Y cuando las almas de los hombres se tambalean debajo de esas pesadas cargas, no levantáis ni uno solo de vuestros dedos. ¡Ay de vosotros, que encontráis vuestra mayor satisfacción en construir tumbas para los profetas que vuestros padres mataron! Que vosotros aprobáis lo que hicieron vuestros padres se pone de manifiesto en el hecho de que ahora planeáis matar a los que vienen a hacer, en el día de hoy, lo que hicieron los profetas en su día — proclamar la justicia de Dios y revelar la misericordia del Padre celestial. Pero de todas las generaciones pasadas, la sangre de los profetas y de los apóstoles será exigida a esta generación perversa y presuntuosa. ¡Ay de todos vosotros, juristas, que le habéis quitado la llave del conocimiento a la gente común! Vosotros mismos os negáis a entrar en el camino de la verdad, y al mismo tiempo quisierais impedir la entrada a todos los que la buscan. Pero no podéis cerrar así las puertas del reino de los cielos; las hemos abierto a todos los que tienen fe para entrar; y esos portales de misericordia no serán cerrados por los prejuicios y la arrogancia de los falsos educadores y de los pastores engañosos que se parecen a los sepulcros blanqueados, los cuales aparecen hermosos por fuera, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de todo tipo de impurezas espirituales.» |
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166:1.5 (1826.2) When Jesus would have risen to depart, one of the lawyers who was at the table, addressing him, said: “But, Master, in some of your statements you reproach us also. Is there nothing good in the scribes, the Pharisees, or the lawyers?” And Jesus, standing, replied to the lawyer: “You, like the Pharisees, delight in the first places at the feasts and in wearing long robes while you put heavy burdens, grievous to be borne, on men’s shoulders. And when the souls of men stagger under these heavy burdens, you will not so much as lift with one of your fingers. Woe upon you who take your greatest delight in building tombs for the prophets your fathers killed! And that you consent to what your fathers did is made manifest when you now plan to kill those who come in this day doing what the prophets did in their day—proclaiming the righteousness of God and revealing the mercy of the heavenly Father. But of all the generations that are past, the blood of the prophets and the apostles shall be required of this perverse and self-righteous generation. Woe upon all of you lawyers who have taken away the key of knowledge from the common people! You yourselves refuse to enter into the way of truth, and at the same time you would hinder all others who seek to enter therein. But you cannot thus shut up the doors of the kingdom of heaven; these we have opened to all who have the faith to enter, and these portals of mercy shall not be closed by the prejudice and arrogance of false teachers and untrue shepherds who are like whited sepulchres which, while outwardly they appear beautiful, are inwardly full of dead men’s bones and all manner of spiritual uncleanness.” |
166:1.6 (1826.3) Cuando Jesús hubo terminado de hablar en la mesa de Natanael, salió de la casa sin haber participado en la comida. De todos los fariseos que habían escuchado estas palabras, algunos creyeron en su enseñanza y entraron en el reino, pero más numerosos fueron los que persistieron en el camino de las tinieblas, estando cada vez más decididos a espiarlo para poder atrapar algunas de sus palabras y utilizarlas para procesarlo y juzgarlo ante el sanedrín de Jerusalén. |
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166:1.6 (1826.3) And when Jesus had finished speaking at Nathaniel’s table, he went out of the house without partaking of food. And of the Pharisees who heard these words, some became believers in his teaching and entered into the kingdom, but the larger number persisted in the way of darkness, becoming all the more determined to lie in wait for him that they might catch some of his words which could be used to bring him to trial and judgment before the Sanhedrin at Jerusalem. |
166:1.7 (1827.1) Había únicamente tres cosas a las que los fariseos prestaban una atención particular: |
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166:1.7 (1827.1) There were just three things to which the Pharisees paid particular attention: |
166:1.8 (1827.2) 1. Practicar estrictamente el diezmo. |
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166:1.8 (1827.2) 1. The practice of strict tithing. |
166:1.9 (1827.3) 2. Cumplir escrupulosamente las reglas de purificación. |
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166:1.9 (1827.3) 2. Scrupulous observance of the laws of purification. |
166:1.10 (1827.4) 3. Evitar asociarse con todos los que no fueran fariseos. |
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166:1.10 (1827.4) 3. Avoidance of association with all non-Pharisees. |
166:1.11 (1827.5) En aquel momento, Jesús trataba de poner al descubierto la esterilidad espiritual de las dos primeras prácticas; en cuanto a sus observaciones destinadas a reprender a los fariseos por su rechazo a mantener relaciones sociales con los no fariseos, las reservó para una ocasión posterior en la que cenaría de nuevo con muchos de estos mismos hombres. |
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166:1.11 (1827.5) At this time Jesus sought to expose the spiritual barrenness of the first two practices, while he reserved his remarks designed to rebuke the Pharisees’ refusal to engage in social intercourse with non-Pharisees for another and subsequent occasion when he would again be dining with many of these same men. |
