Documento 174 |
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Paper 174 |
El martes por la mañana en el templo |
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Tuesday Morning in the Temple |
174:0.1 (1897.1) HACIA las siete de la mañana de este martes, Jesús se reunió, en la casa de Simón, con los apóstoles, el cuerpo de mujeres y unas dos docenas de otros discípulos destacados. En esta reunión se despidió de Lázaro, y le dio las instrucciones que le indujeron a huir rápidamente a Filadelfia en Perea, donde se unió más tarde al movimiento misionero que tenía su sede en aquella ciudad. Jesús también se despidió del anciano Simón, y dio sus consejos de despedida al cuerpo de mujeres, pues nunca más se dirigió a ellas de manera oficial. |
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174:0.1 (1897.1) ABOUT seven o’clock on this Tuesday morning Jesus met the apostles, the women’s corps, and some two dozen other prominent disciples at the home of Simon. At this meeting he said farewell to Lazarus, giving him that instruction which led him so soon to flee to Philadelphia in Perea, where he later became connected with the missionary movement having its headquarters in that city. Jesus also said good-bye to the aged Simon, and gave his parting advice to the women’s corps, as he never again formally addressed them. |
174:0.2 (1897.2) Esta mañana, saludó a cada uno de lo doce con unas palabras personales. A Andrés le dijo: «No te desanimes por los acontecimientos inminentes. Controla firmemente a tus hermanos y procura que no te vean abatido.» A Pedro le dijo: «No pongas tu confianza en el vigor de tu brazo ni en las armas de acero. Asiéntate sobre los fundamentos espirituales de las rocas eternas.» A Santiago le dijo: «No vaciles ante las apariencias externas. Permanece firme en tu fe, y pronto conocerás la realidad de aquello en lo que crees.» A Juan le dijo: «Sé dulce; ama incluso a tus enemigos; sé tolerante. Y recuerda que te he confiado muchas cosas.» A Natanael le dijo: «No juzgues por las apariencias; permanece firme en tu fe cuando todo parezca desvanecerse; sé fiel a tu misión de embajador del reino.» A Felipe le dijo: «No te dejes conmover por los acontecimientos inminentes. Permanece impasible, aunque no puedas ver el camino. Sé fiel a tu juramento de consagración.» A Mateo le dijo: «No olvides la misericordia que te recibió en el reino. No dejes que nadie te robe tu recompensa eterna. Puesto que has resistido las tendencias de la naturaleza humana, dispónte a ser firme.» A Tomás le dijo: «Por muy difícil que sea, ahora tienes que caminar por la fe y no por la vista. No dudes de que yo sea capaz de terminar la obra que he empezado, y de que finalmente veré a todos mis fieles embajadores en el reino del más allá.» A los gemelos Alfeo les dijo: «No permitáis que os abrumen las cosas que no podéis comprender. Sed fieles a los afectos de vuestro corazón, y no pongáis vuestra confianza ni en los grandes hombres ni en la actitud cambiante de la gente. Permaneced al lado de vuestros hermanos.» A Simón Celotes le dijo: «Simón, quizás te sientas abrumado por la decepción, pero tu espíritu se elevará por encima de todo lo que pueda sucederte. Lo que no has conseguido aprender de mí, mi espíritu te lo enseñará. Busca las verdaderas realidades del espíritu, y deja de sentirte atraído por las sombras irreales y materiales.» Y a Judas Iscariote le dijo: «Judas, te he amado y he rogado para que ames a tus hermanos. No te canses de hacer el bien; y deseo prevenirte que te guardes de los senderos resbaladizos de la adulación y de los dardos envenenados del ridículo.» |
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174:0.2 (1897.2) This morning he greeted each of the twelve with a personal salutation. To Andrew he said: “Be not dismayed by the events just ahead. Keep a firm hold on your brethren and see that they do not find you downcast.” To Peter he said: “Put not your trust in the arm of flesh nor in weapons of steel. Establish yourself on the spiritual foundations of the eternal rocks.” To James he said: “Falter not because of outward appearances. Remain firm in your faith, and you shall soon know of the reality of that which you believe.” To John he said: “Be gentle; love even your enemies; be tolerant. And remember that I have trusted you with many things.” To Nathaniel he said: “Judge not by appearances; remain firm in your faith when all appears to vanish; be true to your commission as an ambassador of the kingdom.” To Philip he said: “Be unmoved by the events now impending. Remain unshaken, even when you cannot see the way. Be loyal to your oath of consecration.” To Matthew he said: “Forget not the mercy that received you into the kingdom. Let no man cheat you of your eternal reward. As you have withstood the inclinations of the mortal nature, be willing to be steadfast.” To Thomas he said: “No matter how difficult it may be, just now you must walk by faith and not by sight. Doubt not that I am able to finish the work I have begun, and that I shall eventually see all of my faithful ambassadors in the kingdom beyond.” To the Alpheus twins he said: “Do not allow the things which you cannot understand to crush you. Be true to the affections of your hearts and put not your trust in either great men or the changing attitude of the people. Stand by your brethren.” And to Simon Zelotes he said: “Simon, you may be crushed by disappointment, but your spirit shall rise above all that may come upon you. What you have failed to learn from me, my spirit will teach you. Seek the true realities of the spirit and cease to be attracted by unreal and material shadows.” And to Judas Iscariot he said: “Judas, I have loved you and have prayed that you would love your brethren. Be not weary in well doing; and I would warn you to beware the slippery paths of flattery and the poison darts of ridicule.” |
174:0.3 (1897.3) Una vez que hubo concluido estos saludos, partió para Jerusalén con Andrés, Pedro, Santiago y Juan, mientras que los demás apóstoles se ocupaban de establecer el campamento de Getsemaní, donde iban a dirigirse aquella noche, y donde instalaron su cuartel general durante el resto de la vida mortal del Maestro. Aproximadamente a medio camino del descenso del Olivete, Jesús se detuvo y conversó durante más de una hora con los cuatro apóstoles. |
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174:0.3 (1897.3) And when he had concluded these greetings, he departed for Jerusalem with Andrew, Peter, James, and John as the other apostles set about the establishment of the Gethsemane camp, where they were to go that night, and where they made their headquarters for the remainder of the Master’s life in the flesh. About halfway down the slope of Olivet Jesus paused and visited more than an hour with the four apostles. |
1. El perdón divino ^top |
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1. Divine Forgiveness ^top |
174:1.1 (1898.1) Durante varios días, Pedro y Santiago habían estado discutiendo sus diferencias de opinión sobre la enseñanza del Maestro acerca del perdón de los pecados. Los dos habían acordado plantear el asunto a Jesús, y Pedro aprovechó esta ocasión como una oportunidad adecuada para obtener el consejo del Maestro. En consecuencia, Simón Pedro interrumpió la conversación sobre las diferencias entre la alabanza y la adoración, y preguntó: «Maestro, Santiago y yo no estamos de acuerdo sobre tus enseñanzas relacionadas con el perdón de los pecados. Santiago afirma que, según tu enseñanza, el Padre nos perdona incluso antes de que se lo pidamos, y yo sostengo que el arrepentimiento y la confesión deben preceder al perdón. ¿Quién de nosotros tiene razón? ¿Qué dices tú?» |
