Documento 167   Paper 167
La visita a Filadelfia   The Visit to Philadelphia
167:0.1 (1833.1) A LO largo de todo este período de ministerio en Perea, cuando se menciona que Jesús y los apóstoles visitaban las diversas localidades donde trabajaban los setenta, es bueno recordar que, por regla general, sólo lo acompañaban diez apóstoles, pues tenía la costumbre de dejar en Pella al menos a dos apóstoles para instruir a la multitud. Mientras Jesús se preparaba para ir a Filadelfia, Simón Pedro y su hermano Andrés regresaron al campamento de Pella para enseñar a la muchedumbre allí reunida. Cuando el Maestro dejaba el campamento de Pella para recorrer Perea, no era raro que lo siguieran entre trescientas y quinientas personas que residían en el campamento. Cuando llegó a Filadelfia, iba acompañado por más de seiscientos seguidores.   167:0.1 (1833.1) THROUGHOUT this period of the Perean ministry, when mention is made of Jesus and the apostles visiting the various localities where the seventy were at work, it should be recalled that, as a rule, only ten were with him since it was the practice to leave at least two of the apostles at Pella to instruct the multitude. As Jesus prepared to go on to Philadelphia, Simon Peter and his brother, Andrew, returned to the Pella encampment to teach the crowds there assembled. When the Master left the camp at Pella to visit about Perea, it was not uncommon for from three to five hundred of the campers to follow him. When he arrived at Philadelphia, he was accompanied by over six hundred followers.
167:0.2 (1833.2) Ningún milagro se había producido durante la reciente gira de predicación a través de la Decápolis y, a excepción de la purificación de los diez leprosos, hasta ese momento no había habido ningún milagro en esta misión en Perea. Era un período en el que el evangelio se proclamaba con poder, sin milagros, y la mayor parte del tiempo sin la presencia personal de Jesús ni tampoco de sus apóstoles.   167:0.2 (1833.2) No miracles had attended the recent preaching tour through the Decapolis, and, excepting the cleansing of the ten lepers, thus far there had been no miracles on this Perean mission. This was a period when the gospel was proclaimed with power, without miracles, and most of the time without the personal presence of Jesus or even of his apostles.
167:0.3 (1833.3) Jesús y los diez apóstoles llegaron a Filadelfia el miércoles 22 de febrero, y el jueves y el viernes los pasaron descansando de sus viajes y trabajos recientes. Santiago habló en la sinagoga aquel viernes por la noche, y se convocó un consejo general para el día siguiente al anochecer. Estaban muy contentos por el progreso del evangelio en Filadelfia y en los pueblos cercanos. Los mensajeros de David también trajeron noticias de los nuevos progresos del reino por toda Palestina, así como buenas nuevas de Alejandría y Damasco.   167:0.3 (1833.3) Jesus and the ten apostles arrived at Philadelphia on Wednesday, February 22, and spent Thursday and Friday resting from their recent travels and labors. That Friday night James spoke in the synagogue, and a general council was called for the following evening. They were much rejoiced over the progress of the gospel at Philadelphia and among the near-by villages. The messengers of David also brought word of the further advancement of the kingdom throughout Palestine, as well as good news from Alexandria and Damascus.
1. El desayuno con los fariseos ^top   1. Breakfast with the Pharisees ^top
167:1.1 (1833.4) En Filadelfia vivía un fariseo muy rico e influyente que había aceptado las enseñanzas de Abner, y que invitó a Jesús a desayunar en su casa el sábado por la mañana. Se sabía que a Jesús se le esperaba en Filadelfia a esa hora, por lo que un gran número de visitantes, entre ellos muchos fariseos, habían venido de Jerusalén y de otros lugares. En consecuencia, unos cuarenta de estos dirigentes y algunos juristas, fueron invitados a este desayuno que se había organizado en honor del Maestro.   167:1.1 (1833.4) There lived in Philadelphia a very wealthy and influential Pharisee who had accepted the teachings of Abner, and who invited Jesus to his house Sabbath morning for breakfast. It was known that Jesus was expected in Philadelphia at this time; so a large number of visitors, among them many Pharisees, had come over from Jerusalem and from elsewhere. Accordingly, about forty of these leading men and a few lawyers were bidden to this breakfast, which had been arranged in honor of the Master.
167:1.2 (1833.5) Mientras Jesús permanecía cerca de la puerta hablando con Abner, y después de que el mismo anfitrión se hubiera sentado, uno de los fariseos principales de Jerusalén, miembro del sanedrín, entró en la sala y, siguiendo su costumbre, se dirigió directamente al asiento de honor, a la izquierda del anfitrión. Pero como este lugar había sido reservado para el Maestro, y el de la derecha para Abner, el anfitrión señaló al fariseo de Jerusalén que se sentara en el cuarto asiento a la izquierda, y este dignatario se ofendió mucho por no haber recibido el asiento de honor.   167:1.2 (1833.5) As Jesus lingered by the door, speaking with Abner, and after the host had seated himself, there came into the room one of the leading Pharisees of Jerusalem, a member of the Sanhedrin, and as was his habit, he made straight for the seat of honor at the left of the host. But since this place had been reserved for the Master and that on the right for Abner, the host beckoned the Jerusalem Pharisee to sit four seats to the left, and this dignitary was much offended because he did not receive the seat of honor.
167:1.3 (1834.1) Pronto, todos estuvieron sentados y disfrutando de la conversación entre ellos, ya que la mayoría de los presentes eran discípulos de Jesús o bien eran favorables al evangelio. Sólo sus enemigos notaron el hecho de que no había cumplido con la ceremonia de lavarse las manos antes de sentarse para comer. Abner se lavó las manos al principio de la comida, pero no durante el servicio.   167:1.3 (1834.1) Soon they were all seated and enjoying the visiting among themselves since the majority of those present were disciples of Jesus or else were friendly to the gospel. Only his enemies took notice of the fact that he did not observe the ceremonial washing of his hands before he sat down to eat. Abner washed his hands at the beginning of the meal but not during the serving.
167:1.4 (1834.2) Hacia el final de la comida, un hombre procedente de la calle entró en la sala; había estado afligido durante mucho tiempo con una enfermedad crónica, y ahora se encontraba en un estado hidrópico. Este hombre era creyente, y había sido bautizado recientemente por los compañeros de Abner. No le pidió a Jesús que lo curara, pero el Maestro sabía muy bien que este enfermo había acudido al desayuno con la esperanza de evitar las multitudes que se agolpaban a su alrededor, y así tener más posibilidades de atraer su atención. Este hombre sabía que por aquella época se realizaban pocos milagros; sin embargo, había razonado en su fuero interno que su estado lastimoso quizás atraería la compasión del Maestro. Y no estaba equivocado porque, en cuanto entró en la sala, tanto Jesús como el presuntuoso fariseo de Jerusalén advirtieron su presencia. El fariseo no tardó en expresar su indignación porque se permitiera a un individuo así entrar en la sala. Pero Jesús miró al enfermo y le sonrió con tanta bondad que éste se acercó y se sentó en el suelo. Cuando la comida estaba finalizando, el Maestro paseó su mirada sobre los demás invitados y luego, después de lanzar una mirada significativa al hombre con hidropesía, dijo: «Amigos míos, educadores de Israel y expertos juristas, me gustaría haceros una pregunta: ¿Es lícito, o no, curar a los enfermos y a los afligidos en el día del sábado?» Pero los que estaban allí presentes conocían muy bien a Jesús; guardaron silencio, y no contestaron a su pregunta.   167:1.4 (1834.2) Near the end of the meal there came in from the street a man long afflicted with a chronic disease and now in a dropsical condition. This man was a believer, having recently been baptized by Abner’s associates. He made no request of Jesus for healing, but the Master knew full well that this afflicted man came to this breakfast hoping thereby to escape the crowds which thronged him and thus be more likely to engage his attention. This man knew that few miracles were then being performed; however, he had reasoned in his heart that his sorry plight might possibly appeal to the Master’s compassion. And he was not mistaken, for, when he entered the room, both Jesus and the self-righteous Pharisee from Jerusalem took notice of him. The Pharisee was not slow to voice his resentment that such a one should be permitted to enter the room. But Jesus looked upon the sick man and smiled so benignly that he drew near and sat down upon the floor. As the meal was ending, the Master looked over his fellow guests and then, after glancing significantly at the man with dropsy, said: “My friends, teachers in Israel and learned lawyers, I would like to ask you a question: Is it lawful to heal the sick and afflicted on the Sabbath day, or not?” But those who were there present knew Jesus too well; they held their peace; they answered not his question.
