Documento 173 |
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Paper 173 |
El lunes en Jerusalén |
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Monday in Jerusalem |
173:0.1 (1888.1) TAL COMO habían planeado de antemano, este lunes por la mañana temprano Jesús y los apóstoles se reunieron en la casa de Simón en Betania y, después de una breve conferencia, partieron para Jerusalén. Los doce estaban extrañamente silenciosos mientras se dirigían hacia el templo; no se habían recuperado de la experiencia del día anterior. Estaban expectantes, temerosos y profundamente afectados por cierto sentimiento de distanciamiento que tenía su origen en el repentino cambio de táctica del Maestro, unido a sus instrucciones de que no debían efectuar ningún tipo de enseñanza pública durante toda esta semana de la Pascua. |
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173:0.1 (1888.1) EARLY on this Monday morning, by prearrangement, Jesus and the apostles assembled at the home of Simon in Bethany, and after a brief conference they set out for Jerusalem. The twelve were strangely silent as they journeyed on toward the temple; they had not recovered from the experience of the preceding day. They were expectant, fearful, and profoundly affected by a certain feeling of detachment growing out of the Master’s sudden change of tactics, coupled with his instruction that they were to engage in no public teaching throughout this Passover week. |
173:0.2 (1888.2) Mientras este grupo descendía del Monte de los Olivos, Jesús iba delante y los apóstoles le seguían de cerca en un silencio meditativo. Un sólo pensamiento predominaba en la mente de todos, salvo en Judas Iscariote, y era el siguiente: ¿Qué hará hoy el Maestro? El único pensamiento que absorbía a Judas era: ¿Qué voy a hacer? ¿Voy a continuar con Jesús y mis compañeros, o voy a retirarme? Y si los dejo, ¿cómo voy a romper? |
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173:0.2 (1888.2) As this group journeyed down Mount Olivet, Jesus led the way, the apostles following closely behind in meditative silence. There was just one thought uppermost in the minds of all save Judas Iscariot, and that was: What will the Master do today? The one absorbing thought of Judas was: What shall I do? Shall I go on with Jesus and my associates, or shall I withdraw? And if I am going to quit, how shall I break off? |
173:0.3 (1888.3) Eran cerca de las nueve de esta hermosa mañana cuando estos hombres llegaron al templo. Se dirigieron enseguida al gran patio donde Jesús enseñaba con tanta frecuencia, y después de saludar a los creyentes que lo estaban esperando, Jesús se subió a uno de los estrados para educadores y empezó a hablarle a la multitud que se estaba congregando. Los apóstoles se apartaron a corta distancia y esperaron los acontecimientos. |
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173:0.3 (1888.3) It was about nine o’clock on this beautiful morning when these men arrived at the temple. They went at once to the large court where Jesus so often taught, and after greeting the believers who were awaiting him, Jesus mounted one of the teaching platforms and began to address the gathering crowd. The apostles withdrew for a short distance and awaited developments. |
1. La depuración del templo ^top |
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1. Cleansing the Temple ^top |
173:1.1 (1888.4) Un inmenso tráfico comercial se había desarrollado en asociación con los servicios y las ceremonias de culto en el templo. Existía el comercio de suministrar los animales apropiados para los diversos sacrificios. Aunque estaba permitido que los fieles aportaran sus propias ofrendas, persistía el hecho de que los animales debían estar libres de todo «defecto» en el sentido de la ley levítica, según la interpretaban los inspectores oficiales del templo. Muchos fieles habían sufrido la humillación de ver cómo los examinadores del templo rechazaban su animal supuestamente perfecto. Por esta razón, se había generalizado la práctica de adquirir los animales propiciatorios en el mismo templo, y aunque había diversos lugares cerca del Olivete donde se podían comprar, se había puesto de moda comprar estos animales directamente en los corrales del templo. Esta costumbre de vender todo tipo de animales propiciatorios en los patios del templo se había desarrollado gradualmente. Así había surgido a la existencia un importante comercio que reportaba unos beneficios enormes. Una parte de estas ganancias estaba reservada para el tesoro del templo, pero la mayoría iba a parar indirectamente a las manos de las familias de los altos sacerdotes en el poder. |
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173:1.1 (1888.4) A huge commercial traffic had grown up in association with the services and ceremonies of the temple worship. There was the business of providing suitable animals for the various sacrifices. Though it was permissible for a worshiper to provide his own sacrifice, the fact remained that this animal must be free from all “blemish” in the meaning of the Levitical law and as interpreted by official inspectors of the temple. Many a worshiper had experienced the humiliation of having his supposedly perfect animal rejected by the temple examiners. It therefore became the more general practice to purchase sacrificial animals at the temple, and although there were several stations on near-by Olivet where they could be bought, it had become the vogue to buy these animals directly from the temple pens. Gradually there had grown up this custom of selling all kinds of sacrificial animals in the temple courts. An extensive business, in which enormous profits were made, had thus been brought into existence. Part of these gains was reserved for the temple treasury, but the larger part went indirectly into the hands of the ruling high-priestly families. |
173:1.2 (1888.5) Esta venta de animales en el templo prosperó porque cuando un fiel compraba un animal, aunque el precio fuera un poco alto, ya no tenía que pagar ningún tributo más, y podía estar seguro de que el sacrificio propuesto no sería rechazado con el pretexto de que el animal tenía defectos reales o imaginarios. De vez en cuando, los precios se recargaban de una manera exorbitante a la gente del pueblo, en particular durante las grandes fiestas nacionales. En un momento dado, los codiciosos sacerdotes llegaron a exigir el equivalente de una semana de trabajo por un par de palomas que deberían haberse vendido a los pobres por unos pocos céntimos. Los «hijos de Anás» ya habían empezado a instalar sus bazares en los recintos del templo, unos mercados de géneros que sobrevivieron hasta que fueron finalmente derribados por una muchedumbre tres años antes de la destrucción del templo mismo. |
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173:1.2 (1888.5) This sale of animals in the temple prospered because, when the worshiper purchased such an animal, although the price might be somewhat high, no more fees had to be paid, and he could be sure the intended sacrifice would not be rejected on the ground of possessing real or technical blemishes. At one time or another systems of exorbitant overcharge were practiced upon the common people, especially during the great national feasts. At one time the greedy priests went so far as to demand the equivalent of the value of a week’s labor for a pair of doves which should have been sold to the poor for a few pennies. The “sons of Annas” had already begun to establish their bazaars in the temple precincts, those very merchandise marts which persisted to the time of their final overthrow by a mob three years before the destruction of the temple itself. |