2. Los diez leprosos ^top |
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2. The Ten Lepers ^top |
166:2.1 (1827.6) Al día siguiente, Jesús fue con los doce a Amatus, cerca de la frontera de Samaria. Al acercarse a la ciudad, se encontraron con un grupo de diez leprosos que residían por algún tiempo cerca de aquel lugar. Nueve de ellos eran judíos y uno samaritano. Normalmente, estos judíos habrían evitado toda asociación o todo contacto con este samaritano, pero la aflicción que tenían en común era más que suficiente para superar todos los prejuicios religiosos. Habían oído hablar mucho de Jesús y de sus primeras curaciones milagrosas, y como los setenta tenían la costumbre de anunciar la hora aproximada en que Jesús llegaría cuando el Maestro estaba de gira con los doce, los diez leprosos se habían enterado de que aparecería por estas inmediaciones hacia esta hora; en consecuencia, estaban apostados aquí en las afueras de la ciudad, con la esperanza de atraer su atención y pedirle la curación. Cuando los leprosos vieron llegar a Jesús, no se atrevieron a acercarse a él y se mantuvieron a distancia, gritándole: «Maestro, ten piedad de nosotros; límpianos de nuestra aflicción. Cúranos como has curado a otros.» |
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166:2.1 (1827.6) The next day Jesus went with the twelve over to Amathus, near the border of Samaria, and as they approached the city, they encountered a group of ten lepers who sojourned near this place. Nine of this group were Jews, one a Samaritan. Ordinarily these Jews would have refrained from all association or contact with this Samaritan, but their common affliction was more than enough to overcome all religious prejudice. They had heard much of Jesus and his earlier miracles of healing, and since the seventy made a practice of announcing the time of Jesus’ expected arrival when the Master was out with the twelve on these tours, the ten lepers had been made aware that he was expected to appear in this vicinity at about this time; and they were, accordingly, posted here on the outskirts of the city where they hoped to attract his attention and ask for healing. When the lepers saw Jesus drawing near them, not daring to approach him, they stood afar off and cried to him: “Master, have mercy on us; cleanse us from our affliction. Heal us as you have healed others.” |
166:2.2 (1827.7) Jesús acababa de explicar a los doce por qué los gentiles de Perea, junto con los judíos menos ortodoxos, estaban más dispuestos que los judíos de Judea, más ortodoxos y atados a la tradición, a creer en el evangelio predicado por los setenta. Había llamado su atención sobre el hecho de que su mensaje también había sido recibido más fácilmente por los galileos, e incluso por los samaritanos. Pero los doce apóstoles aún no estaban dispuestos a mantener sentimientos amistosos hacia los samaritanos, despreciados durante tanto tiempo. |
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166:2.2 (1827.7) Jesus had just been explaining to the twelve why the gentiles of Perea, together with the less orthodox Jews, were more willing to believe the gospel preached by the seventy than were the more orthodox and tradition-bound Jews of Judea. He had called their attention to the fact that their message had likewise been more readily received by the Galileans, and even by the Samaritans. But the twelve apostles were hardly yet willing to entertain kind feelings for the long-despised Samaritans. |
166:2.3 (1827.8) En consecuencia, cuando Simón Celotes observó al samaritano entre los leprosos, intentó persuadir al Maestro para que siguiera andando hasta la ciudad sin detenerse siquiera para intercambiar saludos con ellos. Jesús le dijo a Simón: «Pero, ¿y si el samaritano ama a Dios tanto como los judíos? ¿Vamos a juzgar a nuestros semejantes? ¿Quién puede decirlo? Si curamos a estos diez hombres, quizás el samaritano resulte ser más agradecido incluso que los judíos. ¿Te sientes seguro de tus opiniones, Simón?» Simón replicó de inmediato: «Si los purificas, lo averiguarás enseguida.» Y Jesús contestó: «Así será, Simón, y pronto conocerás la verdad sobre la gratitud de los hombres y la misericordia amorosa de Dios.» |
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166:2.3 (1827.8) Accordingly, when Simon Zelotes observed the Samaritan among the lepers, he sought to induce the Master to pass on into the city without even hesitating to exchange greetings with them. Said Jesus to Simon: “But what if the Samaritan loves God as well as the Jews? Should we sit in judgment on our fellow men? Who can tell? if we make these ten men whole, perhaps the Samaritan will prove more grateful even than the Jews. Do you feel certain about your opinions, Simon?” And Simon quickly replied, “If you cleanse them, you will soon find out.” And Jesus replied: “So shall it be, Simon, and you will soon know the truth regarding the gratitude of men and the loving mercy of God.” |
166:2.4 (1827.9) Jesús se acercó a los leprosos, y dijo: «Si queréis recuperar la salud, id inmediatamente a mostraros a los sacerdotes, como lo exige la ley de Moisés.» Y mientras iban de camino, recuperaron la salud. Cuando el samaritano vio que había sido curado, volvió sobre sus pasos buscando a Jesús, y empezó a glorificar a Dios en voz alta. Cuando hubo encontrado al Maestro, cayó de rodillas a sus pies y dio gracias por su purificación. Los otros nueve, los judíos, también habían descubierto que habían sido curados, y aunque también estaban agradecidos por su purificación, continuaron su camino para mostrarse a los sacerdotes. |