167:1.5 (1834.3) Jesús se dirigió entonces al lugar donde estaba sentado el enfermo, lo cogió de la mano, y le dijo: «Levántate y sigue tu camino. No has pedido la curación, pero conozco el deseo de tu corazón y la fe de tu alma.» Antes de que el hombre abandonara la sala, Jesús volvió a su sitio y dirigió la palabra a los que estaban en la mesa, diciendo: «Mi Padre hace estas obras, no para induciros a entrar en el reino, sino para revelarse a los que ya están en el reino. Podéis percibir que sería muy propio del Padre hacer precisamente estas cosas, porque ¿quién de vosotros, si su animal favorito se cayera en el pozo el día del sábado, no saldría inmediatamente para sacarlo de allí?» Como nadie quería contestarle, y ya que su anfitrión aprobaba evidentemente lo que estaba sucediendo, Jesús se levantó y dijo a todos los presentes: «Hermanos míos, cuando os inviten a un banquete nupcial, no os sentéis en el asiento principal, no sea que un hombre más ilustre que vosotros haya sido invitado, y el anfitrión tenga que venir a rogaros que dejéis vuestro sitio al otro huésped de honor. En ese caso se os pedirá, para vuestra vergüenza, que ocupéis un sitio inferior en la mesa. Cuando os inviten a una fiesta, es una demostración de sabiduría, al llegar a la mesa del festín, buscar el asiento más humilde y sentaros allí, de tal manera que, cuando el anfitrión examine a los convidados, pueda deciros: ‘Amigo mío, ¿por qué te has sentado en el asiento más humilde? Ven más arriba`; y así ese hombre será glorificado en presencia de los demás invitados. No lo olvidéis: el que se ensalza a sí mismo será humillado, mientras que el que se humilla sinceramente será ensalzado. Por eso, cuando convidéis a almorzar o deis una cena, no invitéis siempre a vuestros amigos, vuestros hermanos, vuestros parientes o a vuestros vecinos ricos, para que ellos puedan invitaros a cambio a sus fiestas, y seáis así recompensados. Cuando ofrezcáis un banquete, invitad de vez en cuando a los pobres, a los mutilados y a los ciegos. De esa manera os sentiréis dichosos en vuestro corazón, porque sabéis muy bien que los cojos y los lisiados no pueden devolveros vuestra ayuda amorosa.»   167:1.5 (1834.3) Then went Jesus over to where the sick man sat and, taking him by the hand, said: “Arise and go your way. You have not asked to be healed, but I know the desire of your heart and the faith of your soul.” Before the man left the room, Jesus returned to his seat and, addressing those at the table, said: “Such works my Father does, not to tempt you into the kingdom, but to reveal himself to those who are already in the kingdom. You can perceive that it would be like the Father to do just such things because which one of you, having a favorite animal that fell in the well on the Sabbath day, would not go right out and draw him up?” And since no one would answer him, and inasmuch as his host evidently approved of what was going on, Jesus stood up and spoke to all present: “My brethren, when you are bidden to a marriage feast, sit not down in the chief seat, lest, perchance, a more honored man than you has been invited, and the host will have to come to you and request that you give your place to this other and honored guest. In this event, with shame you will be required to take a lower place at the table. When you are bidden to a feast, it would be the part of wisdom, on arriving at the festive table, to seek for the lowest place and take your seat therein, so that, when the host looks over the guests, he may say to you: ‘My friend, why sit in the seat of the least? come up higher’; and thus will such a one have glory in the presence of his fellow guests. Forget not, every one who exalts himself shall be humbled, while he who truly humbles himself shall be exalted. Therefore, when you entertain at dinner or give a supper, invite not always your friends, your brethren, your kinsmen, or your rich neighbors that they in return may bid you to their feasts, and thus will you be recompensed. When you give a banquet, sometimes bid the poor, the maimed, and the blind. In this way you shall be blessed in your heart, for you well know that the lame and the halt cannot repay you for your loving ministry.”
2. La parábola de la gran cena ^top   2. Parable of the Great Supper ^top
167:2.1 (1835.1) Cuando Jesús terminó de hablar en la mesa del desayuno del fariseo, uno de los juristas presentes, deseando romper el silencio, dijo sin reflexionar: «Bendito sea el que coma pan en el reino de Dios» — lo cual era un dicho corriente en aquella época. Jesús contó entonces una parábola, que incluso su amistoso anfitrión se vio obligado a tomar en serio. Dijo:   167:2.1 (1835.1) As Jesus finished speaking at the breakfast table of the Pharisee, one of the lawyers present, desiring to relieve the silence, thoughtlessly said: “Blessed is he who shall eat bread in the kingdom of God”—that being a common saying of those days. And then Jesus spoke a parable, which even his friendly host was compelled to take to heart. He said:
167:2.2 (1835.2) «Cierto dirigente ofreció una gran cena, y como había invitado a muchos huéspedes, a la hora de la cena envió a sus criados para que dijeran a los invitados: ‘Venid, pues ya está todo preparado.` Pero todos empezaron a excusarse unánimemente. El primero dijo: ‘Acabo de comprar una finca, y es absolutamente necesario que vaya a examinarla; te ruego que me excuses.` Otro dijo: ‘He comprado cinco yuntas de bueyes, y tengo que ir a recibirlas; te ruego que me excuses.` Y otro dijo: ‘Acabo de contraer matrimonio, y por esta razón no puedo ir.` Así pues, los criados regresaron e informaron de esto a su señor. Cuando el dueño de la casa escuchó esto, se irritó mucho, y volviéndose hacia sus criados, les dijo: ‘He preparado este banquete de boda; los animales cebados han sido matados, y todo está preparado para mis huéspedes, pero han desdeñado mi invitación; cada cual se ha ido a sus tierras y a sus mercancías, e incluso han mostrado una falta de respeto a mis criados que les pedían que vinieran a mi festín. Salid pues rápidamente a las calles y callejuelas de la ciudad, a las carreteras y a los caminos, y traed aquí a los pobres y a los parias, a los ciegos y a los cojos, para que haya invitados en el banquete de boda.` Los criados hicieron lo que su señor les había ordenado, y aún así quedaba sitio para más invitados. Entonces el señor dijo a sus criados: ‘Salid ahora a los caminos y a los campos, y obligad a los que estén allí a que vengan, para que se llene mi casa. Os aseguro que ninguno de los que fueron invitados en primer lugar probará mi cena.` Los criados hicieron lo que les había ordenado su señor, y la casa se llenó.»   167:2.2 (1835.2) “A certain ruler gave a great supper, and having bidden many guests, he dispatched his servants at suppertime to say to those who were invited, ‘Come, for everything is now ready.’ And they all with one accord began to make excuses. The first said, ‘I have just bought a farm, and I must needs go to prove it; I pray you have me excused.’ Another said, ‘I have bought five yoke of oxen, and I must go to receive them; I pray you have me excused.’ And another said, ‘I have just married a wife, and therefore I cannot come.’ So the servants went back and reported this to their master. When the master of the house heard this, he was very angry, and turning to his servants, he said: ‘I have made ready this marriage feast; the fatlings are killed, and all is in readiness for my guests, but they have spurned my invitation; they have gone every man after his lands and his merchandise, and they even show disrespect to my servants who bid them come to my feast. Go out quickly, therefore, into the streets and lanes of the city, out into the highways and the byways, and bring hither the poor and the outcast, the blind and the lame, that the marriage feast may have guests.’ And the servants did as their lord commanded, and even then there was room for more guests. Then said the lord to his servants: ‘Go now out into the roads and the countryside and constrain those who are there to come in that my house may be filled. I declare that none of those who were first bidden shall taste of my supper.’ And the servants did as their master commanded, and the house was filled.”
