Documento 183 |
|
Paper 183 |
La traición y el arresto de Jesús |
|
The Betrayal and Arrest of Jesus |
183:0.1 (1971.1) CUANDO Jesús despertó finalmente a Pedro, Santiago y Juan, les sugirió que se fueran a sus tiendas y trataran de dormir a fin de prepararse para las tareas del día siguiente. Pero para entonces, los tres apóstoles estaban totalmente despiertos; habían descansado con las breves cabezadas que habían dado, y además se habían estimulado y excitado con la llegada al lugar de dos mensajeros agitados que preguntaron por David Zebedeo, y que partieron rápidamente en su búsqueda en cuanto Pedro les indicó dónde se encontraba de vigilancia. |
|
183:0.1 (1971.1) AFTER Jesus had finally awakened Peter, James, and John, he suggested that they go to their tents and seek sleep in preparation for the duties of the morrow. But by this time the three apostles were wide awake; they had been refreshed by their short naps, and besides, they were stimulated and aroused by the arrival on the scene of two excited messengers who inquired for David Zebedee and quickly went in quest of him when Peter informed them where he kept watch. |
183:0.2 (1971.2) Aunque ocho de los apóstoles estaban profundamente dormidos, los griegos que estaban acampados junto a ellos tenían un mayor temor de que se produjeran disturbios, de tal manera que habían apostado un centinela para que diera la alarma en caso de que se presentara algún peligro. Cuando los dos mensajeros entraron precipitadamente en el campamento, el centinela griego procedió a despertar a todos sus compatriotas, los cuales salieron de sus tiendas completamente vestidos y armados. Todo el campamento estaba ahora despierto, salvo los ocho apóstoles; Pedro deseaba llamar a sus compañeros, pero Jesús se lo prohibió terminantemente. El Maestro recomendó dulcemente a todos que regresaran a sus tiendas, pero estaban poco dispuestos a someterse a su sugerencia. |
|
183:0.2 (1971.2) Although eight of the apostles were sound asleep, the Greeks who were encamped alongside them were more fearful of trouble, so much so that they had posted a sentinel to give the alarm in case danger should arise. When these two messengers hurried into camp, the Greek sentinel proceeded to arouse all of his fellow countrymen, who streamed forth from their tents, fully dressed and fully armed. All the camp was now aroused except the eight apostles. Peter desired to call his associates, but Jesus definitely forbade him. The Master mildly admonished them all to return to their tents, but they were reluctant to comply with his suggestion. |
183:0.3 (1971.3) Como no logró dispersar a sus seguidores, el Maestro los dejó y descendió hacia el lagar, cerca de la entrada del parque de Getsemaní. Los tres apóstoles, los griegos y los otros miembros del campamento dudaron en seguirlo inmediatamente, pero Juan Marcos corrió entre los olivos y se ocultó en un pequeño cobertizo cerca del lagar. Jesús se había alejado del campamento y de sus amigos para que cuando llegaran sus captores pudieran arrestarlo sin molestar a sus apóstoles. El Maestro temía que sus apóstoles se despertaran y estuvieran presentes en el momento de su arresto, no sea que el espectáculo de la traición de Judas suscitara de tal manera su animosidad que ofrecieran resistencia a los soldados y fueran apresados con él. Temía que si eran arrestados con él, pudieran perecer también con él. |
|
183:0.3 (1971.3) Failing to disperse his followers, the Master left them and walked down toward the olive press near the entrance to Gethsemane Park. Although the three apostles, the Greeks, and the other members of the camp hesitated immediately to follow him, John Mark hastened around through the olive trees and secreted himself in a small shed near the olive press. Jesus withdrew from the camp and from his friends in order that his apprehenders, when they arrived, might arrest him without disturbing his apostles. The Master feared to have his apostles awake and present at the time of his arrest lest the spectacle of Judas’s betraying him should so arouse their animosity that they would offer resistance to the soldiers and would be taken into custody with him. He feared that, if they should be arrested with him, they might also perish with him. |
183:0.4 (1971.4) Aunque Jesús sabía que el plan para matarlo se había originado en los consejos de los dirigentes de los judíos, también era consciente de que todos estos proyectos nefastos tenían la plena aprobación de Lucifer, Satanás y Caligastia. Sabía muy bien que estos rebeldes de los reinos también verían con placer que todos los apóstoles fueran exterminados con él. |
|
183:0.4 (1971.4) Though Jesus knew that the plan for his death had its origin in the councils of the rulers of the Jews, he was also aware that all such nefarious schemes had the full approval of Lucifer, Satan, and Caligastia. And he well knew that these rebels of the realms would also be pleased to see all of the apostles destroyed with him. |
183:0.5 (1971.5) Jesús se sentó solo en el lagar, donde esperó la llegada del traidor, y en aquel momento solamente era visto por Juan Marcos y una multitud innumerable de observadores celestiales. |
|
183:0.5 (1971.5) Jesus sat down, alone, on the olive press, where he awaited the coming of the betrayer, and he was seen at this time only by John Mark and an innumerable host of celestial observers. |