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174:1.1 (1898.1) For several days Peter and James had been engaged in discussing their differences of opinion about the Master’s teaching regarding the forgiveness of sin. They had both agreed to lay the matter before Jesus, and Peter embraced this occasion as a fitting opportunity for securing the Master’s counsel. Accordingly, Simon Peter broke in on the conversation dealing with the differences between praise and worship, by asking: “Master, James and I are not in accord regarding your teachings having to do with the forgiveness of sin. James claims you teach that the Father forgives us even before we ask him, and I maintain that repentance and confession must precede the forgiveness. Which of us is right? what do you say?” |
174:1.2 (1898.2) Después de un breve silencio, Jesús miró de manera significativa a los cuatro y contestó: «Hermanos míos, os equivocáis en vuestras opiniones porque no comprendéis la naturaleza de las relaciones íntimas y amorosas entre la criatura y el Creador, entre el hombre y Dios. No lográis captar la simpatía comprensiva que un padre sabio alberga por su hijo inmaduro y a veces equivocado. En verdad es dudoso que unos padres inteligentes y afectuosos se vean nunca en la necesidad de perdonar a un hijo normal y corriente. Las relaciones comprensivas, asociadas con las actitudes amorosas, impiden eficazmente todos los distanciamientos que necesitan posteriormente un reajuste mediante el arrepentimiento del hijo y el perdón del padre. |
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174:1.2 (1898.2) After a short silence Jesus looked significantly at all four and answered: “My brethren, you err in your opinions because you do not comprehend the nature of those intimate and loving relations between the creature and the Creator, between man and God. You fail to grasp that understanding sympathy which the wise parent entertains for his immature and sometimes erring child. It is indeed doubtful whether intelligent and affectionate parents are ever called upon to forgive an average and normal child. Understanding relationships associated with attitudes of love effectively prevent all those estrangements which later necessitate the readjustment of repentance by the child with forgiveness by the parent. |
174:1.3 (1898.3) «En cada hijo vive una fracción de su padre. El padre disfruta de una prioridad y de una superioridad de comprensión en todas las cuestiones relacionadas con la relación entre padre e hijo. El padre es capaz de percibir la inmadurez del hijo a la luz de la madurez paternal más elevada, de la experiencia más madura que posee el compañero de más edad. En el caso del hijo terrestre y del Padre celestial, el padre divino posee, de una manera infinita y divina, la compasión y la capacidad para comprender con amor. El perdón divino es inevitable; es inherente e inalienable a la comprensión infinita de Dios, a su conocimiento perfecto de todo lo relacionado con el juicio erróneo y la elección equivocada del hijo. La justicia divina es tan eternamente equitativa que engloba infaliblemente una misericordia comprensiva. |
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174:1.3 (1898.3) “A part of every father lives in the child. The father enjoys priority and superiority of understanding in all matters connected with the child-parent relationship. The parent is able to view the immaturity of the child in the light of the more advanced parental maturity, the riper experience of the older partner. With the earthly child and the heavenly Father, the divine parent possesses infinity and divinity of sympathy and capacity for loving understanding. Divine forgiveness is inevitable; it is inherent and inalienable in God’s infinite understanding, in his perfect knowledge of all that concerns the mistaken judgment and erroneous choosing of the child. Divine justice is so eternally fair that it unfailingly embodies understanding mercy. |
174:1.4 (1898.4) «Cuando un hombre sensato comprende los impulsos internos de sus semejantes, los ama. Y cuando amáis a vuestro hermano, ya lo habéis perdonado. Esta capacidad para comprender la naturaleza del hombre y para perdonar sus aparentes fechorías, es divina. Si sois unos padres sabios, así es como amaréis y comprenderéis a vuestros hijos, e incluso los perdonaréis cuando los malentendidos pasajeros os hayan separado aparentemente. El hijo es inmaduro y no comprende plenamente la profundidad de la relación entre padre e hijo; por eso experimenta con frecuencia un sentimiento de separación culpable cuando no tiene la plena aprobación de su padre, pero un verdadero padre nunca tiene conciencia de una separación semejante. El pecado es una experiencia de la conciencia de la criatura; no forma parte de la conciencia de Dios. |
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174:1.4 (1898.4) “When a wise man understands the inner impulses of his fellows, he will love them. And when you love your brother, you have already forgiven him. This capacity to understand man’s nature and forgive his apparent wrongdoing is Godlike. If you are wise parents, this is the way you will love and understand your children, even forgive them when transient misunderstanding has apparently separated you. The child, being immature and lacking in the fuller understanding of the depth of the child-father relationship, must frequently feel a sense of guilty separation from a father’s full approval, but the true father is never conscious of any such separation. Sin is an experience of creature consciousness; it is not a part of God’s consciousness. |
174:1.5 (1898.5) «Vuestra incapacidad o vuestra mala disposición para perdonar a vuestros semejantes es la medida de vuestra inmadurez, de vuestro fracaso en alcanzar el nivel adulto de compasión, de comprensión y de amor. Vuestros rencores y vuestras ideas de venganza son directamente proporcionales a vuestra ignorancia de la naturaleza interior y de los verdaderos anhelos de vuestros hijos y de vuestros semejantes. El amor es la manifestación exterior del impulso de vida interior y divino. Está basado en la comprensión, alimentado por el servicio desinteresado y perfeccionado con la sabiduría.» |
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174:1.5 (1898.5) “Your inability or unwillingness to forgive your fellows is the measure of your immaturity, your failure to attain adult sympathy, understanding, and love. You hold grudges and nurse vengefulness in direct proportion to your ignorance of the inner nature and true longings of your children and your fellow beings. Love is the outworking of the divine and inner urge of life. It is founded on understanding, nurtured by unselfish service, and perfected in wisdom.” |
2. Las preguntas de los dirigentes judíos ^top |
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2. Questions by the Jewish Rulers ^top |