173:1.3 (1889.1) Pero el tráfico de animales propiciatorios y de otras mercancías no era la única manera en que se profanaban los patios del templo. En esta época se había fomentado un amplio sistema de intercambio bancario y comercial, que se realizaba directamente dentro de los recintos del templo. Todo esto había sucedido de la manera siguiente: Durante la dinastía de los Asmoneos, los judíos acuñaron su propia moneda de plata, y se había establecido la práctica de exigir que el tributo de medio siclo, y todos los demás derechos del templo, se pagaran con esta moneda judía. Esta reglamentación hacía necesario autorizar a unos cambistas para que intercambiaran este siclo ortodoxo de acuñación judía por los numerosos tipos de monedas que circulaban en toda Palestina y en otras provincias del imperio romano. El impuesto del templo por persona, pagadero por todo el mundo a excepción de las mujeres, los esclavos y los menores, era de medio siclo, una moneda de casi dos centímetros de diámetro, pero bastante gruesa. En los tiempos de Jesús, los sacerdotes también estaban exentos de pagar los impuestos del templo. En consecuencia, entre los días 15 y 25 del mes anterior a la Pascua, los cambistas acreditados instalaban sus puestos en las principales ciudades de Palestina, con el fin de proporcionar a los judíos la moneda apropiada para pagar los impuestos del templo cuando llegaran a Jerusalén. Después de este período de diez días, estos cambistas se trasladaban a Jerusalén y montaban sus mostradores de cambio en los patios del templo. Estaban autorizados a cobrar una comisión equivalente a tres o cuatro céntimos por el cambio de una moneda valorada en unos diez céntimos, y en el caso de que se deseara cambiar una moneda de mayor valor, tenían permiso para cobrar el doble. Estos banqueros del templo también se lucraban cambiando todo el dinero destinado a comprar los animales propiciatorios y a pagar los votos y las ofrendas. |
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173:1.3 (1889.1) But traffic in sacrificial animals and sundry merchandise was not the only way in which the courts of the temple were profaned. At this time there was fostered an extensive system of banking and commercial exchange which was carried on right within the temple precincts. And this all came about in the following manner: During the Asmonean dynasty the Jews coined their own silver money, and it had become the practice to require the temple dues of one-half shekel and all other temple fees to be paid with this Jewish coin. This regulation necessitated that money-changers be licensed to exchange the many sorts of currency in circulation throughout Palestine and other provinces of the Roman Empire for this orthodox shekel of Jewish coining. The temple head tax, payable by all except women, slaves, and minors, was one-half shekel, a coin about the size of a ten-cent piece but twice as thick. By the times of Jesus the priests had also been exempted from the payment of temple dues. Accordingly, from the 15th to the 25th of the month preceding the Passover, accredited money-changers erected their booths in the principal cities of Palestine for the purpose of providing the Jewish people with proper money to meet the temple dues after they had reached Jerusalem. After this ten-day period these money-changers moved on to Jerusalem and proceeded to set up their exchange tables in the courts of the temple. They were permitted to charge the equivalent of from three to four cents commission for the exchange of a coin valued at about ten cents, and in case a coin of larger value was offered for exchange, they were allowed to collect double. Likewise did these temple bankers profit from the exchange of all money intended for the purchase of sacrificial animals and for the payment of vows and the making of offerings. |
173:1.4 (1889.2) Estos cambistas del templo no sólo dirigían un negocio regular de banca para obtener beneficios con el intercambio de más de veinte tipos de monedas que los peregrinos visitantes traían periódicamente a Jerusalén, sino que también se dedicaban a todas las otras clases de operaciones relacionadas con el oficio de banquero. Tanto el tesoro del templo como los jefes del mismo obtenían unos beneficios enormes con estas actividades comerciales. No era raro que el tesoro del templo contuviera más de diez millones de dólares (de 1935), mientras que la gente común y corriente languidecía en la miseria y continuaba pagando estas recaudaciones injustas. |
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173:1.4 (1889.2) These temple money-changers not only conducted a regular banking business for profit in the exchange of more than twenty sorts of money which the visiting pilgrims would periodically bring to Jerusalem, but they also engaged in all other kinds of transactions pertaining to the banking business. Both the temple treasury and the temple rulers profited tremendously from these commercial activities. It was not uncommon for the temple treasury to hold upwards of ten million dollars while the common people languished in poverty and continued to pay these unjust levies. |
173:1.5 (1889.3) Este lunes por la mañana, Jesús intentó enseñar el evangelio del reino celestial en medio de esta multitud ruidosa de cambistas, mercaderes y vendedores de ganado. No era el único que se sentía molesto por esta profanación del templo; la gente corriente, y en especial los visitantes judíos de las provincias extranjeras, también se sentían completamente contrariados por esta profanación especulativa de su templo nacional de culto. En esta época, el mismo sanedrín celebraba sus reuniones regulares en una sala que estaba rodeada por todo este murmullo y confusión del comercio y del trueque. |
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173:1.5 (1889.3) In the midst of this noisy aggregation of money-changers, merchandisers, and cattle sellers, Jesus, on this Monday morning, attempted to teach the gospel of the heavenly kingdom. He was not alone in resenting this profanation of the temple; the common people, especially the Jewish visitors from foreign provinces, also heartily resented this profiteering desecration of their national house of worship. At this time the Sanhedrin itself held its regular meetings in a chamber surrounded by all this babble and confusion of trade and barter. |
173:1.6 (1890.1) Cuando Jesús estaba a punto de empezar su alocución, se produjeron dos incidentes que atrajeron su atención. En el mostrador de un cambista cercano había surgido una discusión violenta y acalorada porque al parecer se le había cobrado con exceso a un judío de Alejandría, y en el mismo momento, el aire se desgarró con los mugidos de una manada de unos cien bueyes que estaban siendo conducidos de una sección de los corrales a otra. Mientras Jesús se detenía, contemplando de manera silenciosa pero meditativa esta escena de comercio y de confusión, observó cerca de él a un galileo sencillo, un hombre con quien había hablado una vez en Irón, que estaba siendo ridiculizado y empujado por unos judeos arrogantes que se consideraban superiores. Todo esto se combinó para que se produjera en el alma de Jesús uno de esos extraños arrebatos periódicos de indignada emoción. |
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173:1.6 (1890.1) As Jesus was about to begin his address, two things happened to arrest his attention. At the money table of a near-by exchanger a violent and heated argument had arisen over the alleged overcharging of a Jew from Alexandria, while at the same moment the air was rent by the bellowing of a drove of some one hundred bullocks which was being driven from one section of the animal pens to another. As Jesus paused, silently but thoughtfully contemplating this scene of commerce and confusion, close by he beheld a simple-minded Galilean, a man he had once talked with in Iron, being ridiculed and jostled about by supercilious and would-be superior Judeans; and all of this combined to produce one of those strange and periodic uprisings of indignant emotion in the soul of Jesus. |