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166:2.4 (1827.9) Jesus, going near the lepers, said: “If you would be made whole, go forthwith and show yourselves to the priests as required by the law of Moses.” And as they went, they were made whole. But when the Samaritan saw that he was being healed, he turned back and, going in quest of Jesus, began to glorify God with a loud voice. And when he had found the Master, he fell on his knees at his feet and gave thanks for his cleansing. The nine others, the Jews, had also discovered their healing, and while they also were grateful for their cleansing, they continued on their way to show themselves to the priests. |
166:2.5 (1828.1) Mientras el samaritano permanecía arrodillado a los pies de Jesús, el Maestro miró sucesivamente a los doce, especialmente a Simón Celotes, y dijo: «¿No han sido purificados los diez? ¿Dónde están entonces los otros nueve, los judíos? Solamente uno, este extranjero, ha regresado para dar gloria a Dios.» Luego dijo al samaritano: «Levántate y sigue tu camino; tu fe te ha curado.» |
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166:2.5 (1828.1) As the Samaritan remained kneeling at Jesus’ feet, the Master, looking about at the twelve, especially at Simon Zelotes, said: “Were not ten cleansed? Where, then, are the other nine, the Jews? Only one, this alien, has returned to give glory to God.” And then he said to the Samaritan, “Arise and go your way; your faith has made you whole.” |
166:2.6 (1828.2) Jesús miró de nuevo a sus apóstoles mientras el extranjero se alejaba. Y todos los apóstoles miraron a Jesús, excepto Simón Celotes, que tenía la mirada baja. Los doce no dijeron ni una palabra. Y Jesús tampoco habló; no era necesario hacerlo. |
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166:2.6 (1828.2) Jesus looked again at his apostles as the stranger departed. And the apostles all looked at Jesus, save Simon Zelotes, whose eyes were downcast. The twelve said not a word. Neither did Jesus speak; it was not necessary that he should. |
166:2.7 (1828.3) Aunque estos diez hombres creían realmente que tenían la lepra, solamente cuatro sufrían de ella. Los otros seis fueron curados de una enfermedad de la piel que había sido confundida con la lepra. Pero el samaritano tenía realmente la lepra. |
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166:2.7 (1828.3) Though all ten of these men really believed they had leprosy, only four were thus afflicted. The other six were cured of a skin disease which had been mistaken for leprosy. But the Samaritan really had leprosy. |
166:2.8 (1828.4) Jesús ordenó a los doce que no dijeran nada sobre la purificación de los leprosos, y cuando entraban en Amatus, comentó: «Ya veis cómo los hijos de la casa, incluso cuando son desobedientes a la voluntad de su Padre, dan por sentadas sus bendiciones. Creen que es de poca importancia el dejar de dar las gracias cuando el Padre les concede la curación, pero cuando los extranjeros reciben los dones del dueño de la casa, se llenan de asombro y se sienten obligados a dar las gracias en reconocimiento por las buenas cosas que les han sido concedidas.» Y los apóstoles continuaron sin decir nada en respuesta a las palabras del Maestro. |
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166:2.8 (1828.4) Jesus enjoined the twelve to say nothing about the cleansing of the lepers, and as they went on into Amathus, he remarked: “You see how it is that the children of the house, even when they are insubordinate to their Father’s will, take their blessings for granted. They think it a small matter if they neglect to give thanks when the Father bestows healing upon them, but the strangers, when they receive gifts from the head of the house, are filled with wonder and are constrained to give thanks in recognition of the good things bestowed upon them.” And still the apostles said nothing in reply to the Master’s words. |
3. El sermón en Gerasa ^top |
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3. The Sermon at Gerasa ^top |
166:3.1 (1828.5) Mientras Jesús y los doce conversaban con los mensajeros del reino en Gerasa, uno de los fariseos que creían en él hizo la pregunta siguiente: «Señor, ¿en realidad se salvarán pocas o muchas personas?» Y Jesús contestó: |
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166:3.1 (1828.5) As Jesus and the twelve visited with the messengers of the kingdom at Gerasa, one of the Pharisees who believed in him asked this question: “Lord, will there be few or many really saved?” And Jesus, answering, said: |
166:3.2 (1828.6) «Os han enseñado que sólo los hijos de Abraham serán salvados, que sólo los gentiles de adopción pueden esperar la salvación. Como las Escrituras indican que de todas las multitudes que salieron de Egipto, sólo Caleb y Josué vivieron para entrar en la tierra prometida, algunos de vosotros habéis deducido que sólo un número relativamente pequeño de aquellos que buscan el reino de los cielos conseguirá entrar en él. |
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166:3.2 (1828.6) “You have been taught that only the children of Abraham will be saved; that only the gentiles of adoption can hope for salvation. Some of you have reasoned that, since the Scriptures record that only Caleb and Joshua from among all the hosts that went out of Egypt lived to enter the promised land, only a comparatively few of those who seek the kingdom of heaven shall find entrance thereto. |