167:2.3 (1835.3) Cuando escucharon estas palabras, todos se marcharon, y cada uno se fue a su propia casa. De todos los fariseos despectivos que estaban presentes aquella mañana, al menos uno comprendió el significado de esta parábola, porque fue bautizado aquel mismo día y confesó públicamente su fe en el evangelio del reino. Aquella noche, Abner predicó sobre esta parábola en el consejo general de los creyentes.   167:2.3 (1835.3) And when they heard these words, they departed; every man went to his own place. At least one of the sneering Pharisees present that morning comprehended the meaning of this parable, for he was baptized that day and made public confession of his faith in the gospel of the kingdom. Abner preached on this parable that night at the general council of believers.
167:2.4 (1835.4) Al día siguiente, todos los apóstoles emprendieron el ejercicio filosófico de tratar de interpretar el significado de esta parábola de la gran cena. Aunque Jesús escuchó con interés todas las diversas interpretaciones, se negó firmemente a ofrecerles una ayuda adicional para comprender la parábola. Solamente dijo: «Que cada uno encuentre el significado por sí mismo y en su propia alma.»   167:2.4 (1835.4) The next day all of the apostles engaged in the philosophic exercise of endeavoring to interpret the meaning of this parable of the great supper. Though Jesus listened with interest to all of these differing interpretations, he steadfastly refused to offer them further help in understanding the parable. He would only say, “Let every man find out the meaning for himself and in his own soul.”
3. La mujer de carácter débil ^top   3. The Woman with the Spirit of Infirmity ^top
167:3.1 (1835.5) Abner se había encargado de que el Maestro enseñara en la sinagoga este sábado; era la primera vez que Jesús aparecía en una sinagoga desde que todas habían sido cerradas a sus enseñanzas por orden del sanedrín. Al final del servicio, Jesús observó delante de él a una mujer anciana que tenía una expresión abatida y el cuerpo muy encorvado. Esta mujer había estado durante mucho tiempo tiranizada por el miedo, y toda alegría había desaparecido de su vida. Cuando Jesús bajó del púlpito, se acercó a ella, tocó el hombro de su figura encorvada, y le dijo: «Mujer, si tan sólo quisieras creer, te liberarías por completo de tu debilidad de carácter.» Y esta mujer, que había estado encorvada y atada por las depresiones del miedo durante más de dieciocho años, creyó en las palabras del Maestro y, gracias a la fe, se puso derecha inmediatamente. Cuando esta mujer se dio cuenta de que estaba erguida, elevó la voz y glorificó a Dios.   167:3.1 (1835.5) Abner had arranged for the Master to teach in the synagogue on this Sabbath day, the first time Jesus had appeared in a synagogue since they had all been closed to his teachings by order of the Sanhedrin. At the conclusion of the service Jesus looked down before him upon an elderly woman who wore a downcast expression, and who was much bent in form. This woman had long been fear-ridden, and all joy had passed out of her life. As Jesus stepped down from the pulpit, he went over to her and, touching her bowed-over form on the shoulder, said: “Woman, if you would only believe, you could be wholly loosed from your spirit of infirmity.” And this woman, who had been bowed down and bound up by the depressions of fear for more than eighteen years, believed the words of the Master and by faith straightened up immediately. When this woman saw that she had been made straight, she lifted up her voice and glorified God.
167:3.2 (1836.1) Aunque la aflicción de esta mujer era completamente mental, ya que su forma encorvada se debía a su mente deprimida, la gente creyó que Jesús había curado una verdadera enfermedad física. La asamblea de la sinagoga de Filadelfia era favorable a las enseñanzas de Jesús, pero el jefe principal de la sinagoga era un fariseo hostil. Como compartía la opinión de la asamblea de que Jesús había curado una enfermedad física, se indignó porque Jesús se hubiera atrevido a hacer una cosa así el día del sábado, y poniéndose de pie delante del auditorio, dijo: «¿No hay seis días para que los hombres puedan hacer todo su trabajo? Venid pues para ser curados durante esos días laborables, pero no en el día del sábado.»   167:3.2 (1836.1) Notwithstanding that this woman’s affliction was wholly mental, her bowed-over form being the result of her depressed mind, the people thought that Jesus had healed a real physical disorder. Although the congregation of the synagogue at Philadelphia was friendly toward the teachings of Jesus, the chief ruler of the synagogue was an unfriendly Pharisee. And as he shared the opinion of the congregation that Jesus had healed a physical disorder, and being indignant because Jesus had presumed to do such a thing on the Sabbath, he stood up before the congregation and said: “Are there not six days in which men should do all their work? In these working days come, therefore, and be healed, but not on the Sabbath day.”
167:3.3 (1836.2) Cuando el jefe hostil hubo dicho esto, Jesús regresó a la tribuna de los oradores y dijo: «¿Por qué jugar a ser hipócritas? Cada uno de vosotros, ¿no saca a su buey del establo el día del sábado, para llevarlo al abrevadero? Si esa buena acción es permisible el día del sábado, esta mujer, una hija de Abraham, que ha estado encogida por el mal durante estos dieciocho años, ¿no debería ser liberada de esa esclavitud y llevada a compartir las aguas de la libertad y de la vida, incluso en este día de sábado?» Mientras la mujer continuaba glorificando a Dios, el detractor quedó puesto en evidencia, y la asamblea se regocijó con ella de que hubiera sido curada.   167:3.3 (1836.2) When the unfriendly ruler had thus spoken, Jesus returned to the speaker’s platform and said: “Why play the part of hypocrites? Does not every one of you, on the Sabbath, loose his ox from the stall and lead him forth for watering? If such a service is permissible on the Sabbath day, should not this woman, a daughter of Abraham who has been bound down by evil these eighteen years, be loosed from this bondage and led forth to partake of the waters of liberty and life, even on this Sabbath day?” And as the woman continued to glorify God, his critic was put to shame, and the congregation rejoiced with her that she had been healed.