173:1.7 (1890.2) Ante el asombro de sus apóstoles, que estaban allí cerca y que se abstuvieron de participar en lo que siguió a continuación, Jesús bajó del estrado de los instructores, se dirigió hacia el muchacho que conducía el ganado a través del patio, le quitó el látigo de cuerdas y sacó rápidamente a los animales del templo. Pero esto no fue todo. Ante la mirada asombrada de las miles de personas reunidas en el patio del templo, se dirigió a grandes zancadas majestuosas hacia el corral más alejado, y se puso a abrir las puertas de cada establo y a expulsar a los animales encerrados. Para entonces los peregrinos reunidos se habían entusiasmado, y con un griterío tumultuoso se dirigieron a los bazares y empezaron a volcar las mesas de los cambistas. En menos de cinco minutos, todo comercio había sido barrido del templo. En el momento en que los guardias romanos cercanos aparecieron en escena, todo estaba tranquilo y las multitudes habían recuperado la calma. Jesús regresó a la tribuna de los oradores, y dijo a la multitud: «Hoy habéis presenciado lo que está escrito en las Escrituras: ‘Mi casa será llamada una casa de oración para todas las naciones, pero habéis hecho de ella una cueva de ladrones.`» |
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173:1.7 (1890.2) To the amazement of his apostles, standing near at hand, who refrained from participation in what so soon followed, Jesus stepped down from the teaching platform and, going over to the lad who was driving the cattle through the court, took from him his whip of cords and swiftly drove the animals from the temple. But that was not all; he strode majestically before the wondering gaze of the thousands assembled in the temple court to the farthest cattle pen and proceeded to open the gates of every stall and to drive out the imprisoned animals. By this time the assembled pilgrims were electrified, and with uproarious shouting they moved toward the bazaars and began to overturn the tables of the money-changers. In less than five minutes all commerce had been swept from the temple. By the time the near-by Roman guards had appeared on the scene, all was quiet, and the crowds had become orderly; Jesus, returning to the speaker’s stand, spoke to the multitude: “You have this day witnessed that which is written in the Scriptures: ‘My house shall be called a house of prayer for all nations, but you have made it a den of robbers.’” |
173:1.8 (1890.3) Antes de que pudiera decir una palabra más, la gran asamblea estalló en hosannas de alabanza, y un gran grupo de jóvenes salió enseguida de la multitud para cantar himnos de gratitud porque los mercaderes profanos y usureros habían sido echados del templo sagrado. Mientras tanto, algunos sacerdotes habían llegado al lugar, y uno de ellos dijo a Jesús: «¿No oyes lo que dicen los hijos de los levitas?» Y el Maestro respondió: «¿No has leído nunca que ‘la alabanza ha salido perfecta de la boca de los niños y de los lactantes?`» Durante todo el resto del día, mientras Jesús estuvo enseñando, unos guardianes establecidos por el pueblo estuvieron vigilando todos los arcos de entrada, y no permitieron que nadie transportara ni siquiera una vasija vacía a través de los patios del templo. |
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173:1.8 (1890.3) But before he could utter other words, the great assembly broke out in hosannas of praise, and presently a throng of youths stepped out from the crowd to sing grateful hymns of appreciation that the profane and profiteering merchandisers had been ejected from the sacred temple. By this time certain of the priests had arrived on the scene, and one of them said to Jesus, “Do you not hear what the children of the Levites say?” And the Master replied, “Have you never read, ‘Out of the mouths of babes and sucklings has praise been perfected’?” And all the rest of that day while Jesus taught, guards set by the people stood watch at every archway, and they would not permit anyone to carry even an empty vessel across the temple courts. |
173:1.9 (1890.4) Cuando los principales sacerdotes y los escribas se enteraron de estos acontecimientos, se quedaron sin habla. Tenían mucho más miedo del Maestro, y estaban aún más decididos a destruirlo. Pero estaban confundidos. No sabían cómo disponer su muerte, porque tenían mucho miedo de las multitudes, que ahora expresaban tan abiertamente su aprobación por la expulsión de los especuladores profanos. Durante todo este día, un día tranquilo y pacífico en los patios del templo, el pueblo escuchó la enseñanza de Jesús y estuvo literalmente pendiente de sus palabras. |
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173:1.9 (1890.4) When the chief priests and the scribes heard about these happenings, they were dumfounded. All the more they feared the Master, and all the more they determined to destroy him. But they were nonplused. They did not know how to accomplish his death, for they greatly feared the multitudes, who were now so outspoken in their approval of his overthrow of the profane profiteers. And all this day, a day of quiet and peace in the temple courts, the people heard Jesus’ teaching and literally hung on his words. |
173:1.10 (1890.5) Este acto sorprendente de Jesús sobrepasaba la comprensión de sus apóstoles. Estaban tan desconcertados por esta acción repentina e inesperada de su Maestro, que durante todo el episodio permanecieron agrupados cerca de la tribuna de los oradores; no levantaron ni un dedo para ayudar a esta depuración del templo. Si este acontecimiento espectacular hubiera ocurrido el día anterior, cuando Jesús llegó triunfalmente al templo al final de la tumultuosa procesión a través de las puertas de la ciudad, todo el tiempo aclamado ruidosamente por la multitud, hubieran estado dispuestos a actuar; pero dada la manera en que se desarrollaron las cosas, no estaban preparados en absoluto para participar. |
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173:1.10 (1890.5) This surprising act of Jesus was beyond the comprehension of his apostles. They were so taken aback by this sudden and unexpected move of their Master that they remained throughout the whole episode huddled together near the speaker’s stand; they never lifted a hand to further this cleansing of the temple. If this spectacular event had occurred the day before, at the time of Jesus’ triumphal arrival at the temple at the termination of his tumultuous procession through the gates of the city, all the while loudly acclaimed by the multitude, they would have been ready for it, but coming as it did, they were wholly unprepared to participate. |
173:1.11 (1891.1) Esta depuración del templo revela la actitud del Maestro hacia la comercialización de las prácticas religiosas, así como su abominación por todas las formas de injusticia y de especulación a expensas de los pobres y de los ignorantes. Este episodio demuestra también que Jesús no aprobaba que se rehusara emplear la fuerza para proteger a la mayoría de un grupo humano determinado contra las prácticas desleales y esclavizantes de unas minorías injustas que pudieran parapetarse detrás del poder político, financiero o eclesiástico. No se debe permitir que los hombres astutos, perversos e insidiosos se organicen para explotar y oprimir a aquellos que, a causa de su idealismo, no están dispuestos a recurrir a la violencia para protegerse o para promover sus proyectos de vida dignos de alabanza. |
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173:1.11 (1891.1) This cleansing of the temple discloses the Master’s attitude toward commercializing the practices of religion as well as his detestation of all forms of unfairness and profiteering at the expense of the poor and the unlearned. This episode also demonstrates that Jesus did not look with approval upon the refusal to employ force to protect the majority of any given human group against the unfair and enslaving practices of unjust minorities who may be able to entrench themselves behind political, financial, or ecclesiastical power. Shrewd, wicked, and designing men are not to be permitted to organize themselves for the exploitation and oppression of those who, because of their idealism, are not disposed to resort to force for self-protection or for the furtherance of their laudable life projects. |