166:3.3 (1828.7) «También tenéis otro dicho entre vosotros, y es un dicho que contiene mucha verdad: El camino que conduce a la vida eterna es recto y estrecho, y la puerta de acceso es igualmente estrecha, de manera que, de aquellos que buscan la salvación, pocos son los que logran entrar por esa puerta. También tenéis una enseñanza que dice que el camino que conduce a la destrucción es amplio, que su entrada es ancha, y que muchos escogen seguir ese camino. Este proverbio no está desprovisto de significado. Pero yo declaro que la salvación es, en primer lugar, una cuestión de elección personal. Aunque la puerta que conduce al camino de la vida sea estrecha, es lo suficientemente ancha como para recibir a todos los que intentan entrar sinceramente, porque yo soy esa puerta. Y el Hijo nunca le negará la entrada a ningún hijo del universo que aspira, por la fe, a encontrar al Padre a través del Hijo. |
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166:3.3 (1828.7) “You also have another saying among you, and one that contains much truth: That the way which leads to eternal life is straight and narrow, that the door which leads thereto is likewise narrow so that, of those who seek salvation, few can find entrance through this door. You also have a teaching that the way which leads to destruction is broad, that the entrance thereto is wide, and that there are many who choose to go this way. And this proverb is not without its meaning. But I declare that salvation is first a matter of your personal choosing. Even if the door to the way of life is narrow, it is wide enough to admit all who sincerely seek to enter, for I am that door. And the Son will never refuse entrance to any child of the universe who, by faith, seeks to find the Father through the Son. |
166:3.4 (1829.1) «Pero he aquí el peligro para todos los que quisieran aplazar su entrada en el reino, a fin de continuar buscando los placeres de la inmadurez y permitirse las satisfacciones del egoísmo: Al haberse negado a entrar en el reino como experiencia espiritual, quizás intenten más tarde entrar en él cuando la gloria del mejor camino sea revelada en la era por venir. Por consiguiente, aquellos que despreciaron el reino cuando yo vine en la similitud de la humanidad, tratarán de encontrar una entrada cuando sea revelado en la similitud de la divinidad; pero entonces diré a todos esos egoístas: No sé de dónde venís. Tuvisteis la oportunidad de prepararos para esta ciudadanía celestial, pero rehusasteis todas estas ofertas de misericordia; rechazasteis todas las invitaciones para venir mientras que la puerta estaba abierta. Ahora, para vosotros que habéis rechazado la salvación, la puerta está cerrada. Esta puerta no está abierta para aquellos que quieren entrar en el reino para glorificarse egoístamente. La salvación no es para los que no están dispuestos a pagar el precio de una dedicación entusiasta a hacer la voluntad de mi Padre. Cuando en vuestro espíritu y en vuestra alma le habéis dado la espalda al reino del Padre, es inútil permanecer mental y corporalmente delante de esta puerta, y llamar diciendo: ‘Señor, ábrenos; nosotros también queremos ser grandes en el reino.` Entonces declararé que no pertenecéis a mi redil. No os recibiré para que estéis con los que han librado el buen combate de la fe y han ganado la recompensa del servicio desinteresado en el reino en la Tierra. Y cuando digáis: ‘¿No comimos y bebimos contigo, y no enseñaste en nuestras calles?`, entonces declararé de nuevo que sois unos extranjeros espirituales; que no servimos juntos en el ministerio de misericordia del Padre en la Tierra; que no os conozco; y entonces, el Juez de toda la Tierra os dirá: ‘Apartaos de nosotros, todos los que habéis disfrutado con las obras de la iniquidad.` |
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166:3.4 (1829.1) “But herein is the danger to all who would postpone their entrance into the kingdom while they continue to pursue the pleasures of immaturity and indulge the satisfactions of selfishness: Having refused to enter the kingdom as a spiritual experience, they may subsequently seek entrance thereto when the glory of the better way becomes revealed in the age to come. And when, therefore, those who spurned the kingdom when I came in the likeness of humanity seek to find an entrance when it is revealed in the likeness of divinity, then will I say to all such selfish ones: I know not whence you are. You had your chance to prepare for this heavenly citizenship, but you refused all such proffers of mercy; you rejected all invitations to come while the door was open. Now, to you who have refused salvation, the door is shut. This door is not open to those who would enter the kingdom for selfish glory. Salvation is not for those who are unwilling to pay the price of wholehearted dedication to doing my Father’s will. When in spirit and soul you have turned your backs upon the Father’s kingdom, it is useless in mind and body to stand before this door and knock, saying, ‘Lord, open to us; we would also be great in the kingdom.’ Then will I declare that you are not of my fold. I will not receive you to be among those who have fought the good fight of faith and won the reward of unselfish service in the kingdom on earth. And when you say, ‘Did we not eat and drink with you, and did you not teach in our streets?’ then shall I again declare that you are spiritual strangers; that we were not fellow servants in the Father’s ministry of mercy on earth; that I do not know you; and then shall the Judge of all the earth say to you: ‘Depart from us, all you who have taken delight in the works of iniquity.’ |