167:3.4 (1836.3) Como consecuencia de haber criticado públicamente a Jesús este sábado, el jefe principal de la sinagoga fue destituido y reemplazado por un seguidor de Jesús.   167:3.4 (1836.3) As a result of his public criticism of Jesus on this Sabbath the chief ruler of the synagogue was deposed, and a follower of Jesus was put in his place.
167:3.5 (1836.4) Jesús liberaba con frecuencia a estas víctimas del miedo de su debilidad de carácter, de su depresión mental y de su esclavitud al temor. Pero la gente creía que todas estas aflicciones eran, o bien enfermedades físicas, o posesiones por los espíritus malignos.   167:3.5 (1836.4) Jesus frequently delivered such victims of fear from their spirit of infirmity, from their depression of mind, and from their bondage of fear. But the people thought that all such afflictions were either physical disorders or possession of evil spirits.
167:3.6 (1836.5) El domingo, Jesús enseñó de nuevo en la sinagoga, y aquel día a mediodía Abner bautizó a muchas personas en el río que corría al sur de la ciudad. Al día siguiente, Jesús y los diez apóstoles habrían emprendido el viaje de vuelta al campamento de Pella si no hubiera sido por la llegada de uno de los mensajeros de David, que traía un mensaje urgente para Jesús de parte de sus amigos de Betania, cerca de Jerusalén.   167:3.6 (1836.5) Jesus taught again in the synagogue on Sunday, and many were baptized by Abner at noon on that day in the river which flowed south of the city. On the morrow Jesus and the ten apostles would have started back to the Pella encampment but for the arrival of one of David’s messengers, who brought an urgent message to Jesus from his friends at Bethany, near Jerusalem.
4. El mensaje de Betania ^top   4. The Message from Bethany ^top
167:4.1 (1836.6) El domingo 26 de febrero, a una hora muy tardía de la noche, un corredor procedente de Betania llegó a Filadelfia, trayendo un mensaje de Marta y María que decía: «Señor, aquel que amas está muy enfermo.» Este mensaje le llegó a Jesús al final de la conferencia de la tarde, justo en el momento en que se despedía de los apóstoles para pasar la noche. Al principio, Jesús no respondió nada. Entonces se produjo uno de esos extraños intervalos, un período de tiempo en el que parecía estar en comunicación con algo exterior a él y más allá de él. Luego levantó los ojos y se dirigió al mensajero, de manera que los apóstoles le oyeron decir: «Esta enfermedad no le llevará realmente a la muerte. No dudéis de que será empleada para glorificar a Dios y exaltar al Hijo.»   167:4.1 (1836.6) Very late on Sunday night, February 26, a runner from Bethany arrived at Philadelphia, bringing a message from Martha and Mary which said, “Lord, he whom you love is very sick.” This message reached Jesus at the close of the evening conference and just as he was taking leave of the apostles for the night. At first Jesus made no reply. There occurred one of those strange interludes, a time when he appeared to be in communication with something outside of, and beyond, himself. And then, looking up, he addressed the messenger in the hearing of the apostles, saying: “This sickness is really not to the death. Doubt not that it may be used to glorify God and exalt the Son.”
167:4.2 (1837.1) Jesús estaba muy encariñado con Marta, María y su hermano Lázaro; los amaba con un afecto ferviente. Su primer pensamiento humano fue acudir inmediatamente en su ayuda, pero otra idea apareció en su mente combinada. Casi había perdido la esperanza de que los dirigentes judíos de Jerusalén aceptaran alguna vez el reino, pero seguía amando a su pueblo, y ahora se le había ocurrido un plan para que los escribas y fariseos de Jerusalén tuvieran una nueva oportunidad de aceptar sus enseñanzas; de este último llamamiento a Jerusalén decidió hacer, si su Padre quería, la obra exterior más profunda y asombrosa de toda su carrera terrenal. Los judíos estaban aferrados a la idea de un libertador que hiciera prodigios. Y aunque rehusaba rebajarse a realizar maravillas materiales o a llevar a cabo exhibiciones temporales de poder político, ahora buscó el consentimiento del Padre para manifestar su poder todavía no demostrado sobre la vida y la muerte.   167:4.2 (1837.1) Jesus was very fond of Martha, Mary, and their brother, Lazarus; he loved them with a fervent affection. His first and human thought was to go to their assistance at once, but another idea came into his combined mind. He had almost given up hope that the Jewish leaders at Jerusalem would ever accept the kingdom, but he still loved his people, and there now occurred to him a plan whereby the scribes and Pharisees of Jerusalem might have one more chance to accept his teachings; and he decided, his Father willing, to make this last appeal to Jerusalem the most profound and stupendous outward working of his entire earth career. The Jews clung to the idea of a wonder-working deliverer. And though he refused to stoop to the performance of material wonders or to the enactment of temporal exhibitions of political power, he did now ask the Father’s consent for the manifestation of his hitherto unexhibited power over life and death.
167:4.3 (1837.2) Los judíos tenían la costumbre de enterrar a sus muertos el día de su fallecimiento; era una práctica necesaria en un clima tan caluroso. A menudo sucedía que metían en la tumba a alguien que estaba simplemente en coma, de manera que al segundo, o incluso al tercer día, aquella persona salía de la tumba. Pero los judíos tenían la creencia de que, aunque el espíritu o el alma podía quedarse cerca del cuerpo durante dos o tres días, nunca permanecía allí después del tercer día; que la putrefacción ya estaba avanzada al cuarto día, y que nadie regresaba nunca de la tumba después de transcurrido ese tiempo. Debido a estas razones, Jesús permaneció dos días más en Filadelfia antes de prepararse para salir hacia Betania.   167:4.3 (1837.2) The Jews were in the habit of burying their dead on the day of their demise; this was a necessary practice in such a warm climate. It often happened that they put in the tomb one who was merely comatose, so that on the second or even the third day, such a one would come forth from the tomb. But it was the belief of the Jews that, while the spirit or soul might linger near the body for two or three days, it never tarried after the third day; that decay was well advanced by the fourth day, and that no one ever returned from the tomb after the lapse of such a period. And it was for these reasons that Jesus tarried yet two full days in Philadelphia before he made ready to start for Bethany.
167:4.4 (1837.3) En consecuencia, el miércoles por la mañana temprano dijo a sus apóstoles: «Preparémonos inmediatamente para ir otra vez a Judea.» Cuando los apóstoles escucharon estas palabras de su Maestro, se retiraron aparte durante un rato para consultarse entre ellos. Santiago tomó la dirección de la conversación, y todos estuvieron de acuerdo en que era una auténtica locura permitir a Jesús que regresara a Judea, por lo que volvieron como un solo hombre para comunicarselo. Santiago dijo: «Maestro, has estado en Jerusalén hace unas semanas, y los dirigentes intentaron matarte, mientras que el pueblo estaba dispuesto a lapidarte. En aquel momento ya diste a esos hombres su oportunidad de recibir la verdad, y no te permitiremos que regreses a Judea.»   167:4.4 (1837.3) Accordingly, early on Wednesday morning he said to his apostles: “Let us prepare at once to go into Judea again.” And when the apostles heard their Master say this, they drew off by themselves for a time to take counsel of one another. James assumed the direction of the conference, and they all agreed that it was only folly to allow Jesus to go again into Judea, and they came back as one man and so informed him. Said James: “Master, you were in Jerusalem a few weeks back, and the leaders sought your death, while the people were minded to stone you. At that time you gave these men their chance to receive the truth, and we will not permit you to go again into Judea.”