2. El desafío a la autoridad del Maestro ^top |
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2. Challenging the Master’s Authority ^top |
173:2.1 (1891.2) El domingo, la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén intimidó tanto a los dirigentes judíos que se abstuvieron de arrestarlo. Hoy lunes, esta depuración espectacular del templo también retrasó eficazmente la captura del Maestro. Día tras día, los jefes de los judíos estaban más decididos a destruirlo, pero se sentían aturdidos por dos temores, que se conjugaban para demorar la hora de asestar el golpe. Los principales sacerdotes y los escribas eran reacios a arrestar a Jesús en público, por miedo a que la multitud se revolviera contra ellos con un furioso resentimiento; también temían la posibilidad de tener que llamar a los guardias romanos para sofocar una revuelta popular. |
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173:2.1 (1891.2) On Sunday the triumphal entry into Jerusalem so overawed the Jewish leaders that they refrained from placing Jesus under arrest. Today, this spectacular cleansing of the temple likewise effectively postponed the Master’s apprehension. Day by day the rulers of the Jews were becoming more and more determined to destroy him, but they were distraught by two fears, which conspired to delay the hour of striking. The chief priests and the scribes were unwilling to arrest Jesus in public for fear the multitude might turn upon them in a fury of resentment; they also dreaded the possibility of the Roman guards being called upon to quell a popular uprising. |
173:2.2 (1891.3) En su sesión del mediodía, el sanedrín acordó por unanimidad, ya que ningún amigo del Maestro había asistido a esta reunión, que Jesús debía ser destruido rápidamente. Pero no pudieron ponerse de acuerdo en cuanto al momento y a la manera en que debía ser arrestado. Finalmente acordaron designar a cinco grupos para que salieran a mezclarse entre la gente, e intentaran enredarlo en sus enseñanzas o desacreditarlo de otras maneras a los ojos de los que escuchaban su instrucción. En consecuencia, a eso de las dos, cuando Jesús acababa de empezar su discurso sobre «La libertad de la filiación», un grupo de estos ancianos de Israel se abrió paso hasta llegar cerca de él, lo interrumpieron como de costumbre, y le hicieron esta pregunta: ¿«Con qué autoridad haces estas cosas? ¿Quién te ha dado esa autoridad?» |
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173:2.2 (1891.3) At the noon session of the Sanhedrin it was unanimously agreed that Jesus must be speedily destroyed, inasmuch as no friend of the Master attended this meeting. But they could not agree as to when and how he should be taken into custody. Finally they agreed upon appointing five groups to go out among the people and seek to entangle him in his teaching or otherwise to discredit him in the sight of those who listened to his instruction. Accordingly, about two o’clock, when Jesus had just begun his discourse on “The Liberty of Sonship,” a group of these elders of Israel made their way up near Jesus and, interrupting him in the customary manner, asked this question: “By what authority do you do these things? Who gave you this authority?” |
173:2.3 (1891.4) Era completamente correcto que los dirigentes del templo y los funcionarios del sanedrín judío hicieran esta pregunta a cualquiera que se atreviera a enseñar y a actuar de la manera extraordinaria característica de Jesús, especialmente en lo referente a su reciente conducta de eliminar todo comercio del templo. Todos estos mercaderes y cambistas operaban con una licencia otorgada directamente por los dirigentes más elevados, y se suponía que un porcentaje de sus ganancias iba directamente al tesoro del templo. No olvidéis que la autoridad era la contraseña de toda la sociedad judía. Los profetas siempre provocaban problemas porque tenían la audacia de atreverse a enseñar sin autoridad, sin haber sido debidamente instruidos en las academias rabínicas, ni haber recibido después la ordenación regular del sanedrín. La carencia de esta autoridad para enseñar pretenciosamente en público se consideraba como indicación de una arrogancia ignorante o de una rebelión abierta. En esta época, sólo el sanedrín podía ordenar a un anciano o a un instructor, y la ceremonia debía tener lugar en presencia de al menos tres personas que hubieran sido previamente ordenadas de la misma manera. Esta ordenación confería al educador el título de «rabino», y también lo capacitaba para actuar como juez, «atando y desatando aquellas cuestiones que le fueran presentadas para que emitiera su fallo». |
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173:2.3 (1891.4) It was altogether proper that the temple rulers and the officers of the Jewish Sanhedrin should ask this question of anyone who presumed to teach and perform in the extraordinary manner which had been characteristic of Jesus, especially as concerned his recent conduct in clearing the temple of all commerce. These traders and money-changers all operated by direct license from the highest rulers, and a percentage of their gains was supposed to go directly into the temple treasury. Do not forget that authority was the watchword of all Jewry. The prophets were always stirring up trouble because they so boldly presumed to teach without authority, without having been duly instructed in the rabbinic academies and subsequently regularly ordained by the Sanhedrin. Lack of this authority in pretentious public teaching was looked upon as indicating either ignorant presumption or open rebellion. At this time only the Sanhedrin could ordain an elder or teacher, and such a ceremony had to take place in the presence of at least three persons who had previously been so ordained. Such an ordination conferred the title of “rabbi” upon the teacher and also qualified him to act as a judge, “binding and loosing such matters as might be brought to him for adjudication.” |
173:2.4 (1892.1) Los dirigentes del templo se presentaron ante Jesús a esta hora de la tarde desafiando no solamente su enseñanza, sino sus actos. Jesús sabía muy bien que estos mismos hombres habían afirmado públicamente durante mucho tiempo que su autoridad para enseñar era satánica, y que todas sus obras poderosas habían sido realizadas por el poder del príncipe de los demonios. Por consiguiente, el Maestro empezó su respuesta a aquella pregunta haciéndoles otra pregunta. Jesús dijo: «Me gustaría también haceros una pregunta, y si me la contestáis, os diré igualmente con qué autoridad hago estas obras. ¿De dónde venía el bautismo de Juan? ¿Recibió Juan su autoridad del cielo o de los hombres?» |
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173:2.4 (1892.1) The rulers of the temple came before Jesus at this afternoon hour challenging not only his teaching but his acts. Jesus well knew that these very men had long publicly taught that his authority for teaching was Satanic, and that all his mighty works had been wrought by the power of the prince of devils. Therefore did the Master begin his answer to their question by asking them a counter-question. Said Jesus: “I would also like to ask you one question which, if you will answer me, I likewise will tell you by what authority I do these works. The baptism of John, whence was it? Did John get his authority from heaven or from men?” |