174:2.1 (1899.1) El lunes por la noche se había celebrado un consejo entre el sanedrín y unos cincuenta dirigentes adicionales seleccionados entre los escribas, los fariseos y los saduceos. Esta asamblea llegó al consenso de que sería peligroso arrestar a Jesús en público a causa de su influencia sobre los sentimientos de la gente común. La mayoría opinaba también que había que hacer un esfuerzo decidido para desacreditarlo a los ojos de la multitud, antes de arrestarlo y de llevarlo a juicio. En consecuencia, se designaron diversos grupos de hombres eruditos para que estuvieran disponibles a la mañana siguiente en el templo, a fin de intentar hacerlo caer en una trampa con preguntas difíciles, y tratar de desconcertarlo de otras maneras delante de la gente. Al fin, los fariseos, los saduceos e incluso los herodianos se encontraban todos unidos en este esfuerzo por desacreditar a Jesús a los ojos de las multitudes pascuales. |
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174:2.1 (1899.1) On Monday evening there had been held a council between the Sanhedrin and some fifty additional leaders selected from among the scribes, Pharisees, and the Sadducees. It was the consensus of this meeting that it would be dangerous to arrest Jesus in public because of his hold upon the affections of the common people. It was also the opinion of the majority that a determined effort should be made to discredit him in the eyes of the multitude before he should be arrested and brought to trial. Accordingly, several groups of learned men were designated to be on hand the next morning in the temple to undertake to entrap him with difficult questions and otherwise to seek to embarrass him before the people. At last, the Pharisees, Sadducees, and even the Herodians were all united in this effort to discredit Jesus in the eyes of the Passover multitudes. |
174:2.2 (1899.2) El martes por la mañana, cuando Jesús llegó al patio del templo y empezó a enseñar, sólo había pronunciado algunas palabras cuando un grupo de los estudiantes más jóvenes de las academias, que habían sido preparados de antemano con esta finalidad, se adelantaron y se dirigieron a Jesús a través de su portavoz, diciendo: «Maestro, sabemos que eres un instructor honrado; sabemos que proclamas los caminos de la verdad y que sólo sirves a Dios, porque no temes a ningún hombre y no haces acepción de personas. Sólo somos unos estudiantes, y quisiéramos conocer la verdad sobre una cuestión que nos preocupa. Nuestra dificultad es la siguiente: ¿Es lícito que paguemos tributo al César? ¿Hemos de pagarlo o no?» Percibiendo su hipocresía y su astucia, Jesús les dijo: «¿Por qué venís a tentarme de esta manera? Mostradme el dinero del tributo, y os contestaré.» Cuando los estudiantes le entregaron un denario, lo examinó y dijo: «¿De quién es la imagen y la inscripción que lleva esta moneda?» Cuando le contestaron: «Del César», Jesús dijo: «Dad al César las cosas que son del César, y dad a Dios las cosas que son de Dios.» |
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174:2.2 (1899.2) Tuesday morning, when Jesus arrived in the temple court and began to teach, he had uttered but few words when a group of the younger students from the academies, who had been rehearsed for this purpose, came forward and by their spokesman addressed Jesus: “Master, we know you are a righteous teacher, and we know that you proclaim the ways of truth, and that you serve only God, for you fear no man, and that you are no respecter of persons. We are only students, and we would know the truth about a matter which troubles us; our difficulty is this: Is it lawful for us to give tribute to Caesar? Shall we give or shall we not give?” Jesus, perceiving their hypocrisy and craftiness, said to them: “Why do you thus come to tempt me? Show me the tribute money, and I will answer you.” And when they handed him a denarius, he looked at it and said, “Whose image and superscription does this coin bear?” And when they answered him, “Caesar’s,” Jesus said, “Render to Caesar the things that are Caesar’s and render to God the things that are God’s.” |
174:2.3 (1899.3) Después de haber contestado así, los jóvenes escribas y sus cómplices herodianos se retiraron de su presencia, y la gente, incluídos los saduceos, disfrutaron de su turbación. Incluso los jóvenes que habían intentado hacer caer al Maestro en una trampa, se maravillaron enormemente de la inesperada sagacidad de su respuesta. |
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174:2.3 (1899.3) When he had thus answered these young scribes and their Herodian accomplices, they withdrew from his presence, and the people, even the Sadducees, enjoyed their discomfiture. Even the youths who had endeavored to entrap him marveled greatly at the unexpected sagacity of the Master’s answer. |
174:2.4 (1899.4) El día anterior, los dirigentes habían intentado que cometiera un desliz delante de la multitud en cuestiones de autoridad eclesiástica, y como habían fracasado, ahora intentaban implicarlo en una discusión perjudicial sobre la autoridad civil. Tanto Pilatos como Herodes se encontraban en Jerusalén en aquel momento, y los enemigos de Jesús supusieron que si se atrevía a aconsejar que no se pagara el tributo al César, podrían ir inmediatamente a las autoridades romanas y acusarlo de sedición. Por otra parte, si aconsejaba expresamente el pago del tributo, calculaban con razón que dicha declaración heriría profundamente el orgullo nacional de sus oyentes judíos, desviando así la buena voluntad y el afecto de la multitud. |
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174:2.4 (1899.4) The previous day the rulers had sought to trip him before the multitude on matters of ecclesiastical authority, and having failed, they now sought to involve him in a damaging discussion of civil authority. Both Pilate and Herod were in Jerusalem at this time, and Jesus’ enemies conjectured that, if he would dare to advise against the payment of tribute to Caesar, they could go at once before the Roman authorities and charge him with sedition. On the other hand, if he should advise the payment of tribute in so many words, they rightly calculated that such a pronouncement would greatly wound the national pride of his Jewish hearers, thereby alienating the good will and affection of the multitude. |
174:2.5 (1899.5) Los enemigos de Jesús fueron derrotados en todo esto puesto que una orden bien conocida del sanedrín, emitida para orientar a los judíos dispersos por las naciones gentiles, precisaba que el «derecho de acuñar moneda comportaba el derecho de exigir impuestos.» De esta manera, Jesús había evitado la trampa. Si hubiera contestado «no» a su pregunta, hubiera sido el equivalente de incitar a la rebelión; si hubiera contestado «sí», habría conmocionado los sentimientos nacionalistas profundamente arraigados de aquella época. El Maestro no eludió la pregunta; simplemente utilizó la sabiduría de ofrecer una respuesta doble. Jesús nunca era evasivo, pero siempre era sabio en su trato con los que intentaban acosarlo y destruirlo. |