167:4.5 (1837.4) Jesús dijo entonces: «Pero, ¿no comprendéis que el día tiene doce horas, durante las cuales se pueden hacer las tareas sin peligro? Si un hombre camina de día, no tropieza puesto que tiene luz. Si camina de noche, está expuesto a tropezar ya que no tiene luz. Mientras dure mi día, no tengo miedo a entrar en Judea. Quisiera realizar otra obra poderosa para esos judíos; quisiera darles otra oportunidad para creer, y en los términos que ellos prefieren — con las condiciones de una gloria exterior y la manifestación visible del poder del Padre y del amor del Hijo. Además, ¡no os dais cuenta de que nuestro amigo Lázaro se ha dormido, y que quiero ir a despertarlo de ese sueño!»   167:4.5 (1837.4) Then said Jesus: “But do you not understand that there are twelve hours of the day in which work may safely be done? If a man walks in the day, he does not stumble inasmuch as he has light. If a man walks in the night, he is liable to stumble since he is without light. As long as my day lasts, I fear not to enter Judea. I would do one more mighty work for these Jews; I would give them one more chance to believe, even on their own terms—conditions of outward glory and the visible manifestation of the power of the Father and the love of the Son. Besides, do you not realize that our friend Lazarus has fallen asleep, and I would go to awake him out of this sleep!”
167:4.6 (1837.5) A continuación, uno de los apóstoles dijo: «Maestro, si Lázaro se ha dormido, entonces se restablecerá con más seguridad.» En aquel tiempo, los judíos tenían la costumbre de hablar de la muerte como de una forma de sueño, pero como los apóstoles no habían comprendido que Jesús quería decir que Lázaro había partido de este mundo, ahora les dijo con toda claridad: «Lázaro ha muerto. Pero por vuestro bien, y aunque esto no salve a los demás, me alegro de no haber estado allí, a fin de que ahora podáis tener una nueva razón para creer en mí; todos os sentiréis fortalecidos por lo que vais a presenciar, y os servirá de preparación para el día en que me despediré de vosotros para ir hacia el Padre.»   167:4.6 (1837.5) Then said one of the apostles: “Master, if Lazarus has fallen asleep, then will he the more surely recover.” It was the custom of the Jews at that time to speak of death as a form of sleep, but as the apostles did not understand that Jesus meant that Lazarus had departed from this world, he now said plainly: “Lazarus is dead. And I am glad for your sakes, even if the others are not thereby saved, that I was not there, to the end that you shall now have new cause to believe in me; and by that which you will witness, you should all be strengthened in preparation for that day when I shall take leave of you and go to the Father.”
167:4.7 (1838.1) Como no pudieron persuadirlo para que se abstuviera de ir a Judea, y como algunos apóstoles eran incluso reacios a acompañarlo, Tomás se dirigió a sus compañeros, diciendo: «Ya le hemos expresado nuestros temores al Maestro, pero él está decidido a ir a Betania. Estoy convencido de que esto significa el fin; lo matarán con toda seguridad, pero si ésta es la elección del Maestro, entonces comportémonos como unos hombres valientes; vamos también para poder morir con él.» Siempre fue así; en las cuestiones que requerían un coraje deliberado y sostenido, Tomás fue siempre el sostén principal de los doce apóstoles.   167:4.7 (1838.1) When they could not persuade him to refrain from going into Judea, and when some of the apostles were loath even to accompany him, Thomas addressed his fellows, saying: “We have told the Master our fears, but he is determined to go to Bethany. I am satisfied it means the end; they will surely kill him, but if that is the Master’s choice, then let us acquit ourselves like men of courage; let us go also that we may die with him.” And it was ever so; in matters requiring deliberate and sustained courage, Thomas was always the mainstay of the twelve apostles.
5. En el camino de Betania ^top   5. On the Way to Bethany ^top
167:5.1 (1838.2) Un grupo de casi cincuenta amigos y enemigos siguió a Jesús en el camino hacia Judea. El miércoles, a la hora de la comida del mediodía, habló a sus apóstoles y a este grupo de seguidores sobre las «Condiciones de la salvación», y al final de esta lección, contó la parábola del fariseo y el publicano (un recaudador de impuestos). Jesús dijo: «Ya veis que el Padre concede la salvación a los hijos de los hombres, y esta salvación es un don gratuito para todos los que tienen la fe necesaria para recibir la filiación en la familia divina. El hombre no puede hacer nada para ganar esta salvación. Las obras presuntuosas no pueden comprar el favor de Dios, y una gran cantidad de oraciones en público no compensarán la falta de fe viviente en el corazón. Podéis engañar a los hombres con vuestro servicio aparente, pero Dios examina vuestra alma. Lo que os digo está bien ilustrado en el ejemplo de dos hombres, uno fariseo y el otro publicano, que entraron a orar en el templo. El fariseo permanecía de pie y oraba para sus adentros: ‘Oh Dios, te doy las gracias por no ser como los demás hombres, que son opresores, ignorantes, injustos, adúlteros, o incluso como ese publicano. Ayuno dos veces por semana, y doy el diezmo de todo lo que gano.` En cambio el publicano permanecía a lo lejos, sin atreverse siquiera a levantar los ojos al cielo, y se golpeaba el pecho, diciendo: ‘Dios, sé misericordioso con un pecador como yo.` Os digo que el publicano regresó a su casa con la aprobación de Dios más bien que el fariseo, porque todo aquel que se ensalza a sí mismo será humillado, pero aquel que se humilla será ensalzado.»   167:5.1 (1838.2) On the way to Judea Jesus was followed by a company of almost fifty of his friends and enemies. At their noon lunchtime, on Wednesday, he talked to his apostles and this group of followers on the “Terms of Salvation,” and at the end of this lesson told the parable of the Pharisee and the publican (a tax collector). Said Jesus: “You see, then, that the Father gives salvation to the children of men, and this salvation is a free gift to all who have the faith to receive sonship in the divine family. There is nothing man can do to earn this salvation. Works of self-righteousness cannot buy the favor of God, and much praying in public will not atone for lack of living faith in the heart. Men you may deceive by your outward service, but God looks into your souls. What I am telling you is well illustrated by two men who went into the temple to pray, the one a Pharisee and the other a publican. The Pharisee stood and prayed to himself: ‘O God, I thank you that I am not like the rest of men, extortioners, unlearned, unjust, adulterers, or even like this publican. I fast twice a week; I give tithes of all that I get.’ But the publican, standing afar off, would not so much as lift his eyes to heaven but smote his breast, saying, ‘God be merciful to me a sinner.’ I tell you that the publican went home with God’s approval rather than the Pharisee, for every one who exalts himself shall be humbled, but he who humbles himself shall be exalted.”