166:3.5 (1829.2) «Pero no temáis; todo el que desee sinceramente encontrar la vida eterna entrando en el reino de Dios, hallará con seguridad esa salvación eterna. Pero vosotros, que rechazáis esta salvación, algún día veréis a los profetas de la semilla de Abraham sentarse en este reino glorificado con los creyentes de las naciones gentiles, para compartir el pan de la vida y refrescarse con el agua de la vida. Aquellos que se apoderen así del reino mediante el poder espiritual y los asaltos perseverantes de la fe viviente, vendrán del norte y del sur, del este y del oeste. Y mirad, muchos que son los primeros serán los últimos, y aquellos que son los últimos serán muchas veces los primeros.» |
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166:3.5 (1829.2) “But fear not; every one who sincerely desires to find eternal life by entrance into the kingdom of God shall certainly find such everlasting salvation. But you who refuse this salvation will some day see the prophets of the seed of Abraham sit down with the believers of the gentile nations in this glorified kingdom to partake of the bread of life and to refresh themselves with the water thereof. And they who shall thus take the kingdom in spiritual power and by the persistent assaults of living faith will come from the north and the south and from the east and the west. And, behold, many who are first will be last, and those who are last will many times be first.” |
166:3.6 (1829.3) Ésta fue, en verdad, una versión nueva e insólita del viejo proverbio bien conocido sobre el camino recto y estrecho. |
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166:3.6 (1829.3) This was indeed a new and strange version of the old and familiar proverb of the straight and narrow way. |
166:3.7 (1829.4) Lentamente, los apóstoles y muchos discípulos aprendían el significado de la declaración inicial de Jesús: «A menos que nazcáis de nuevo, que nazcáis del espíritu, no podréis entrar en el reino de Dios.» Sin embargo, para todos los que son honrados de corazón y tienen una fe sincera, es eternamente cierto que: «Mirad, permanezco en la puerta del corazón de los hombres y llamo; si alguien me abre, entraré, cenaré con él y lo alimentaré con el pan de la vida; seremos uno solo en espíritu y en propósito, y así seremos siempre hermanos en el largo y fructífero servicio de buscar al Padre Paradisiaco.» Así pues, si los que se van a salvar son muchos o pocos, eso depende enteramente de que muchos o pocos hagan caso de la invitación: «Yo soy la puerta, yo soy el camino nuevo y viviente, y cualquiera que lo desee puede entrar para emprender la búsqueda interminable de la verdad, que durará la vida eterna.» |
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166:3.7 (1829.4) Slowly the apostles and many of the disciples were learning the meaning of Jesus’ early declaration: “Unless you are born again, born of the spirit, you cannot enter the kingdom of God.” Nevertheless, to all who are honest of heart and sincere in faith, it remains eternally true: “Behold, I stand at the doors of men’s hearts and knock, and if any man will open to me, I will come in and sup with him and will feed him with the bread of life; we shall be one in spirit and purpose, and so shall we ever be brethren in the long and fruitful service of the search for the Paradise Father.” And so, whether few or many are to be saved altogether depends on whether few or many will heed the invitation: “I am the door, I am the new and living way, and whosoever wills may enter to embark upon the endless truth-search for eternal life.” |
166:3.8 (1829.5) Los mismos apóstoles eran incapaces de comprender plenamente su enseñanza sobre la necesidad de utilizar la fuerza espiritual a fin de vencer todas las resistencias materiales, y para superar todos los obstáculos terrenales que casualmente pudieran impedir la comprensión de los valores espirituales, sumamente importantes, de la nueva vida en el espíritu, como hijos liberados de Dios. |
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166:3.8 (1829.5) Even the apostles were unable fully to comprehend his teaching as to the necessity for using spiritual force for the purpose of breaking through all material resistance and for surmounting every earthly obstacle which might chance to stand in the way of grasping the all-important spiritual values of the new life in the spirit as the liberated sons of God. |
4. La enseñanza sobre los accidentes ^top |
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4. Teaching About Accidents ^top |
166:4.1 (1830.1) Aunque la mayoría de los palestinos sólo hacían dos comidas al día, Jesús y los apóstoles tenían la costumbre, cuando iban de viaje, de detenerse al mediodía para descansar y tomar un refrigerio. En una de estas detenciones del mediodía, en el camino de Filadelfia, fue cuando Tomás le preguntó a Jesús: «Maestro, después de haber escuchado tus comentarios mientras viajábamos esta mañana, me gustaría averiguar si los seres espirituales están implicados en la producción de acontecimientos extraños y extraordinarios en el mundo material, y preguntar además si los ángeles y otros seres espirituales son capaces de impedir los accidentes.» |
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166:4.1 (1830.1) While most Palestinians ate only two meals a day, it was the custom of Jesus and the apostles, when on a journey, to pause at midday for rest and refreshment. And it was at such a noontide stop on the way to Philadelphia that Thomas asked Jesus: “Master, from hearing your remarks as we journeyed this morning, I would like to inquire whether spiritual beings are concerned in the production of strange and extraordinary events in the material world and, further, to ask whether the angels and other spirit beings are able to prevent accidents.” |