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174:2.5 (1899.5) In all this the enemies of Jesus were defeated since it was a well-known ruling of the Sanhedrin, made for the guidance of the Jews dispersed among the gentile nations, that the “right of coinage carried with it the right to levy taxes.” In this manner Jesus avoided their trap. To have answered “No” to their question would have been equivalent to inciting rebellion; to have answered “Yes” would have shocked the deep-rooted nationalist sentiments of that day. The Master did not evade the question; he merely employed the wisdom of making a double reply. Jesus was never evasive, but he was always wise in his dealings with those who sought to harass and destroy him. |
3. Los saduceos y la resurrección ^top |
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3. The Sadducees and the Resurrection ^top |
174:3.1 (1900.1) Antes de que Jesús pudiera empezar su enseñanza, otro grupo se adelantó para hacerle preguntas, en esta ocasión un grupo de saduceos eruditos y astutos. Su portavoz se acercó y le dijo: «Maestro, Moisés dijo que si un hombre casado moría sin dejar hijos, su hermano se casaría con la mujer y engendraría una descendencia a su hermano muerto. Pues bien, se ha producido un caso en el que un hombre que tenía seis hermanos murió sin hijos; el hermano siguiente se casó con su mujer, pero también murió pronto sin dejar hijos. El segundo hermano tomó asimismo a la mujer, pero también murió sin dejar descendencia. Y así sucesivamente hasta que los seis hermanos se casaron con ella, y los seis murieron sin dejar hijos. Luego, la mujer murió después de todos ellos. Pues bien, lo que quisiéramos preguntarte es lo siguiente: Cuando llegue la resurrección, ¿de quién será la esposa, puesto que los siete hermanos se casaron con ella?» |
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174:3.1 (1900.1) Before Jesus could get started with his teaching, another group came forward to question him, this time a company of the learned and crafty Sadducees. Their spokesman, drawing near to him, said: “Master, Moses said that if a married man should die, leaving no children, his brother should take the wife and raise up seed for the deceased brother. Now there occurred a case where a certain man who had six brothers died childless; his next brother took his wife but also soon died, leaving no children. Likewise did the second brother take the wife, but he also died leaving no offspring. And so on until all six of the brothers had had her, and all six of them passed on without leaving children. And then, after them all, the woman herself died. Now, what we would like to ask you is this: In the resurrection whose wife will she be since all seven of these brothers had her?” |
174:3.2 (1900.2) Jesús sabía, y la gente también, que estos saduceos no eran sinceros al hacer esta pregunta, porque no era probable que un caso así se produjera realmente; además, esta costumbre de que los hermanos de un muerto trataran de engendrarle hijos, era prácticamente letra muerta entre los judíos de esta época. Sin embargo, Jesús condescendió a contestar a su pregunta maliciosa. Dijo: «Todos os equivocáis al hacer este tipo de preguntas, porque no conocéis ni las Escrituras ni el poder viviente de Dios. Sabéis que los hijos de este mundo pueden casarse y ser dados en matrimonio, pero no parecéis comprender que aquellos que son considerados dignos de alcanzar los mundos venideros, mediante la resurrección de los justos, no se casan ni son dados en matrimonio. Los que experimentan la resurrección de entre los muertos se parecen más a los ángeles del cielo, y no mueren nunca. Esos resucitados son eternamente los hijos de Dios; son los hijos de la luz resucitados para el progreso de la vida eterna. Incluso vuestro padre Moisés comprendió esto porque, en conexión con sus experiencias junto a la zarza ardiente, oyó decir al Padre: ‘Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob.` Y así, junto con Moisés, declaro que mi Padre no es el Dios de los muertos, sino de los vivos. En él todos vivís, os reproducís y poseéis vuestra existencia mortal.» |
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174:3.2 (1900.2) Jesus knew, and so did the people, that these Sadducees were not sincere in asking this question because it was not likely that such a case would really occur; and besides, this practice of the brothers of a dead man seeking to beget children for him was practically a dead letter at this time among the Jews. Nevertheless, Jesus condescended to reply to their mischievous question. He said: “You all do err in asking such questions because you know neither the Scriptures nor the living power of God. You know that the sons of this world can marry and are given in marriage, but you do not seem to understand that they who are accounted worthy to attain the worlds to come, through the resurrection of the righteous, neither marry nor are given in marriage. Those who experience the resurrection from the dead are more like the angels of heaven, and they never die. These resurrected ones are eternally the sons of God; they are the children of light resurrected into the progress of eternal life. And even your Father Moses understood this, for, in connection with his experiences at the burning bush, he heard the Father say, ‘I am the God of Abraham, the God of Isaac, and the God of Jacob.’ And so, along with Moses, do I declare that my Father is not the God of the dead but of the living. In him you all do live, reproduce, and possess your mortal existence.” |
174:3.3 (1900.3) Cuando Jesús hubo terminado de contestar estas preguntas, los saduceos se retiraron, y algunos fariseos se olvidaron tanto de sí mismos que exclamaron: «Es verdad, es verdad, Maestro, has contestado bien a esos saduceos incrédulos.» Los saduceos no se atrevieron a hacerle más preguntas, y la gente común se maravilló de la sabiduría de su enseñanza. |
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174:3.3 (1900.3) When Jesus had finished answering these questions, the Sadducees withdrew, and some of the Pharisees so far forgot themselves as to exclaim, “True, true, Master, you have well answered these unbelieving Sadducees.” The Sadducees dared not ask him any more questions, and the common people marveled at the wisdom of his teaching. |
174:3.4 (1900.4) En su choque con los saduceos, Jesús sólo recurrió a Moisés porque esta secta político-religiosa únicamente reconocía la validez de los llamados cinco libros de Moisés; no aceptaban que las enseñanzas de los profetas sirvieran de base para los dogmas doctrinales. En su respuesta, el Maestro afirmó categóricamente el hecho de la supervivencia de las criaturas mortales mediante la técnica de la resurrección, pero no aprobó en ningún sentido las creencias fariseas en la resurrección del cuerpo humano físico. El punto que Jesús deseaba recalcar era que el Padre había dicho: ‘Yo soy el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob`, y no yo era su Dios. |
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174:3.4 (1900.4) Jesus appealed only to Moses in his encounter with the Sadducees because this religio-political sect acknowledged the validity of only the five so-called Books of Moses; they did not allow that the teachings of the prophets were admissible as a basis of doctrinal dogmas. The Master in his answer, though positively affirming the fact of the survival of mortal creatures by the technique of the resurrection, did not in any sense speak approvingly of the Pharisaic beliefs in the resurrection of the literal human body. The point Jesus wished to emphasize was: That the Father had said, “I am the God of Abraham, Isaac, and Jacob,” not I was their God. |