173:2.5 (1892.2) Cuando sus interrogadores escucharon esto, se apartaron a un lado para consultarse entre ellos acerca de la respuesta que debían dar. Habían pensado en desconcertar a Jesús delante de la multitud, pero ahora eran ellos los que se encontraban bastante confundidos ante todos los que estaban congregados en ese momento en el patio del templo. Y su desconcierto fue aun más evidente cuando regresaron ante Jesús, diciendo: «Respecto al bautismo de Juan, no podemos responder; no sabemos.» Contestaron de esta manera al Maestro porque habían razonado entre ellos: Si decimos que viene del cielo, entonces Jesús dirá: ‘¿Por qué no creísteis en él?`, y quizás añada que su autoridad la ha recibido de Juan. Y si decimos que viene de los hombres, entonces la multitud podría revolverse contra nosotros, porque la mayoría piensa que Juan era un profeta. Y así se vieron obligados a presentarse ante Jesús y la gente para confesar que ellos, los educadores y dirigentes religiosos de Israel, no podían (o no querían) expresar una opinión sobre la misión de Juan. Cuando terminaron de hablar, Jesús bajó la mirada hacia ellos, y dijo: «Yo tampoco os diré con qué autoridad hago estas cosas.» |
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173:2.5 (1892.2) And when his questioners heard this, they withdrew to one side to take counsel among themselves as to what answer they might give. They had thought to embarrass Jesus before the multitude, but now they found themselves much confused before all who were assembled at that time in the temple court. And their discomfiture was all the more apparent when they returned to Jesus, saying: “Concerning the baptism of John, we cannot answer; we do not know.” And they so answered the Master because they had reasoned among themselves: If we shall say from heaven, then will he say, Why did you not believe him, and perchance will add that he received his authority from John; and if we shall say from men, then might the multitude turn upon us, for most of them hold that John was a prophet; and so they were compelled to come before Jesus and the people confessing that they, the religious teachers and leaders of Israel, could not (or would not) express an opinion about John’s mission. And when they had spoken, Jesus, looking down upon them, said, “Neither will I tell you by what authority I do these things.” |
173:2.6 (1892.3) Jesús nunca tuvo la intención de recurrir a Juan para respaldar su autoridad. El sanedrín nunca había ordenado a Juan. La autoridad de Jesús residía en él mismo y en la supremacía eterna de su Padre. |
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173:2.6 (1892.3) Jesus never intended to appeal to John for his authority; John had never been ordained by the Sanhedrin. Jesus’ authority was in himself and in his Father’s eternal supremacy. |
173:2.7 (1892.4) Al emplear esta manera de comportarse con sus adversarios, Jesús no pretendía eludir la pregunta. A primera vista podría parecer que era culpable de responder con una evasiva magistral, pero no era así. Jesús nunca estaba dispuesto a aprovecharse injustamente de nadie, ni siquiera de sus enemigos. Con esta aparente evasiva, en realidad proporcionó a todos sus oyentes la respuesta a la pregunta de los fariseos sobre la autoridad que había detrás de su misión. Ellos habían afirmado que él actuaba con la autoridad del príncipe de los demonios. Jesús había repetido muchas veces que todas sus enseñanzas y obras las realizaba con el poder y la autoridad de su Padre que está en los cielos. Los dirigentes judíos se negaban a aceptar esto, y trataban de acorralarlo para que admitiera que era un educador irregular, puesto que nunca había sido autorizado por el sanedrín. Al contestarles como lo hizo, sin pretender que su autoridad viniera de Juan, satisfizo también a la gente con la conclusión de que el esfuerzo de sus enemigos por hacerlo caer en una trampa recayó eficazmente sobre ellos y los desacreditó considerablemente a los ojos de todos los presentes. |
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173:2.7 (1892.4) In employing this method of dealing with his adversaries, Jesus did not mean to dodge the question. At first it may seem that he was guilty of a masterly evasion, but it was not so. Jesus was never disposed to take unfair advantage of even his enemies. In this apparent evasion he really supplied all his hearers with the answer to the Pharisees’ question as to the authority behind his mission. They had asserted that he performed by authority of the prince of devils. Jesus had repeatedly asserted that all his teaching and works were by the power and authority of his Father in heaven. This the Jewish leaders refused to accept and were seeking to corner him into admitting that he was an irregular teacher since he had never been sanctioned by the Sanhedrin. In answering them as he did, while not claiming authority from John, he so satisfied the people with the inference that the effort of his enemies to ensnare him was effectively turned upon themselves and was much to their discredit in the eyes of all present. |
173:2.8 (1892.5) Este talento que tenía el Maestro para tratar a sus adversarios era lo que tanto les asustaba de él. Aquel día ya no intentaron hacer más preguntas, y se retiraron para consultarse de nuevo entre ellos. Pero la gente no tardó en discernir la falta de honradez y de sinceridad que había en estas preguntas realizadas por los dirigentes judíos. Incluso la gente común no podía dejar de diferenciar entre la majestad moral del Maestro y la hipocresía insidiosa de sus enemigos. Pero la depuración del templo había llevado a los saduceos a unirse con los fariseos para perfeccionar los planes destinados a destruir a Jesús. Y los saduceos representaban ahora la mayoría del sanedrín. |
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173:2.8 (1892.5) And it was this genius of the Master for dealing with his adversaries that made them so afraid of him. They attempted no more questions that day; they retired to take further counsel among themselves. But the people were not slow to discern the dishonesty and insincerity in these questions asked by the Jewish rulers. Even the common folk could not fail to distinguish between the moral majesty of the Master and the designing hypocrisy of his enemies. But the cleansing of the temple had brought the Sadducees over to the side of the Pharisees in perfecting the plan to destroy Jesus. And the Sadducees now represented a majority of the Sanhedrin. |
3. La parábola de los dos hijos ^top |
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3. Parable of the Two Sons ^top |
173:3.1 (1893.1) Mientras los críticos fariseos permanecían allí en silencio delante de Jesús, éste bajó la mirada hacia ellos y dijo: «Puesto que dudáis de la misión de Juan y sois hostiles a la enseñanza y a las obras del Hijo del Hombre, prestad oído a la parábola que os voy a contar: Un gran terrateniente respetado tenía dos hijos, y como deseaba la ayuda de sus hijos para administrar sus grandes posesiones, fue a ver a uno de ellos, diciendo: ‘Hijo, ve hoy a trabajar a mi viñedo.` Este hijo irreflexivo le contestó a su padre: ‘No voy a ir`, pero luego se arrepintió, y fue. Cuando encontró a su hijo mayor, le dijo igualmente: ‘Hijo, ve a trabajar a mi viñedo.` Y este hijo hipócrita e infiel le contestó: ‘Sí, padre mío, voy a ir.` Pero cuando su padre se marchó, no fue. Permitidme que os pregunte, ¿cuál de estos hijos hizo realmente la voluntad de su padre?» |
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173:3.1 (1893.1) As the caviling Pharisees stood there in silence before Jesus, he looked down on them and said: “Since you are in doubt about John’s mission and arrayed in enmity against the teaching and the works of the Son of Man, give ear while I tell you a parable: A certain great and respected landholder had two sons, and desiring the help of his sons in the management of his large estates, he came to one of them, saying, ‘Son, go work today in my vineyard.’ And this unthinking son answered his father, saying, ‘I will not go’; but afterward he repented and went. When he had found his older son, likewise he said to him, ‘Son, go work in my vineyard.’ And this hypocritical and unfaithful son answered, ‘Yes, my father, I will go.’ But when his father had departed, he went not. Let me ask you, which of these sons really did his father’s will?” |