166:4.2 (1830.2) En respuesta a la pregunta de Tomás, Jesús dijo: «¿He estado tanto tiempo con vosotros, y sin embargo continuáis haciéndome estas preguntas? ¿No habéis observado que el Hijo del Hombre vive como uno de vosotros, y que se niega firmemente a emplear las fuerzas del cielo para su sostenimiento personal? ¿No vivimos todos con los mismos recursos que emplean todos los hombres para existir? ¿Acaso veis que el poder del mundo espiritual se manifieste en la vida material de este mundo, salvo en la revelación del Padre y en la curación esporádica de sus hijos afligidos? |
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166:4.2 (1830.2) In answer to Thomas’s inquiry, Jesus said: “Have I been so long with you, and yet you continue to ask me such questions? Have you failed to observe how the Son of Man lives as one with you and consistently refuses to employ the forces of heaven for his personal sustenance? Do we not all live by the same means whereby all men exist? Do you see the power of the spiritual world manifested in the material life of this world, save for the revelation of the Father and the sometime healing of his afflicted children? |
166:4.3 (1830.3) «Vuestros antepasados han creído durante demasiado tiempo que la prosperidad era el signo de la aprobación divina, y que la adversidad era la prueba del desagrado de Dios. Afirmo que esas creencias son supersticiones. ¿No observáis que un número mucho mayor de pobres reciben el evangelio con regocijo y entran inmediatamente en el reino? Si las riquezas prueban el favor divino, ¿por qué los ricos se niegan tantas veces a creer en esta buena nueva que procede del cielo? |
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166:4.3 (1830.3) “All too long have your fathers believed that prosperity was the token of divine approval; that adversity was the proof of God’s displeasure. I declare that such beliefs are superstitions. Do you not observe that far greater numbers of the poor joyfully receive the gospel and immediately enter the kingdom? If riches evidence divine favor, why do the rich so many times refuse to believe this good news from heaven? |
166:4.4 (1830.4) «El Padre hace caer su lluvia sobre los justos y los injustos; el Sol brilla de igual manera sobre los virtuosos y los perversos. Habéis oído hablar de aquellos galileos cuya sangre mezcló Pilatos con la de los sacrificios, pero yo os digo que esos galileos no eran de ninguna manera más pecadores que todos sus semejantes, simplemente porque esto les sucedió a ellos. También conocéis la historia de los dieciocho hombres que perecieron por la caída de la torre de Siloé. No creáis que esos hombres que fueron aniquilados así eran más pecadores que todos sus hermanos de Jerusalén. Esas personas fueron simplemente las víctimas inocentes de uno de los accidentes del tiempo. |
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166:4.4 (1830.4) “The Father causes his rain to fall on the just and the unjust; the sun likewise shines on the righteous and the unrighteous. You know about those Galileans whose blood Pilate mingled with the sacrifices, but I tell you these Galileans were not in any manner sinners above all their fellows just because this happened to them. You also know about the eighteen men upon whom the tower of Siloam fell, killing them. Think not that these men who were thus destroyed were offenders above all their brethren in Jerusalem. These folks were simply innocent victims of one of the accidents of time. |
166:4.5 (1830.5) «Existen tres tipos de acontecimientos que se pueden producir en vuestras vidas: |
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166:4.5 (1830.5) “There are three groups of events which may occur in your lives: |
166:4.6 (1830.6) «1. Podéis participar en aquellos acontecimientos normales que forman parte de la vida que vosotros y vuestros compañeros vivís sobre la faz de la Tierra. |
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166:4.6 (1830.6) “1. You may share in those normal happenings which are a part of the life you and your fellows live on the face of the earth. |
166:4.7 (1830.7) «2. Podéis ser víctimas por casualidad de uno de los accidentes de la naturaleza, de una de las desgracias humanas, sabiendo muy bien que esos sucesos no están de ninguna manera preparados de antemano ni son producidos de otro modo por las fuerzas espirituales del planeta. |
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166:4.7 (1830.7) “2. You may chance to fall victim to one of the accidents of nature, one of the mischances of men, knowing full well that such occurrences are in no way prearranged or otherwise produced by the spiritual forces of the realm. |
166:4.8 (1830.8) «3. Podéis recoger la cosecha de vuestros esfuerzos directos por acatar las leyes naturales que gobiernan el mundo.» |
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166:4.8 (1830.8) “3. You may reap the harvest of your direct efforts to comply with the natural laws governing the world. |
166:4.9 (1830.9) «Había un hombre que plantó una higuera en su patio, y después de ir muchas veces a buscar los frutos sin encontrar ninguno, llamó a los viñadores y les dijo: ‘He venido aquí durante tres temporadas para buscar los frutos de esta higuera y no he encontrado ninguno. Derribad este árbol estéril; ¿para qué tiene que estar estorbando en el suelo?` Pero el jardinero en jefe respondió a su señor: ‘Déjalo tranquilo durante un año más para que yo pueda cavar a su alrededor y echarle abono; si el año que viene no produce frutos, entonces lo cortaremos.` Y cuando se hubieron sometido así a las leyes de la fertilidad, fueron recompensados con una cosecha abundante, ya que el árbol estaba vivo y en buen estado. |