174:3.5 (1900.5) Los saduceos habían querido someter a Jesús a la influencia debilitante del ridículo, sabiendo muy bien que toda persecución en público crearía sin duda una mayor simpatía hacia él en la mente de la multitud. |
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174:3.5 (1900.5) The Sadducees had thought to subject Jesus to the withering influence of ridicule, knowing full well that persecution in public would most certainly create further sympathy for him in the minds of the multitude. |
4. El gran mandamiento ^top |
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4. The Great Commandment ^top |
174:4.1 (1901.1) Otro grupo de saduceos había recibido instrucciones para hacerle a Jesús unas preguntas enredosas sobre los ángeles, pero cuando observaron la suerte de sus compañeros que habían intentado hacerlo caer en una trampa con preguntas relacionadas con la resurrección, decidieron muy juiciosamente permanecer en silencio; se retiraron sin hacer una sola pregunta. Los fariseos, los escribas, los saduceos y los herodianos aliados habían premeditado el plan de pasarse todo el día haciéndole estas preguntas enredosas, esperando así desacreditar a Jesús delante de la gente, y al mismo tiempo impedirle eficazmente que tuviera tiempo para proclamar sus enseñanzas perturbadoras. |
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174:4.1 (1901.1) Another group of Sadducees had been instructed to ask Jesus entangling questions about angels, but when they beheld the fate of their comrades who had sought to entrap him with questions concerning the resurrection, they very wisely decided to hold their peace; they retired without asking a question. It was the prearranged plan of the confederated Pharisees, scribes, Sadducees, and Herodians to fill up the entire day with these entangling questions, hoping thereby to discredit Jesus before the people and at the same time effectively to prevent his having any time for the proclamation of his disturbing teachings. |
174:4.2 (1901.2) Uno de los grupos de fariseos se adelantó entonces para hacerle preguntas embarazosas; el portavoz hizo señas a Jesús, y dijo: «Maestro, soy jurista, y me gustaría preguntarte cuál es, en tu opinión, el mandamiento más grande.» Jesús respondió: «No hay más que un solo mandamiento, que es el más grande de todos, y ese mandamiento es: ‘Escucha, oh Israel, al Señor nuestro Dios; el Señor es uno; y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas.` Éste es el primer gran mandamiento. Y el segundo mandamiento se parece a este primero; en efecto, proviene directamente de él, y dice: ‘Amarás a tu prójimo como a ti mismo.` No hay otros mandamientos más grandes que estos; en estos dos mandamientos se apoyan toda la ley y los profetas.» |
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174:4.2 (1901.2) Then came forward one of the groups of the Pharisees to ask harassing questions, and the spokesman, signaling to Jesus, said: “Master, I am a lawyer, and I would like to ask you which, in your opinion, is the greatest commandment?” Jesus answered: “There is but one commandment, and that one is the greatest of all, and that commandment is: ‘Hear O Israel, the Lord our God, the Lord is one; and you shall love the Lord your God with all your heart and with all your soul, with all your mind and with all your strength.’ This is the first and great commandment. And the second commandment is like this first; indeed, it springs directly therefrom, and it is: ‘You shall love your neighbor as yourself.’ There is no other commandment greater than these; on these two commandments hang all the law and the prophets.” |
174:4.3 (1901.3) Cuando el jurista percibió que Jesús no solamente había respondido de acuerdo con el concepto más elevado de la religión judía, sino que también había contestado sabiamente a los ojos de la multitud reunida, pensó que era mejor tener el valor de alabar abiertamente la respuesta del Maestro. En consecuencia, dijo: «En verdad, Maestro, has dicho bien que Dios es uno y que no hay nadie aparte de él; y que el primer gran mandamiento es amarlo con todo el corazón, con toda la inteligencia y con todas nuestras fuerzas, y también amar al prójimo como a uno mismo. Estamos de acuerdo en que este gran mandamiento tiene mucha más importancia que todos los holocaustos y sacrificios.» Cuando el jurista contestó de esta manera tan prudente, Jesús bajó la mirada hacia él y dijo: «Amigo mío, percibo que no estás muy lejos del reino de Dios.» |
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174:4.3 (1901.3) When the lawyer perceived that Jesus had answered not only in accordance with the highest concept of Jewish religion, but that he had also answered wisely in the sight of the assembled multitude, he thought it the better part of valor openly to commend the Master’s reply. Accordingly, he said: “Of a truth, Master, you have well said that God is one and there is none beside him; and that to love him with all the heart, understanding, and strength, and also to love one’s neighbor as one’s self, is the first and great commandment; and we are agreed that this great commandment is much more to be regarded than all the burnt offerings and sacrifices.” When the lawyer answered thus discreetly, Jesus looked down upon him and said, “My friend, I perceive that you are not far from the kingdom of God.” |
174:4.4 (1901.4) Jesús dijo la verdad cuando indicó que este jurista «no estaba muy lejos del reino», porque aquella misma noche fue al campamento del Maestro, cerca de Getsemaní, confesó su fe en el evangelio del reino y fue bautizado por Josías, uno de los discípulos de Abner. |
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174:4.4 (1901.4) Jesus spoke the truth when he referred to this lawyer as being “not far from the kingdom,” for that very night he went out to the Master’s camp near Gethsemane, professed faith in the gospel of the kingdom, and was baptized by Josiah, one of the disciples of Abner. |
174:4.5 (1901.5) Otros dos o tres grupos de escribas y fariseos estaban presentes y habían tenido la intención de hacerle preguntas, pero se sentían desarmados por la respuesta de Jesús al jurista, o bien estaban acobardados por la derrota de todos los que habían intentado enredarlo. Después de esto, nadie se atrevió a hacerle más preguntas en público. |
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174:4.5 (1901.5) Two or three other groups of the scribes and Pharisees were present and had intended to ask questions, but they were either disarmed by Jesus’ answer to the lawyer, or they were deterred by the discomfiture of all who had undertaken to ensnare him. After this no man dared to ask him another question in public. |