173:3.2 (1893.2) Y la gente respondió al unísono, diciendo: «El primer hijo.» Entonces Jesús dijo: «Así es; y ahora os afirmo que los publicanos y las prostitutas, aunque parezcan rechazar la llamada al arrepentimiento, verán el error de su estilo de vida y entrarán en el reino de Dios antes que vosotros, que hacéis grandes ostentaciones de servir al Padre que está en los cielos, mientras os negáis a hacer las obras del Padre. No habéis sido vosotros, los fariseos y los escribas, los que habéis creído en Juan, sino más bien los publicanos y los pecadores; tampoco creéis en mi enseñanza, pero la gente corriente escucha mis palabras con mucho gusto.» |
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173:3.2 (1893.2) And the people spoke with one accord, saying, “The first son.” And then said Jesus: “Even so; and now do I declare that the publicans and harlots, even though they appear to refuse the call to repentance, shall see the error of their way and go on into the kingdom of God before you, who make great pretensions of serving the Father in heaven while you refuse to do the works of the Father. It was not you, the Pharisees and scribes, who believed John, but rather the publicans and sinners; neither do you believe my teaching, but the common people hear my words gladly.” |
173:3.3 (1893.3) Jesús no despreciaba personalmente a los fariseos ni a los saduceos. Lo que trataba de desacreditar era sus sistemas de enseñanza y de prácticas. No sentía hostilidad hacia nadie, pero aquí se estaba produciendo la colisión inevitable entre una religión del espíritu nueva y viviente, y la antigua religión de las ceremonias, la tradición y la autoridad. |
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173:3.3 (1893.3) Jesus did not despise the Pharisees and Sadducees personally. It was their systems of teaching and practice which he sought to discredit. He was hostile to no man, but here was occurring the inevitable clash between a new and living religion of the spirit and the older religion of ceremony, tradition, and authority. |
173:3.4 (1893.4) Los doce apóstoles permanecieron todo este tiempo cerca del Maestro, pero no participaron en absoluto en estas acciones. Cada uno de los doce reaccionaba según su propia manera particular ante los acontecimientos de estos últimos días del ministerio de Jesús en la carne, y cada uno obedecía igualmente el mandato del Maestro de abstenerse de toda enseñanza y de toda predicación en público durante esta semana de la Pascua. |
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173:3.4 (1893.4) All this time the twelve apostles stood near the Master, but they did not in any manner participate in these transactions. Each one of the twelve was reacting in his own peculiar way to the events of these closing days of Jesus’ ministry in the flesh, and each one likewise remained obedient to the Master’s injunction to refrain from all public teaching and preaching during this Passover week. |
4. La parábola del propietario ausente ^top |
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4. Parable of the Absent Landlord ^top |
173:4.1 (1893.5) Cuando los principales fariseos y los escribas que habían intentado enredar a Jesús con sus preguntas hubieron terminado de escuchar la historia de los dos hijos, se retiraron para consultarse de nuevo. El Maestro volvió su atención hacia la atenta multitud, y contó otra parábola: |
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173:4.1 (1893.5) When the chief Pharisees and the scribes who had sought to entangle Jesus with their questions had finished listening to the story of the two sons, they withdrew to take further counsel, and the Master, turning his attention to the listening multitude, told another parable: |
173:4.2 (1893.6) «Había un hombre de bien que poseía una propiedad, y plantó una viña. La rodeó de un seto, cavó un hoyo para el lagar y construyó una torre para los guardas. Luego alquiló esta viña a unos arrendatarios y partió para un largo viaje a otro país. Cuando se acercó la temporada de los frutos, envió a unos servidores a los arrendatarios para que cobraran su alquiler. Pero los arrendatarios se consultaron entre ellos y se negaron a entregar a estos servidores los frutos que le debían al señor; en lugar de eso, atacaron a los sirvientes, golpearon a uno, lapidaron a otro, y despidieron a los demás con las manos vacías. Cuando el propietario se enteró de todo esto, envió a otros servidores de más confianza para que trataran con estos malvados arrendatarios, pero éstos hirieron a los nuevos sirvientes y los trataron de una manera vergonzosa. Entonces el señor envió a su servidor favorito, a su administrador, y los arrendatarios lo mataron. Sin embargo, con paciencia e indulgencia, el propietario envió a otros muchos servidores, pero no quisieron recibir a ninguno. A unos los golpearon y a otros los mataron. Cuando el propietario se sintió tratado de esta manera, decidió enviar a su hijo para que tratara con aquellos arrendatarios ingratos, diciéndose: ‘Pueden maltratar a mis servidores, pero seguramente mostrarán respeto por mi amado hijo.` Pero cuando aquellos arrendatarios malvados e impenitentes vieron venir al hijo, razonaron entre ellos: ‘Éste es el heredero; vamos a matarlo y entonces la herencia será nuestra.` Así pues lo agarraron, y después de echarlo fuera de la viña, lo mataron. Cuando el dueño de esta viña se entere de que han rechazado y matado a su hijo, ¿qué hará con aquellos arrendatarios ingratos y perversos?» |
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173:4.2 (1893.6) “There was a good man who was a householder, and he planted a vineyard. He set a hedge about it, dug a pit for the wine press, and built a watchtower for the guards. Then he let this vineyard out to tenants while he went on a long journey into another country. And when the season of the fruits drew near, he sent servants to the tenants to receive his rental. But they took counsel among themselves and refused to give these servants the fruits due their master; instead, they fell upon his servants, beating one, stoning another, and sending the others away empty-handed. And when the householder heard about all this, he sent other and more trusted servants to deal with these wicked tenants, and these they wounded and also treated shamefully. And then the householder sent his favorite servant, his steward, and him they killed. And still, in patience and with forbearance, he dispatched many other servants, but none would they receive. Some they beat, others they killed, and when the householder had been so dealt with, he decided to send his son to deal with these ungrateful tenants, saying to himself, ‘They may mistreat my servants, but they will surely show respect for my beloved son.’ But when these unrepentant and wicked tenants saw the son, they reasoned among themselves: ‘This is the heir; come, let us kill him and then the inheritance will be ours.’ So they laid hold on him, and after casting him out of the vineyard, they killed him. When the lord of that vineyard shall hear how they have rejected and killed his son, what will he do to those ungrateful and wicked tenants?” |
173:4.3 (1894.1) Cuando la gente escuchó esta parábola y la pregunta que Jesús había hecho, contestaron: «Destruirá a esos miserables y alquilará su viña a otros arrendatarios honrados, que le entregarán los frutos a su debido tiempo.» Algunos de los oyentes percibieron que esta parábola se refería a la nación judía, a la manera en que había tratado a los profetas y al rechazo inminente de Jesús y del evangelio del reino; entonces dijeron con tristeza: «Quiera Dios que no sigamos haciendo estas cosas.» |