167:5.2 (1838.3) Aquella noche en Jericó, los fariseos hostiles trataron de coger al Maestro en una trampa, incitándolo a discutir sobre el matrimonio y el divorcio, como sus colegas habían hecho anteriormente en Galilea, pero Jesús evitó hábilmente sus esfuerzos por ponerlo en un conflicto con sus leyes relacionadas con el divorcio. Así como el publicano y el fariseo ilustraban la buena y la mala religión, sus prácticas del divorcio servían para establecer un contraste entre las mejores leyes matrimoniales del código judío y la relajación vergonzosa con que los fariseos interpretaban estas reglas mosaicas sobre el divorcio. El fariseo se juzgaba a sí mismo utilizando el criterio más bajo; el publicano se medía por el ideal más elevado. Para el fariseo, la devoción era un medio de inducirle a la inactividad presuntuosa y a la certeza de una falsa seguridad espiritual; para el publicano, la devoción era un medio de despertar su alma para que comprendiera la necesidad de arrepentirse, de confesarse y de aceptar, por la fe, un perdón misericordioso. El fariseo buscaba la justicia; el publicano buscaba la misericordia. La ley del universo es: pedid y recibiréis; buscad y encontraréis.   167:5.2 (1838.3) That night, in Jericho, the unfriendly Pharisees sought to entrap the Master by inducing him to discuss marriage and divorce, as did their fellows one time in Galilee, but Jesus artfully avoided their efforts to bring him into conflict with their laws concerning divorce. As the publican and the Pharisee illustrated good and bad religion, their divorce practices served to contrast the better marriage laws of the Jewish code with the disgraceful laxity of the Pharisaic interpretations of these Mosaic divorce statutes. The Pharisee judged himself by the lowest standard; the publican squared himself by the highest ideal. Devotion, to the Pharisee, was a means of inducing self-righteous inactivity and the assurance of false spiritual security; devotion, to the publican, was a means of stirring up his soul to the realization of the need for repentance, confession, and the acceptance, by faith, of merciful forgiveness. The Pharisee sought justice; the publican sought mercy. The law of the universe is: Ask and you shall receive; seek and you shall find.
167:5.3 (1838.4) Aunque Jesús se negó a dejarse arrastrar a una controversia con los fariseos sobre el divorcio, proclamó una enseñanza positiva de los ideales más elevados relativos al matrimonio. Exaltó el matrimonio como la relación más ideal y más elevada de todas las relaciones humanas. Asimismo, insinuó su enérgica desaprobación por las prácticas de divorcio relajadas e injustas de los judíos de Jerusalén, que en aquella época permitían que un hombre se divorciara de su esposa por las razones más insignificantes, tales como ser una mala cocinera, una ama de casa deficiente, o simplemente porque se había enamorado de una mujer más bonita.   167:5.3 (1838.4) Though Jesus refused to be drawn into a controversy with the Pharisees concerning divorce, he did proclaim a positive teaching of the highest ideals regarding marriage. He exalted marriage as the most ideal and highest of all human relationships. Likewise, he intimated strong disapproval of the lax and unfair divorce practices of the Jerusalem Jews, who at that time permitted a man to divorce his wife for the most trifling of reasons, such as being a poor cook, a faulty housekeeper, or for no better reason than that he had become enamored of a better-looking woman.
167:5.4 (1839.1) Los fariseos habían llegado incluso a enseñar que este tipo de divorcio fácil era una dispensa especial concedida al pueblo judío, y a los fariseos en particular. Y así, aunque Jesús se negó a hacer declaraciones sobre el matrimonio y el divorcio, censuró muy severamente estas burlas vergonzosas de la relación matrimonial, y señaló su injusticia para con las mujeres y los niños. Nunca aprobó una práctica de divorcio que proporcionara al hombre alguna ventaja sobre la mujer; el Maestro sólo apoyaba aquellas enseñanzas que concedían a las mujeres la igualdad con los hombres.   167:5.4 (1839.1) The Pharisees had even gone so far as to teach that divorce of this easy variety was a special dispensation granted the Jewish people, particularly the Pharisees. And so, while Jesus refused to make pronouncements dealing with marriage and divorce, he did most bitterly denounce these shameful floutings of the marriage relationship and pointed out their injustice to women and children. He never sanctioned any divorce practice which gave man any advantage over woman; the Master countenanced only those teachings which accorded women equality with men.
167:5.5 (1839.2) Aunque Jesús no ofreció unos nuevos preceptos que rigieran el matrimonio y el divorcio, instó a los judíos a que cumplieran con sus propias leyes y con sus enseñanzas más elevadas. Recurrió constantemente a las Escrituras en su esfuerzo por mejorar las prácticas de todas estas conductas sociales. A la vez que defendía así los conceptos elevados e ideales del matrimonio, Jesús evitó hábilmente contradecir a sus interrogadores respecto a las prácticas sociales representadas en sus leyes escritas, o en sus privilegios de divorcio, tan apreciados por ellos.   167:5.5 (1839.2) Although Jesus did not offer new mandates governing marriage and divorce, he did urge the Jews to live up to their own laws and higher teachings. He constantly appealed to the written Scriptures in his effort to improve their practices along these social lines. While thus upholding the high and ideal concepts of marriage, Jesus skillfully avoided clashing with his questioners about the social practices represented by either their written laws or their much-cherished divorce privileges.
167:5.6 (1839.3) A los apóstoles les resultaba muy difícil comprender la desgana que mostraba el Maestro en hacer declaraciones positivas sobre los problemas científicos, sociales, económicos y políticos. No se daban plenamente cuenta de que su misión terrenal estaba exclusivamente interesada en las revelaciones de las verdades espirituales y religiosas.   167:5.6 (1839.3) It was very difficult for the apostles to understand the Master’s reluctance to make positive pronouncements relative to scientific, social, economic, and political problems. They did not fully realize that his earth mission was exclusively concerned with revelations of spiritual and religious truths.
167:5.7 (1839.4) Después de que Jesús hubiera hablado sobre el matrimonio y el divorcio, más tarde aquella misma noche sus apóstoles le hicieron muchas preguntas adicionales en privado, y sus respuestas a estas preguntas liberaron sus mentes de muchos conceptos equivocados. Al final de esta conferencia, Jesús dijo: «El matrimonio es honorable y todos los hombres deberían desearlo. El hecho de que el Hijo del Hombre continúe solo su misión terrenal, no es de ninguna manera un rechazo a la deseabilidad del matrimonio. Es voluntad del Padre que yo actúe de esta manera, pero el mismo Padre ha ordenado la creación del hombre y de la mujer, y es voluntad divina que los hombres y las mujeres encuentren su servicio más elevado, y la alegría consiguiente, estableciendo un hogar para recibir y criar a los hijos, en cuya creación estos padres se convierten en asociados de los Hacedores del cielo y de la Tierra. Por esta razón, el hombre dejará a su padre y a su madre para unirse a su mujer, y los dos se volverán como uno solo.»   167:5.7 (1839.4) After Jesus had talked about marriage and divorce, later on that evening his apostles privately asked many additional questions, and his answers to these inquiries relieved their minds of many misconceptions. At the conclusion of this conference Jesus said: “Marriage is honorable and is to be desired by all men. The fact that the Son of Man pursues his earth mission alone is in no way a reflection on the desirability of marriage. That I should so work is the Father’s will, but this same Father has directed the creation of male and female, and it is the divine will that men and women should find their highest service and consequent joy in the establishment of homes for the reception and training of children, in the creation of whom these parents become copartners with the Makers of heaven and earth. And for this cause shall a man leave his father and mother and shall cleave to his wife, and they two shall become as one.”