174:4.6 (1901.6) Como no había más preguntas y se estaba acercando la hora del mediodía, Jesús no reanudó su enseñanza, sino que se contentó simplemente con hacer una pregunta a los fariseos y a sus asociados. Jesús dijo: «Puesto que no hacéis más preguntas, me gustaría haceros una. ¿Qué pensáis del Libertador? Es decir, ¿de quién es hijo?» Después de una breve pausa, uno de los escribas contestó: «El Mesías es el hijo de David.» Puesto que Jesús sabía que se había discutido mucho, incluso entre sus propios discípulos, sobre si él era o no el hijo de David, hizo esta otra pregunta: «Si el Libertador es en verdad el hijo de David, ¿cómo puede ser que en el salmo que atribuís a David, él mismo dice, hablando según el espíritu: ‘El Señor dijo a mi señor: Siéntate a mi derecha hasta que ponga a tus enemigos de banqueta para tus pies?` Si David le llama Señor, entonces ¿cómo puede ser su hijo?» Los dirigentes, los escribas y los principales sacerdotes no contestaron a esta pregunta, pero también se abstuvieron de hacerle más preguntas para intentar enredarlo. Nunca contestaron a la pregunta que Jesús les había hecho, pero después de la muerte del Maestro, intentaron eludir la dificultad cambiando la interpretación de este salmo para que se refiriera a Abraham en lugar del Mesías. Otros trataron de evitar este dilema negando que David fuera el autor de este salmo llamado mesiánico. |
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174:4.6 (1901.6) When no more questions were forthcoming, and as the noon hour was near, Jesus did not resume his teaching but was content merely to ask the Pharisees and their associates a question. Said Jesus: “Since you ask no more questions, I would like to ask you one. What do you think of the Deliverer? That is, whose son is he?” After a brief pause one of the scribes answered, “The Messiah is the son of David.” And since Jesus knew that there had been much debate, even among his own disciples, as to whether or not he was the son of David, he asked this further question: “If the Deliverer is indeed the son of David, how is it that, in the Psalm which you accredit to David, he himself, speaking in the spirit, says, ‘The Lord said to my lord, sit on my right hand until I make your enemies the footstool of your feet.’ If David calls him Lord, how then can he be his son?” Although the rulers, the scribes, and the chief priests made no reply to this question, they likewise refrained from asking him any more questions in an effort to entangle him. They never answered this question which Jesus put to them, but after the Master’s death they attempted to escape the difficulty by changing the interpretation of this Psalm so as to make it refer to Abraham instead of the Messiah. Others sought to escape the dilemma by disallowing that David was the author of this so-called Messianic Psalm. |
174:4.7 (1902.1) Un rato antes, los fariseos habían disfrutado con la manera en que el Maestro había acallado a los saduceos; ahora los saduceos se regocijaban con el fracaso de los fariseos; pero esta rivalidad sólo era momentánea; rápidamente se olvidaron de sus diferencias tradicionales, en un esfuerzo común por poner fin a las enseñanzas y a las obras de Jesús. Pero durante todas estas experiencias, la gente común le escuchó con agrado. |
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174:4.7 (1902.1) A short time back the Pharisees had enjoyed the manner in which the Sadducees had been silenced by the Master; now the Sadducees were delighted by the failure of the Pharisees; but such rivalry was only momentary; they speedily forgot their time-honored differences in the united effort to stop Jesus’ teachings and doings. But throughout all of these experiences the common people heard him gladly. |
5. Los griegos indagadores ^top |
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5. The Inquiring Greeks ^top |
174:5.1 (1902.2) Alrededor del mediodía, mientras Felipe compraba unas provisiones para el nuevo campamento que se estaba estableciendo aquel día cerca de Getsemaní, fue abordado por una delegación de extranjeros, un grupo de creyentes griegos de Alejandría, Atenas y Roma, cuyo portavoz le dijo al apóstol: «Los que te conocen nos han dicho que nos dirijamos a ti; por eso venimos a ti, Señor, con la petición de ver a Jesús, tu Maestro.» A Felipe le cogió de sorpresa el encontrarse así, en la plaza del mercado, con estos gentiles griegos eminentes e indagadores. Puesto que Jesús había encargado explícitamente a los doce que no efectuaran ninguna enseñanza pública durante la semana de la Pascua, Felipe estaba un poco confuso sobre la manera correcta de manejar esta situación. También estaba desconcertado porque estos hombres eran gentiles extranjeros. Si hubieran sido judíos, o gentiles conocidos de los alrededores, no hubiera dudado tanto. Lo que hizo fue lo siguiente: Pidió a aquellos griegos que permanecieran allí donde estaban. Mientras se alejaba deprisa, los griegos supusieron que había ido a buscar a Jesús, pero en realidad corrió a la casa de José, donde sabía que Andrés y los otros apóstoles estaban almorzando. Llamó a Andrés para que saliera, le explicó el motivo de su venida, y luego regresó con Andrés al lugar donde esperaban los griegos. |
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174:5.1 (1902.2) About noontime, as Philip was purchasing supplies for the new camp which was that day being established near Gethsemane, he was accosted by a delegation of strangers, a group of believing Greeks from Alexandria, Athens, and Rome, whose spokesman said to the apostle: “You have been pointed out to us by those who know you; so we come to you, Sir, with the request to see Jesus, your Master.” Philip was taken by surprise thus to meet these prominent and inquiring Greek gentiles in the market place, and, since Jesus had so explicitly charged all of the twelve not to engage in any public teaching during the Passover week, he was a bit perplexed as to the right way to handle this matter. He was also disconcerted because these men were foreign gentiles. If they had been Jews or near-by and familiar gentiles, he would not have hesitated so markedly. What he did was this: He asked these Greeks to remain right where they were. As he hastened away, they supposed that he went in search of Jesus, but in reality he hurried off to the home of Joseph, where he knew Andrew and the other apostles were at lunch; and calling Andrew out, he explained the purpose of his coming, and then, accompanied by Andrew, he returned to the waiting Greeks. |
174:5.2 (1902.3) Como Felipe casi había terminado de comprar las provisiones, regresó con Andrés y los griegos a la casa de José, donde Jesús los recibió. Se sentaron cerca del Maestro, mientras éste hablaba a sus apóstoles y a un grupo de discípulos principales reunidos en este almuerzo. Jesús dijo: |
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174:5.2 (1902.3) Since Philip had about finished the purchasing of supplies, he and Andrew returned with the Greeks to the home of Joseph, where Jesus received them; and they sat near while he spoke to his apostles and a number of leading disciples assembled at this luncheon. Said Jesus: |