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166:4.9 (1830.9) “There was a certain man who planted a fig tree in his yard, and when he had many times sought fruit thereon and found none, he called the vinedressers before him and said: ‘Here have I come these three seasons looking for fruit on this fig tree and have found none. Cut down this barren tree; why should it encumber the ground?’ But the head gardener answered his master: ‘Let it alone for one more year so that I may dig around it and put on fertilizer, and then, next year, if it bears no fruit, it shall be cut down.’ And when they had thus complied with the laws of fruitfulness, since the tree was living and good, they were rewarded with an abundant yield. |
166:4.10 (1831.1) «En las cosas de la enfermedad y de la salud, deberíais saber que esos estados físicos son el resultado de causas materiales; la salud no es la sonrisa del cielo, ni la aflicción el enojo de Dios. |
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166:4.10 (1831.1) “In the matter of sickness and health, you should know that these bodily states are the result of material causes; health is not the smile of heaven, neither is affliction the frown of God. |
166:4.11 (1831.2) «Los hijos humanos del Padre tienen la misma capacidad para recibir las bendiciones materiales; por eso, concede las cosas físicas a los hijos de los hombres sin discriminación. Cuando se trata de atribuir los dones espirituales, el Padre está limitado por la capacidad del hombre para recibir estos dones divinos. Aunque el Padre no hace acepción de personas, en la atribución de los dones espirituales está limitado por la fe del hombre y por su buena disposición para atenerse siempre a la voluntad del Padre.» |
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166:4.11 (1831.2) “The Father’s human children have equal capacity for the reception of material blessings; therefore does he bestow things physical upon the children of men without discrimination. When it comes to the bestowal of spiritual gifts, the Father is limited by man’s capacity for receiving these divine endowments. Although the Father is no respecter of persons, in the bestowal of spiritual gifts he is limited by man’s faith and by his willingness always to abide by the Father’s will.” |
166:4.12 (1831.3) Mientras viajaban hacia Filadelfia, Jesús continuó enseñándoles y respondiendo a sus preguntas sobre los accidentes, las enfermedades y los milagros, pero no fueron capaces de comprender plenamente esta enseñanza. Una hora de enseñanza no es suficiente para cambiar por completo las creencias de toda una vida, y por eso Jesús creyó necesario reiterar su mensaje, decirles una y otra vez lo que deseaba hacerles comprender; y aún así, no lograron captar el significado de su misión terrenal hasta después de su muerte y resurrección. |
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166:4.12 (1831.3) As they journeyed on toward Philadelphia, Jesus continued to teach them and to answer their questions having to do with accidents, sickness, and miracles, but they were not able fully to comprehend this instruction. One hour of teaching will not wholly change the beliefs of a lifetime, and so Jesus found it necessary to reiterate his message, to tell again and again that which he wished them to understand; and even then they failed to grasp the meaning of his earth mission until after his death and resurrection. |
5. La congregación de Filadelfia ^top |
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5. The Congregation at Philadelphia ^top |
166:5.1 (1831.4) Jesús y los doce iban de camino para visitar a Abner y a sus asociados, que predicaban y enseñaban en Filadelfia. De todas las ciudades de Perea, es en Filadelfia donde el grupo más numeroso de judíos y gentiles, ricos y pobres, eruditos e ignorantes, aceptó las enseñanzas de los setenta y entró así en el reino de los cielos. La sinagoga de Filadelfia nunca había estado sometida a la supervisión del sanedrín de Jerusalén, por lo que nunca había estado cerrada a las enseñanzas de Jesús y sus compañeros. En ese mismo momento, Abner enseñaba tres veces al día en la sinagoga de Filadelfia. |
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166:5.1 (1831.4) Jesus and the twelve were on their way to visit Abner and his associates, who were preaching and teaching in Philadelphia. Of all the cities of Perea, in Philadelphia the largest group of Jews and gentiles, rich and poor, learned and unlearned, embraced the teachings of the seventy, thereby entering into the kingdom of heaven. The synagogue of Philadelphia had never been subject to the supervision of the Sanhedrin at Jerusalem and therefore had never been closed to the teachings of Jesus and his associates. At this very time, Abner was teaching three times a day in the Philadelphia synagogue. |
166:5.2 (1831.5) Esta misma sinagoga se convirtió más tarde en una iglesia cristiana y fue el cuartel general de los misioneros que promulgaron el evangelio en las regiones situadas al este. Fue mucho tiempo la plaza fuerte de las enseñanzas del Maestro, y durante siglos se mantuvo sola en esta región como centro del conocimiento cristiano. |
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166:5.2 (1831.5) This very synagogue later on became a Christian church and was the missionary headquarters for the promulgation of the gospel through the regions to the east. It was long a stronghold of the Master’s teachings and stood alone in this region as a center of Christian learning for centuries. |