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173:4.3 (1894.1) And when the people heard this parable and the question Jesus asked, they answered, “He will destroy those miserable men and let out his vineyard to other and honest farmers who will render to him the fruits in their season.” And when some of them who heard perceived that this parable referred to the Jewish nation and its treatment of the prophets and to the impending rejection of Jesus and the gospel of the kingdom, they said in sorrow, “God forbid that we should go on doing these things.” |
173:4.4 (1894.2) Jesús vio que un grupo de saduceos y fariseos se abría paso a través del gentío, y se calló un momento hasta que se acercaron a él; entonces dijo: «Sabéis cómo vuestros padres rechazaron a los profetas, y sabéis muy bien que habéis decidido en vuestro corazón rechazar al Hijo del Hombre.» Luego, mirando con una mirada escrutadora a los sacerdotes y a los ancianos que estaban cerca de él, Jesús dijo: «¿No habéis leído nunca en las Escrituras acerca de la piedra que rechazaron los constructores, y que se convirtió en la piedra angular cuando el pueblo la descubrió? Por eso, os advierto una vez más que si continuáis rechazando este evangelio, el reino de Dios será pronto apartado de vosotros, y se entregará a un pueblo dispuesto a recibir la buena nueva y a producir los frutos del espíritu. Esta piedra contiene un misterio, pues el que cae sobre ella, aunque se rompa en pedazos por su causa, se salvará; pero aquel sobre quien caiga esta piedra se convertirá en polvo, y sus cenizas se dispersarán a los cuatro vientos.» |
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173:4.4 (1894.2) Jesus saw a group of the Sadducees and Pharisees making their way through the crowd, and he paused for a moment until they drew near him, when he said: “You know how your fathers rejected the prophets, and you well know that you are set in your hearts to reject the Son of Man.” And then, looking with searching gaze upon those priests and elders who were standing near him, Jesus said: “Did you never read in the Scripture about the stone which the builders rejected, and which, when the people had discovered it, was made into the cornerstone? And so once more do I warn you that, if you continue to reject this gospel, presently will the kingdom of God be taken away from you and be given to a people willing to receive the good news and to bring forth the fruits of the spirit. And there is a mystery about this stone, seeing that whoso falls upon it, while he is thereby broken in pieces, shall be saved; but on whomsoever this stone falls, he will be ground to dust and his ashes scattered to the four winds.” |
173:4.5 (1894.3) Cuando los fariseos escucharon estas palabras, comprendieron que Jesús se refería a ellos y a los demás dirigentes judíos. Tenían enormes deseos de agarrarlo en aquel mismo momento, pero tenían miedo de la multitud. Sin embargo, estaban tan irritados por las palabras del Maestro que se retiraron para consultarse de nuevo entre ellos acerca de cómo provocar su muerte. Aquella noche, tanto los saduceos como los fariseos se unieron para planear la manera de hacerlo caer en una trampa al día siguiente. |
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173:4.5 (1894.3) When the Pharisees heard these words, they understood that Jesus referred to themselves and the other Jewish leaders. They greatly desired to lay hold on him then and there, but they feared the multitude. However, they were so angered by the Master’s words that they withdrew and held further counsel among themselves as to how they might bring about his death. And that night both the Sadducees and the Pharisees joined hands in the plan to entrap him the next day. |
5. La parábola del banquete de boda ^top |
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5. Parable of the Marriage Feast ^top |
173:5.1 (1894.4) Después de que los escribas y los dirigentes se hubieron retirado, Jesús se dirigió de nuevo a la multitud reunida y contó la parábola del banquete de boda. Dijo: |
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173:5.1 (1894.4) After the scribes and rulers had withdrawn, Jesus addressed himself again to the assembled crowd and spoke the parable of the wedding feast. He said: |
173:5.2 (1894.5) «El reino de los cielos se puede comparar con un rey que preparó un banquete de boda para su hijo, y envió a unos mensajeros para que llamaran a los que habían sido previamente invitados a venir a la fiesta, diciendo: ‘Todo está preparado para la cena nupcial en el palacio del rey.` Sin embargo, muchos de los que habían prometido asistir se negaron a venir en aquel momento. Cuando el rey escuchó que rechazaban su invitación, envió a otros servidores y mensajeros, diciendo: ‘Decid que vengan todos los que estaban invitados, porque mirad, mi cena está preparada. Mis bueyes y mis cebones han sido matados, y todo está preparado para celebrar la boda inminente de mi hijo.` Pero de nuevo, aquellos invitados desconsiderados no le dieron importancia a la llamada de su rey, y se fueron por su camino, uno a su granja, otro a su cerámica y otros a sus negocios. Y otros además no se contentaron con menospreciar así la llamada del rey, sino que se rebelaron abiertamente, pegaron a los mensajeros del rey, los maltrataron vergonzosamente, e incluso mataron a algunos de ellos. Cuando el rey observó que sus convidados elegidos, incluídos aquellos que habían aceptado su invitación preliminar y habían prometido asistir al banquete de boda, rechazaban finalmente su llamada, y en rebeldía habían atacado y matado a sus mensajeros elegidos, se encolerizó extremadamente. Entonces, este rey ultrajado mandó salir a sus ejércitos y a los ejércitos de sus aliados, y les ordenó que destruyeran a aquellos asesinos rebeldes y que incendiaran su ciudad. |
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173:5.2 (1894.5) “The kingdom of heaven may be likened to a certain king who made a marriage feast for his son and dispatched messengers to call those who had previously been invited to the feast to come, saying, ‘Everything is ready for the marriage supper at the king’s palace.’ Now, many of those who had once promised to attend, at this time refused to come. When the king heard of these rejections of his invitation, he sent other servants and messengers, saying: ‘Tell all those who were bidden, to come, for, behold, my dinner is ready. My oxen and my fatlings are killed, and all is in readiness for the celebration of the forthcoming marriage of my son.’ But again did the thoughtless make light of this call of their king, and they went their ways, one to the farm, another to the pottery, and others to their merchandise. Still others were not content thus to slight the king’s call, but in open rebellion they laid hands on the king’s messengers and shamefully mistreated them, even killing some of them. And when the king perceived that his chosen guests, even those who had accepted his preliminary invitation and had promised to attend the wedding feast, had finally rejected his call and in rebellion had assaulted and slain his chosen messengers, he was exceedingly wroth. And then this insulted king ordered out his armies and the armies of his allies and instructed them to destroy these rebellious murderers and to burn down their city. |