174:5.3 (1902.4) «Mi Padre me ha enviado a este mundo para revelar su bondad a los hijos de los hombres, pero los primeros a quienes me he dirigido se han negado a recibirme. Es verdad que muchos de vosotros habéis creído en mi evangelio por vosotros mismos, pero los hijos de Abraham y sus dirigentes están a punto de rechazarme, y al hacerlo, rechazarán a Aquél que me ha enviado. He proclamado sin reservas el evangelio de la salvación a este pueblo; les he hablado de la filiación acompañada de alegría, de libertad y de una vida más abundante en el espíritu. Mi Padre ha realizado muchas obras maravillosas entre estos hijos de los hombres tiranizados por el miedo. Pero el profeta Isaías se refirió con razón a este pueblo cuando escribió: ‘Señor, ¿quién ha creído en nuestras enseñanzas? ¿Y a quién ha sido revelado el Señor?` En verdad, los dirigentes de mi pueblo se han cegado deliberadamente para no ver, y han endurecido su corazón por temor a creer y a ser salvados. Todos estos años he tratado de curarlos de su incredulidad, para que puedan recibir la salvación eterna del Padre. Sé que no todos me han fallado; algunos de vosotros habéis creído de verdad en mi mensaje. En esta sala hay ahora veinte hombres que han sido anteriormente miembros del sanedrín, o que han ocupado altos puestos en los consejos de la nación, aunque algunos de ellos evitan todavía confesar abiertamente la verdad, por temor a ser expulsados de la sinagoga. Algunos de vosotros tenéis la tentación de amar más la gloria de los hombres que la gloria de Dios. Pero me veo obligado a mostrar paciencia, puesto que temo incluso por la seguridad y la lealtad de algunos de los que han estado tanto tiempo junto a mí, y que han vivido tan cerca de mi. |
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174:5.3 (1902.4) “My Father sent me to this world to reveal his loving-kindness to the children of men, but those to whom I first came have refused to receive me. True, indeed, many of you have believed my gospel for yourselves, but the children of Abraham and their leaders are about to reject me, and in so doing they will reject Him who sent me. I have freely proclaimed the gospel of salvation to this people; I have told them of sonship with joy, liberty, and life more abundant in the spirit. My Father has done many wonderful works among these fear-ridden sons of men. But truly did the Prophet Isaiah refer to this people when he wrote: ‘Lord, who has believed our teachings? And to whom has the Lord been revealed?’ Truly have the leaders of my people deliberately blinded their eyes that they see not, and hardened their hearts lest they believe and be saved. All these years have I sought to heal them of their unbelief that they might be recipients of the Father’s eternal salvation. I know that not all have failed me; some of you have indeed believed my message. In this room now are a full score of men who were once members of the Sanhedrin, or who were high in the councils of the nation, albeit even some of you still shrink from open confession of the truth lest they cast you out of the synagogue. Some of you are tempted to love the glory of men more than the glory of God. But I am constrained to show forbearance since I fear for the safety and loyalty of even some of those who have been so long near me, and who have lived so close by my side. |
174:5.4 (1903.1) «Observo que en esta sala de banquetes están reunidos los judíos y los gentiles en un número aproximadamente igual, y os dirigiré la palabra como al primer y último grupo de este tipo que voy a instruir en los asuntos del reino antes de ir hacia mi Padre.» |
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174:5.4 (1903.1) “In this banquet chamber I perceive there are assembled Jews and gentiles in about equal numbers, and I would address you as the first and last of such a group that I may instruct in the affairs of the kingdom before I go to my Father.” |
174:5.5 (1903.2) Estos griegos habían asistido fielmente a las enseñanzas de Jesús en el templo. El lunes por la noche habían celebrado una conferencia en la casa de Nicodemo, que se había prolongado hasta el amanecer, y treinta de ellos habían elegido entrar en el reino. |
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174:5.5 (1903.2) These Greeks had been in faithful attendance upon Jesus’ teaching in the temple. On Monday evening they had held a conference at the home of Nicodemus, which lasted until the dawn of day, and thirty of them had elected to enter the kingdom. |
174:5.6 (1903.3) Mientras Jesús permanecía delante de ellos en aquel momento, percibió el final de una dispensación y el principio de otra. Volviendo su atención hacia los griegos, el Maestro dijo: |
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174:5.6 (1903.3) As Jesus stood before them at this time, he perceived the end of one dispensation and the beginning of another. Turning his attention to the Greeks, the Master said: |
174:5.7 (1903.4) «El que cree en este evangelio, no solamente cree en mí, sino en Aquel que me ha enviado. Cuando me miráis, no veis solamente al Hijo del Hombre, sino también a Aquel que me ha enviado. Yo soy la luz del mundo, y cualquiera que crea en mi enseñanza ya no permanecerá más tiempo en las tinieblas. Si vosotros, los gentiles, queréis escucharme, recibiréis las palabras de la vida y entraréis inmediatamente en la gozosa libertad de la verdad de la filiación con Dios. Si mis compatriotas, los judíos, escogen rechazarme y rehusar mis enseñanzas, no los juzgaré, porque no he venido para juzgar al mundo, sino para ofrecerle la salvación. Sin embargo, los que me rechazan y rehúsan recibir mi enseñanza, serán llevados a juicio a su debido tiempo por mi Padre y por aquellos que él ha designado para que juzguen a los que rechazan el don de la misericordia y las verdades de la salvación. Recordad todos que no hablo por mí mismo, sino que os he proclamado fielmente lo que el Padre mandó que yo debía revelar a los hijos de los hombres. Y estas palabras que el Padre me ordenó que dijera al mundo son palabras de verdad divina, de misericordia perpetua y de vida eterna. |
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174:5.7 (1903.4) “He who believes this gospel, believes not merely in me but in Him who sent me. When you look upon me, you see not only the Son of Man but also Him who sent me. I am the light of the world, and whosoever will believe my teaching shall no longer abide in darkness. If you gentiles will hear me, you shall receive the words of life and shall enter forthwith into the joyous liberty of the truth of sonship with God. If my fellow countrymen, the Jews, choose to reject me and to refuse my teachings, I will not sit in judgment on them, for I came not to judge the world but to offer it salvation. Nevertheless, they who reject me and refuse to receive my teaching shall be brought to judgment in due season by my Father and those whom he has appointed to sit in judgment on such as reject the gift of mercy and the truths of salvation. Remember, all of you, that I speak not of myself, but that I have faithfully declared to you that which the Father commanded I should reveal to the children of men. And these words which the Father directed me to speak to the world are words of divine truth, everlasting mercy, and eternal life. |
174:5.8 (1903.5) «Pero declaro tanto a los judíos como a los gentiles, que está a punto de llegar la hora en que el Hijo del Hombre será glorificado. Sabéis muy bien que un grano de trigo permanece solitario, a menos que caiga en la tierra y muera; pero si muere en una buena tierra, surge de nuevo a la vida y produce mucho fruto. Aquel que ama egoístamente su vida, corre el peligro de perderla; pero aquel que está dispuesto a dar su vida por mí y por el evangelio, gozará de una existencia más abundante en la Tierra, y de la vida eterna en el cielo. Si queréis seguirme sinceramente, incluso después de que haya regresado al Padre, entonces os convertiréis en mis discípulos y en los sinceros servidores de vuestros semejantes. |