166:5.3 (1831.6) Los judíos de Jerusalén siempre habían tenido problemas con los judíos de Filadelfia. Después de la muerte y resurrección de Jesús, la iglesia de Jerusalén, cuyo jefe era Santiago, el hermano del Señor, empezó a tener graves dificultades con la congregación de creyentes de Filadelfia. Abner se convirtió en el jefe de la iglesia de Filadelfia, y continuó siéndolo hasta su muerte. Este distanciamiento de Jerusalén explica por qué los relatos evangélicos del Nuevo Testamento no mencionan nada sobre Abner y su obra. Esta enemistad entre Jerusalén y Filadelfia permaneció durante toda la vida de Santiago y Abner, y continuó hasta algún tiempo después de la destrucción de Jerusalén. Filadelfia fue realmente el centro de la iglesia primitiva en el sur y en el este, como Antioquía lo fue en el norte y el oeste. |
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166:5.3 (1831.6) The Jews at Jerusalem had always had trouble with the Jews of Philadelphia. And after the death and resurrection of Jesus the Jerusalem church, of which James the Lord’s brother was head, began to have serious difficulties with the Philadelphia congregation of believers. Abner became the head of the Philadelphia church, continuing as such until his death. And this estrangement with Jerusalem explains why nothing is heard of Abner and his work in the Gospel records of the New Testament. This feud between Jerusalem and Philadelphia lasted throughout the lifetimes of James and Abner and continued for some time after the destruction of Jerusalem. Philadelphia was really the headquarters of the early church in the south and east as Antioch was in the north and west. |
166:5.4 (1831.7) Fue una aparente desgracia para Abner estar en desacuerdo con todos los jefes de la iglesia cristiana primitiva. Riñó con Pedro y Santiago (el hermano de Jesús) sobre cuestiones relacionadas con la administración y la jurisdicción de la iglesia de Jerusalén; se separó de Pablo por divergencias sobre filosofía y teología. Abner tenía una filosofía más babilónica que helenista, y se opuso obstinadamente a todos los intentos de Pablo por rehacer las enseñanzas de Jesús para que ocasionaran menos objeciones, primero entre los judíos, y luego entre los grecorromanos que creían en los misterios. |
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166:5.4 (1831.7) It was the apparent misfortune of Abner to be at variance with all of the leaders of the early Christian church. He fell out with Peter and James (Jesus’ brother) over questions of administration and the jurisdiction of the Jerusalem church; he parted company with Paul over differences of philosophy and theology. Abner was more Babylonian than Hellenic in his philosophy, and he stubbornly resisted all attempts of Paul to remake the teachings of Jesus so as to present less that was objectionable, first to the Jews, then to the Greco-Roman believers in the mysteries. |
166:5.5 (1832.1) Abner se vio obligado así a vivir una vida de aislamiento. Era el jefe de una iglesia que no gozaba de ninguna reputación en Jerusalén. Se había atrevido a desafiar a Santiago, el hermano del Señor, que posteriormente fue apoyado por Pedro. Esta conducta lo separó efectivamente de todos sus antiguos asociados. Luego se atrevió a oponerse a Pablo. Aunque estaba totalmente de acuerdo con la misión de Pablo entre los gentiles, y aunque lo apoyaba en sus disputas con la iglesia de Jerusalén, se opuso encarnizadamente a la versión de las enseñanzas de Jesús que Pablo había elegido predicar. En los últimos años de su vida, Abner denunció a Pablo como el «hábil corruptor de las enseñanzas de la vida de Jesús de Nazaret, el Hijo del Dios viviente». |
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166:5.5 (1832.1) Thus was Abner compelled to live a life of isolation. He was head of a church which was without standing at Jerusalem. He had dared to defy James the Lord’s brother, who was subsequently supported by Peter. Such conduct effectively separated him from all his former associates. Then he dared to withstand Paul. Although he was wholly sympathetic with Paul in his mission to the gentiles, and though he supported him in his contentions with the church at Jerusalem, he bitterly opposed the version of Jesus’ teachings which Paul elected to preach. In his last years Abner denounced Paul as the “clever corrupter of the life teachings of Jesus of Nazareth, the Son of the living God.” |
166:5.6 (1832.2) Durante los últimos años de Abner y hasta algún tiempo después de su muerte, los creyentes de Filadelfia se atuvieron a la religión de Jesús, tal como éste la había vivido y enseñado, más estrictamente que cualquier otro grupo en la Tierra. |
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166:5.6 (1832.2) During the later years of Abner and for some time thereafter, the believers at Philadelphia held more strictly to the religion of Jesus, as he lived and taught, than any other group on earth. |
166:5.7 (1832.3) Abner vivió hasta los 89 años de edad, y murió en Filadelfia el día 21 de noviembre del año 74. Hasta el final de su vida, fue un creyente fiel en el evangelio del reino celestial y un instructor del mismo. |
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166:5.7 (1832.3) Abner lived to be 89 years old, dying at Philadelphia on the 21st day of November, a.d. 74. And to the very end he was a faithful believer in, and teacher of, the gospel of the heavenly kingdom. |