173:5.3 (1895.1) «Después de haber castigado a los que habían despreciado su invitación, fijó un nuevo día para el banquete de bodas y dijo a sus mensajeros: ‘Los primeros invitados a la boda no eran dignos; id pues ahora a los cruces de los caminos y a las carreteras, e incluso más allá de los límites de la ciudad, e invitad a todos los que encontréis, incluídos los extranjeros, para que vengan y asistan a este banquete de bodas.` Los servidores salieron entonces a las carreteras y a los lugares apartados, y reunieron a todos los que encontraron, buenos y malos, ricos y pobres, de manera que por fin la sala nupcial se llenó de convidados de buena voluntad. Cuando todo estuvo dispuesto, el rey entró para examinar a sus huéspedes, y se sorprendió mucho al ver allí a un hombre sin vestido nupcial. Puesto que el rey había proporcionado generosamente vestidos nupciales a todos sus huéspedes, se dirigió a este hombre y le dijo: ‘Amigo, ¿cómo puede ser que entres en la sala de mis invitados, en esta ocasión, sin el vestido nupcial`? Aquel hombre descuidado se quedó callado. Entonces, el rey dijo a sus servidores: ‘Echad a este invitado desconsiderado de mi casa, y que comparta la misma suerte que todos los demás que despreciaron mi hospitalidad y rechazaron mi llamada. Sólo quiero tener aquí a los que se regocijan de aceptar mi invitación, y que me hacen el honor de llevar los vestidos nupciales que tan generosamente se han proporcionado a todos.`» |
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173:5.3 (1895.1) “And when he had punished those who spurned his invitation, he appointed yet another day for the wedding feast and said to his messengers: ‘They who were first bidden to the wedding were not worthy; so go now into the parting of the ways and into the highways and even beyond the borders of the city, and as many as you shall find, bid even these strangers to come in and attend this wedding feast.’ And then these servants went out into the highways and the out-of-the-way places, and they gathered together as many as they found, good and bad, rich and poor, so that at last the wedding chamber was filled with willing guests. When all was ready, the king came in to view his guests, and much to his surprise he saw there a man without a wedding garment. The king, since he had freely provided wedding garments for all his guests, addressing this man, said: ‘Friend, how is it that you come into my guest chamber on this occasion without a wedding garment?’ And this unprepared man was speechless. Then said the king to his servants: ‘Cast out this thoughtless guest from my house to share the lot of all the others who have spurned my hospitality and rejected my call. I will have none here except those who delight to accept my invitation, and who do me the honor to wear those guest garments so freely provided for all.’” |
173:5.4 (1895.2) Después de contar esta parábola, Jesús estaba a punto de despedir a la multitud cuando un creyente simpatizante se abrió paso hacia él a través del gentío, y preguntó: «Pero, Maestro, ¿cómo nos enteraremos de esas cosas? ¿Cómo estaremos preparados para la invitación del rey? ¿Qué signo nos darás para que sepamos que eres el Hijo de Dios?» Cuando el Maestro escuchó estas palabras, dijo: «Sólo se os dará un signo.» Luego, señalando a su propio cuerpo, continuó: «Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.» Pero no lo comprendieron, y se dispersaron diciéndose entre ellos: «Este templo ha estado en construcción casi cincuenta años, y sin embargo dice que lo destruirá y lo levantará en tres días.» Ni siquiera sus propios apóstoles comprendieron el significado de esta declaración, pero posteriormente, después de su resurrección, recordaron lo que el Maestro había dicho. |
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173:5.4 (1895.2) After speaking this parable, Jesus was about to dismiss the multitude when a sympathetic believer, making his way through the crowds toward him, asked: “But, Master, how shall we know about these things? how shall we be ready for the king’s invitation? what sign will you give us whereby we shall know that you are the Son of God?” And when the Master heard this, he said, “Only one sign shall be given you.” And then, pointing to his own body, he continued, “Destroy this temple, and in three days I will raise it up.” But they did not understand him, and as they dispersed, they talked among themselves, saying, “Almost fifty years has this temple been in building, and yet he says he will destroy it and raise it up in three days.” Even his own apostles did not comprehend the significance of this utterance, but subsequently, after his resurrection, they recalled what he had said. |
173:5.5 (1895.3) Hacia las cuatro de esta tarde, Jesús hizo señas a sus apóstoles y les indicó que deseaba dejar el templo e ir a Betania para cenar y descansar durante la noche. Mientras subían el Olivete, Jesús indicó a Andrés, Felipe y Tomás que al día siguiente debían establecer un campamento más cerca de la ciudad, para poder ocuparlo durante el resto de la semana pascual. Siguiendo estas instrucciones, a la mañana siguiente montaron sus tiendas de campaña en una hondonada de la ladera que dominaba el parque de acampamiento público de Getsemaní, en un pequeño terreno que pertenecía a Simón de Betania. |
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173:5.5 (1895.3) About four o’clock this afternoon Jesus beckoned to his apostles and indicated that he desired to leave the temple and to go to Bethany for their evening meal and a night of rest. On the way up Olivet Jesus instructed Andrew, Philip, and Thomas that, on the morrow, they should establish a camp nearer the city which they could occupy during the remainder of the Passover week. In compliance with this instruction the following morning they pitched their tents in the hillside ravine overlooking the public camping park of Gethsemane, on a plot of ground belonging to Simon of Bethany. |
173:5.6 (1896.1) De nuevo, un grupo silencioso de judíos ascendió la pendiente occidental del Olivete este lunes por la noche. Estos doce hombres empezaban a sentir, como nunca lo habían sentido antes, que algo trágico estaba a punto de suceder. La espectacular depuración del templo, durante las primeras horas de la mañana, había despertado sus esperanzas de ver cómo el Maestro se imponía y manifestaba sus grandes poderes, pero los acontecimientos de toda la tarde estuvieron caracterizados por un descenso de la tensión, en el sentido de que todos apuntaban a un rechazo seguro de las enseñanzas de Jesús por parte de las autoridades judías. Los apóstoles se sentían oprimidos por la duda y prisioneros de una terrible incertidumbre. Se daban cuenta de que podían transcurrir sólo unos breves días entre los acontecimientos del día que acababa de terminar y el estallido de una fatalidad inminente. Todos sentían que algo temible estaba a punto de suceder, pero no sabían qué esperar. Cada uno se fue a su sitio para descansar, pero durmieron muy poco. Incluso los gemelos Alfeo empezaron por fin a comprender que los acontecimientos de la vida del Maestro se dirigían velozmente hacia su culminación final. |
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173:5.6 (1896.1) Again it was a silent group of Jews who made their way up the western slope of Olivet on this Monday night. These twelve men, as never before, were beginning to sense that something tragic was about to happen. While the dramatic cleansing of the temple during the early morning had aroused their hopes of seeing the Master assert himself and manifest his mighty powers, the events of the entire afternoon only operated as an anticlimax in that they all pointed to the certain rejection of Jesus’ teaching by the Jewish authorities. The apostles were gripped by suspense and were held in the firm grasp of a terrible uncertainty. They realized that only a few short days could intervene between the events of the day just passed and the crash of an impending doom. They all felt that something tremendous was about to happen, but they knew not what to expect. They went to their various places for rest, but they slept very little. Even the Alpheus twins were at last aroused to the realization that the events of the Master’s life were moving swiftly toward their final culmination. |