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174:5.8 (1903.5) “But to both Jew and gentile I declare the hour has about come when the Son of Man will be glorified. You well know that, except a grain of wheat falls into the earth and dies, it abides alone; but if it dies in good soil, it springs up again to life and bears much fruit. He who selfishly loves his life stands in danger of losing it; but he who is willing to lay down his life for my sake and the gospel’s shall enjoy a more abundant existence on earth and in heaven, life eternal. If you will truly follow me, even after I have gone to my Father, then shall you become my disciples and the sincere servants of your fellow mortals. |
174:5.9 (1903.6) «Sé que se acerca mi hora, y estoy preocupado. Me doy cuenta de que mi pueblo está decidido a despreciar el reino, pero me alegra recibir a estos gentiles que buscan la verdad, y que hoy están aquí para preguntar por el camino de la luz. Sin embargo, mi corazón sufre por mi pueblo, y mi alma está angustiada por lo que me espera. ¿Qué puedo decir cuando miro hacia adelante y percibo lo que está a punto de sucederme? ¿Acaso diré: Padre, sálvame de esta hora terrible? ¡No! Precisamente con esta finalidad he venido al mundo, e incluso he llegado hasta esta hora. Diré más bien, orando para que os unáis a mí: Padre, glorifica tu nombre; que se haga tu voluntad.» |
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174:5.9 (1903.6) “I know my hour is approaching, and I am troubled. I perceive that my people are determined to spurn the kingdom, but I am rejoiced to receive these truth-seeking gentiles who come here today inquiring for the way of light. Nevertheless, my heart aches for my people, and my soul is distraught by that which lies just before me. What shall I say as I look ahead and discern what is about to befall me? Shall I say, Father save me from this awful hour? No! For this very purpose have I come into the world and even to this hour. Rather will I say, and pray that you will join me: Father, glorify your name; your will be done.” |
174:5.10 (1904.1) Cuando Jesús hubo hablado así, el Ajustador Personalizado que había residido en él antes de su bautismo apareció delante de él, y mientras hacía una pausa de manera perceptible, este espíritu ahora poderoso que representaba al Padre le habló a Jesús de Nazaret, diciendo: «He glorificado mi nombre muchas veces en tus donaciones, y lo glorificaré una vez más.» |
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174:5.10 (1904.1) When Jesus had thus spoken, the Personalized Adjuster of his indwelling during prebaptismal times appeared before him, and as he paused noticeably, this now mighty spirit of the Father’s representation spoke to Jesus of Nazareth, saying: “I have glorified my name in your bestowals many times, and I will glorify it once more.” |
174:5.11 (1904.2) Aunque los judíos y los gentiles allí reunidos no escucharon ninguna voz, no pudieron dejar de percibir que el Maestro se había detenido en su discurso mientras le llegaba un mensaje de alguna fuente sobrehumana. Cada uno le dijo al que tenía a su lado: «Un ángel le ha hablado.» |
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174:5.11 (1904.2) While the Jews and gentiles here assembled heard no voice, they could not fail to discern that the Master had paused in his speaking while a message came to him from some superhuman source. They all said, every man to the one who was by him, “An angel has spoken to him.” |
174:5.12 (1904.3) Entonces Jesús continuó diciendo: «Todo esto no ha sucedido por mi bien, sino por el vuestro. Sé con certeza que el Padre me recibirá y aceptará mi misión en vuestro favor, pero es necesario que os sintáis estimulados y preparados para la prueba de fuego que se avecina. Dejadme aseguraros que la victoria terminará por coronar nuestros esfuerzos unidos por iluminar al mundo y liberar a la humanidad. El antiguo orden de cosas se está juzgando a sí mismo; he derribado al Príncipe de este mundo, y todos los hombres llegarán a ser libres gracias a la luz del espíritu que yo derramaré sobre toda carne, después de haber ascendido hasta mi Padre que está en los cielos. |
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174:5.12 (1904.3) Then Jesus continued to speak: “All this has not happened for my sake but for yours. I know of a certainty that the Father will receive me and accept my mission in your behalf, but it is needful that you be encouraged and be made ready for the fiery trial which is just ahead. Let me assure you that victory shall eventually crown our united efforts to enlighten the world and liberate mankind. The old order is bringing itself to judgment; the Prince of this world I have cast down; and all men shall become free by the light of the spirit which I will pour out upon all flesh after I have ascended to my Father in heaven. |
174:5.13 (1904.4) «Y ahora os afirmo que, si soy elevado en la Tierra y en vuestras vidas, atraeré a todos los hombres hacia mí y hacia la comunidad de mi Padre. Habéis creído que el Libertador residiría para siempre en la Tierra, pero declaro que el Hijo del Hombre será rechazado por los hombres, y que regresará al Padre. Sólo estaré con vosotros un corto período de tiempo; la luz viviente sólo estará poco tiempo en medio de esta generación tenebrosa. Caminad mientras tengáis esta luz, para que las tinieblas y la confusión venideras no os cojan por sorpresa. El que camina en las tinieblas, no sabe adonde va; pero si escogéis caminar en la luz, todos os convertiréis en verdad en los hijos liberados de Dios. Y ahora, venid conmigo todos vosotros mientras regresamos al templo, donde voy a decir mis palabras de adiós a los jefes de los sacerdotes, a los escribas, a los fariseos, a los saduceos, a los herodianos y a los dirigentes ignorantes de Israel.» |
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174:5.13 (1904.4) “And now I declare to you that I, if I be lifted up on earth and in your lives, will draw all men to myself and into the fellowship of my Father. You have believed that the Deliverer would abide on earth forever, but I declare that the Son of Man will be rejected by men, and that he will go back to the Father. Only a little while will I be with you; only a little time will the living light be among this darkened generation. Walk while you have this light so that the oncoming darkness and confusion may not overtake you. He who walks in the darkness knows not where he goes; but if you will choose to walk in the light, you shall all indeed become liberated sons of God. And now, all of you, come with me while we go back to the temple and I speak farewell words to the chief priests, the scribes, the Pharisees, the Sadducees, the Herodians, and the benighted rulers of Israel.” |
174:5.14 (1904.5) Después de haber hablado así, Jesús condujo al grupo de regreso hacia el templo por las estrechas calles de Jerusalén. Acababan de oír decir al Maestro que éste iba a ser su discurso de adiós en el templo, y le siguieron en silencio, meditando profundamente. |
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174:5.14 (1904.5) Having thus spoken, Jesus led the way over the narrow streets of Jerusalem back to the temple. They had just heard the Master say that this was to be his farewell discourse in the temple, and they followed him in silence and in deep meditation. |