167:5.8 (1839.5) De esta manera, Jesús liberó la mente de los apóstoles de un gran número de preocupaciones acerca del matrimonio, y aclaró muchos malentendidos relacionados con el divorcio; al mismo tiempo, contribuyó mucho a realzar sus ideales de unión social y a acrecentar su respeto por las mujeres, los niños y el hogar.   167:5.8 (1839.5) And in this way Jesus relieved the minds of the apostles of many worries about marriage and cleared up many misunderstandings regarding divorce; at the same time he did much to exalt their ideals of social union and to augment their respect for women and children and for the home.
6. La bendición de los niños ^top   6. Blessing the Little Children ^top
167:6.1 (1839.6) El mensaje vespertino de Jesús sobre el matrimonio y la bendición que suponen los niños se difundió por todo Jericó, de manera que, a la mañana siguiente, mucho antes de que Jesús y los apóstoles se prepararan para partir, e incluso antes de la hora del desayuno, decenas de madres llegaron al lugar donde Jesús estaba alojado, trayendo a sus hijos en brazos o llevándolos de la mano, con el deseo de que bendijera a los pequeños. Cuando los apóstoles salieron y vieron esta multitud de madres con sus hijos, intentaron despedirlas, pero estas mujeres se negaron a marcharse hasta que el Maestro hubiera impuesto sus manos sobre sus hijos y los hubiera bendecido. Cuando los apóstoles reprendieron ruidosamente a estas madres, Jesús escuchó el alboroto, salió y los amonestó con indignación, diciendo: «Dejad que los niños se acerquen a mí; no se lo impidáis, porque de ellos es el reino de los cielos. En verdad, en verdad os digo que el que no reciba el reino de Dios como un niño pequeño, difícilmente entrará en él para crecer hasta la plena estatura de la madurez espiritual.»   167:6.1 (1839.6) That evening Jesus’ message regarding marriage and the blessedness of children spread all over Jericho, so that the next morning, long before Jesus and the apostles prepared to leave, even before breakfast time, scores of mothers came to where Jesus lodged, bringing their children in their arms and leading them by their hands, and desired that he bless the little ones. When the apostles went out to view this assemblage of mothers with their children, they endeavored to send them away, but these women refused to depart until the Master laid his hands on their children and blessed them. And when the apostles loudly rebuked these mothers, Jesus, hearing the tumult, came out and indignantly reproved them, saying: “Suffer little children to come to me; forbid them not, for of such is the kingdom of heaven. Verily, verily, I say to you, whosoever receives not the kingdom of God as a little child shall hardly enter therein to grow up to the full stature of spiritual manhood.”
167:6.2 (1840.1) Cuando el Maestro hubo hablado a sus apóstoles, recibió a todos los niños y les impuso sus manos mientras decía a sus madres palabras de ánimo y de esperanza.   167:6.2 (1840.1) And when the Master had spoken to his apostles, he received all of the children, laying his hands on them, while he spoke words of courage and hope to their mothers.
167:6.3 (1840.2) Jesús habló con frecuencia a sus apóstoles de las mansiones celestiales y les enseñó que los hijos de Dios que progresan allí deben crecer espiritualmente, como los niños crecen físicamente en este mundo. De hecho, las cosas sagradas tienen muchas veces una apariencia corriente, y aquel día, aquellos niños y sus madres no se dieron cuenta de que las inteligencias espectadoras de Nebadon contemplaban a los niños de Jericó jugando con el Creador de un universo.   167:6.3 (1840.2) Jesus often talked to his apostles about the celestial mansions and taught that the advancing children of God must there grow up spiritually as children grow up physically on this world. And so does the sacred oftentimes appear to be the common, as on this day these children and their mothers little realized that the onlooking intelligences of Nebadon beheld the children of Jericho playing with the Creator of a universe.
167:6.4 (1840.3) La condición de la mujer en Palestina mejoró mucho gracias a las enseñanzas de Jesús; y lo mismo hubiera sucedido en todo el mundo si sus seguidores no se hubieran alejado tanto de lo que el Maestro se había esmerado en enseñarles.   167:6.4 (1840.3) Woman’s status in Palestine was much improved by Jesus’ teaching; and so it would have been throughout the world if his followers had not departed so far from that which he painstakingly taught them.
167:6.5 (1840.4) Fue también en Jericó, en conexión con una discusión sobre la temprana formación religiosa de los niños en los hábitos de la adoración divina, donde Jesús inculcó a sus apóstoles el gran valor de la belleza como influencia que conduce al impulso de adorar, especialmente entre los niños. Mediante sus preceptos y su ejemplo, el Maestro enseñó el valor de adorar al Creador en medio de los contornos naturales de la creación. Prefería comunicarse con el Padre celestial en medio de los árboles y entre las humildes criaturas del mundo natural. Sentía el regocijo de contemplar al Padre a través del espectáculo inspirador de los reinos estrellados de los Hijos Creadores.   167:6.5 (1840.4) It was also at Jericho, in connection with the discussion of the early religious training of children in habits of divine worship, that Jesus impressed upon his apostles the great value of beauty as an influence leading to the urge to worship, especially with children. The Master by precept and example taught the value of worshiping the Creator in the midst of the natural surroundings of creation. He preferred to commune with the heavenly Father amidst the trees and among the lowly creatures of the natural world. He rejoiced to contemplate the Father through the inspiring spectacle of the starry realms of the Creator Sons.
167:6.6 (1840.5) Cuando no es posible adorar a Dios en los tabernáculos de la naturaleza, los hombres deberían hacer todo lo posible por tener unas casas llenas de belleza, unos santuarios con una sencillez atrayente y una decoración artística, para que puedan despertarse las emociones humanas más elevadas en asociación con un acercamiento intelectual a la comunión espiritual con Dios. La verdad, la belleza y la santidad son unas ayudas poderosas y eficaces para la verdadera adoración. Pero la comunión espiritual no se fomenta con unos simples adornos masivos y el embellecimiento exagerado del arte esmerado y ostentoso del hombre. La belleza es más religiosa cuando es más sencilla y semejante a la naturaleza. ¡Es una pena que los niños pequeños tengan su primer contacto con los conceptos de la adoración en público en unas salas frías y estériles, tan desprovistas del atractivo de la belleza y tan vacías de toda insinuación a la alegría y a la santidad inspiradora! El niño debería ser iniciado a la adoración en el mundo de la naturaleza, y después acompañar a sus padres a los edificios públicos de las asambleas religiosas, que posean al menos tanto atractivo material y belleza artística como el hogar donde vive cada día.   167:6.6 (1840.5) When it is not possible to worship God in the tabernacles of nature, men should do their best to provide houses of beauty, sanctuaries of appealing simplicity and artistic embellishment, so that the highest of human emotions may be aroused in association with the intellectual approach to spiritual communion with God. Truth, beauty, and holiness are powerful and effective aids to true worship. But spirit communion is not promoted by mere massive ornateness and overmuch embellishment with man’s elaborate and ostentatious art. Beauty is most religious when it is most simple and naturelike. How unfortunate that little children should have their first introduction to concepts of public worship in cold and barren rooms so devoid of the beauty appeal and so empty of all suggestion of good cheer and inspiring holiness! The child should be introduced to worship in nature’s outdoors and later accompany his parents to public houses of religious assembly which are at least as materially attractive and artistically beautiful as the home in which he is daily domiciled.
7. La conversación sobre los ángeles ^top   7. The Talk About Angels ^top
167:7.1 (1840.6) Mientras viajaban por las colinas desde Jericó a Betania, Natanael caminó casi todo el tiempo al lado de Jesús, y su discusión sobre la relación de los niños con el reino de los cielos les llevó indirectamente a reflexionar sobre el ministerio de los ángeles. Natanael le hizo finalmente al Maestro la pregunta siguiente: «Puesto que el sumo sacerdote es un saduceo, y en vista de que los saduceos no creen en los ángeles, ¿qué vamos a enseñarle al pueblo sobre los ministros celestiales?» Entonces Jesús, entre otras cosas, dijo:   167:7.1 (1840.6) As they journeyed up the hills from Jericho to Bethany, Nathaniel walked most of the way by the side of Jesus, and their discussion of children in relation to the kingdom of heaven led indirectly to the consideration of the ministry of angels. Nathaniel finally asked the Master this question: “Seeing that the high priest is a Sadducee, and since the Sadducees do not believe in angels, what shall we teach the people regarding the heavenly ministers?” Then, among other things, Jesus said:
167:7.2 (1841.1) «Las huestes angélicas son una orden distinta de seres creados; son enteramente diferentes a la orden material de criaturas mortales, y funcionan como un grupo distinto de inteligencias del universo. Los ángeles no pertenecen al grupo de criaturas llamadas en las Escrituras «los Hijos de Dios»; no son tampoco los espíritus glorificados de los mortales que han continuado progresando a través de las mansiones de las alturas. Los ángeles son una creación directa, y no se reproducen. Las huestes angélicas solamente tienen un parentesco espiritual con la raza humana. A medida que el hombre progresa en el viaje hacia el Padre que está en el Paraíso, pasa en un momento dado por un estado de existencia semejante al de los ángeles, pero el hombre mortal nunca se convierte en un ángel.   167:7.2 (1841.1) “The angelic hosts are a separate order of created beings; they are entirely different from the material order of mortal creatures, and they function as a distinct group of universe intelligences. Angels are not of that group of creatures called ‘the Sons of God’ in the Scriptures; neither are they the glorified spirits of mortal men who have gone on to progress through the mansions on high. Angels are a direct creation, and they do not reproduce themselves. The angelic hosts have only a spiritual kinship with the human race. As man progresses in the journey to the Father in Paradise, he does traverse a state of being at one time analogous to the state of the angels, but mortal man never becomes an angel.
167:7.3 (1841.2) «Los ángeles no mueren nunca, como mueren los hombres. Los ángeles son inmortales, a menos que se impliquen en el pecado, como hicieron algunos de ellos con los engaños de Lucifer. Los ángeles son los servidores espirituales en el cielo, y no son infinitamente sabios ni todopoderosos. Pero todos los ángeles leales son realmente puros y santos.   167:7.3 (1841.2) “The angels never die, as man does. The angels are immortal unless, perchance, they become involved in sin as did some of them with the deceptions of Lucifer. The angels are the spirit servants in heaven, and they are neither all-wise nor all-powerful. But all of the loyal angels are truly pure and holy.
167:7.4 (1841.3) «¿No recuerdas que ya os he dicho en otra ocasión que si vuestros ojos espirituales fueran ungidos, entonces veríais los cielos abiertos y contemplaríais a los ángeles de Dios subiendo y bajando? El ministerio de los ángeles es el que hace posible que un mundo pueda mantenerse en contacto con otros mundos, porque ¿no os he dicho repetidas veces que tengo otras ovejas que no pertenecen a este redil? Estos ángeles no son los espías del mundo espiritual, que os vigilan, y luego van a contarle al Padre los pensamientos de vuestro corazón y a informarle de las acciones de la carne. El Padre no tiene necesidad de ese servicio, ya que su propio espíritu vive dentro de vosotros. Pero estos espíritus angélicos se ocupan de mantener informada a una parte de la creación celestial acerca de los acontecimientos que se producen en otras partes lejanas del universo. Muchos ángeles están asignados al servicio de las razas humanas, mientras ejercen su actividad en el gobierno del Padre y en los universos de los Hijos. Cuando os enseñé que muchos de estos serafines eran espíritus ministrantes, no os lo decía en un lenguaje figurado ni en términos poéticos. Todo esto es verdad, independientemente de vuestra dificultad para comprender estas cosas.   167:7.4 (1841.3) “And do you not remember that I said to you once before that, if you had your spiritual eyes anointed, you would then see the heavens opened and behold the angels of God ascending and descending? It is by the ministry of the angels that one world may be kept in touch with other worlds, for have I not repeatedly told you that I have other sheep not of this fold? And these angels are not the spies of the spirit world who watch upon you and then go forth to tell the Father the thoughts of your heart and to report on the deeds of the flesh. The Father has no need of such service inasmuch as his own spirit lives within you. But these angelic spirits do function to keep one part of the heavenly creation informed concerning the doings of other and remote parts of the universe. And many of the angels, while functioning in the government of the Father and the universes of the Sons, are assigned to the service of the human races. When I taught you that many of these seraphim are ministering spirits, I spoke not in figurative language nor in poetic strains. And all this is true, regardless of your difficulty in comprehending such matters.
167:7.5 (1841.4) «Muchos de estos ángeles están ocupados en la tarea de salvar a los hombres, porque, ¿no os he hablado de la alegría seráfica, cuando un alma escoge abandonar el pecado y empezar la búsqueda de Dios? Os he hablado incluso de la alegría en la presencia de los ángeles del cielo cuando un pecador se arrepiente, señalando de este modo la existencia de otras órdenes más elevadas de seres celestiales, que se ocupan igualmente del bienestar espiritual y del progreso divino del hombre mortal.   167:7.5 (1841.4) “Many of these angels are engaged in the work of saving men, for have I not told you of the seraphic joy when one soul elects to forsake sin and begin the search for God? I did even tell you of the joy in the presence of the angels of heaven over one sinner who repents, thereby indicating the existence of other and higher orders of celestial beings who are likewise concerned in the spiritual welfare and with the divine progress of mortal man.
167:7.6 (1841.5) «Estos ángeles también están muy relacionados con los medios a través de los cuales el espíritu del hombre es liberado de los tabernáculos de la carne y su alma acompañada hasta las mansiones del cielo. Los ángeles son los guías seguros y celestiales del alma del hombre durante ese período de tiempo desconocido e indeterminado que transcurre entre la muerte física y la nueva vida en las moradas espirituales.»   167:7.6 (1841.5) “Also are these angels very much concerned with the means whereby man’s spirit is released from the tabernacles of the flesh and his soul escorted to the mansions in heaven. Angels are the sure and heavenly guides of the soul of man during that uncharted and indefinite period of time which intervenes between the death of the flesh and the new life in the spirit abodes.”
167:7.7 (1841.6) Jesús hubiera continuado hablando con Natanael sobre el ministerio de los ángeles, pero fue interrumpido por la llegada de Marta, a quien unos amigos le habían informado que el Maestro se acercaba a Betania, pues lo habían visto subir las colinas del este. Y ahora Marta se apresuraba a recibirlo.   167:7.7 (1841.6) And he would have spoken further with Nathaniel regarding the ministry of angels, but he was interrupted by the approach of Martha, who had been informed that the Master was drawing near to Bethany by friends who had observed him ascending the hills to the east. And she now hastened to greet him.