1. La voluntad del Padre ^top |
|
1. The Father’s Will ^top |
183:1.1 (1971.6) Existe el gran peligro de malinterpretar el significado de numerosos dichos y de muchos acontecimientos que acompañaron el final de la carrera del Maestro en la carne. El tratamiento cruel que los criados ignorantes y los soldados insensibles infligieron a Jesús, la manera injusta en que fue juzgado y la actitud sin piedad de los dirigentes religiosos declarados, no se deben confundir con el hecho de que al someterse pacientemente a todo este sufrimiento y humillación, Jesús estaba haciendo realmente la voluntad del Padre Paradisiaco. De hecho y en verdad, era voluntad del Padre que su Hijo bebiera por completo la copa de la experiencia humana desde el nacimiento hasta la muerte, pero el Padre que está en los cielos no instigó de ninguna manera la conducta bárbara de aquellos seres humanos, supuestamente civilizados, que torturaron tan brutalmente al Maestro y acumularon tan horriblemente unas indignidades tras otras sobre una persona que no ofrecía resistencia. Estas experiencias inhumanas e impactantes que Jesús tuvo que soportar durante las últimas horas de su vida mortal no formaban parte en ningún sentido de la voluntad divina del Padre, una voluntad que la naturaleza humana del Maestro se había comprometido tan triunfalmente a realizar en el momento de la rendición final del hombre a Dios, tal como lo indicaba la triple oración que formuló en el jardín mientras sus cansados apóstoles dormían el sueño del agotamiento físico. |
|
183:1.1 (1971.6) There is great danger of misunderstanding the meaning of numerous sayings and many events associated with the termination of the Master’s career in the flesh. The cruel treatment of Jesus by the ignorant servants and the calloused soldiers, the unfair conduct of his trials, and the unfeeling attitude of the professed religious leaders, must not be confused with the fact that Jesus, in patiently submitting to all this suffering and humiliation, was truly doing the will of the Father in Paradise. It was, indeed and in truth, the will of the Father that his Son should drink to the full the cup of mortal experience, from birth to death, but the Father in heaven had nothing whatever to do with instigating the barbarous behavior of those supposedly civilized human beings who so brutally tortured the Master and so horribly heaped successive indignities upon his nonresisting person. These inhuman and shocking experiences which Jesus was called upon to endure in the final hours of his mortal life were not in any sense a part of the divine will of the Father, which his human nature had so triumphantly pledged to carry out at the time of the final surrender of man to God as signified in the threefold prayer which he indited in the garden while his weary apostles slept the sleep of physical exhaustion. |
183:1.2 (1972.1) El Padre que está en los cielos deseaba que el Hijo donador terminara su carrera terrenal de manera natural, exactamente como todos los mortales deben terminar su vida en la Tierra y en la carne. Los hombres y las mujeres corrientes no pueden esperar que una dispensación especial les facilite sus últimas horas en la Tierra y el episodio posterior de la muerte. En consecuencia, Jesús escogió abandonar su vida en la carne de una manera que fuera conforme con el proceso natural de los acontecimientos, y se negó firmemente a librarse de las garras crueles de una malvada conspiración de acontecimientos inhumanos que lo arrastraron, con horrible certeza, hacia su humillación increíble y su muerte ignominiosa. Cada detalle de toda esta asombrosa manifestación de odio y de esta demostración de crueldad sin precedentes fue obra de unos hombres malvados y de unos mortales perversos. Dios que está en el cielo no lo quiso así, ni tampoco fue dictado por los enemigos acérrimos de Jesús, aunque éstos hicieron muchas cosas para asegurarse de que los mortales malvados e irreflexivos rechazaran así al Hijo donador. Incluso el padre del pecado volvió su rostro ante el horror atroz de la escena de la crucifixión. |
|
183:1.2 (1972.1) The Father in heaven desired the bestowal Son to finish his earth career naturally, just as all mortals must finish up their lives on earth and in the flesh. Ordinary men and women cannot expect to have their last hours on earth and the supervening episode of death made easy by a special dispensation. Accordingly, Jesus elected to lay down his life in the flesh in the manner which was in keeping with the outworking of natural events, and he steadfastly refused to extricate himself from the cruel clutches of a wicked conspiracy of inhuman events which swept on with horrible certainty toward his unbelievable humiliation and ignominious death. And every bit of all this astounding manifestation of hatred and this unprecedented demonstration of cruelty was the work of evil men and wicked mortals. God in heaven did not will it, neither did the archenemies of Jesus dictate it, though they did much to insure that unthinking and evil mortals would thus reject the bestowal Son. Even the father of sin turned his face away from the excruciating horror of the scene of the crucifixion. |
2. Judas en la ciudad ^top |
|
2. Judas in the City ^top |
183:2.1 (1972.2) Después de abandonar tan precipitadamente la mesa durante la Última Cena, Judas fue directamente a la casa de su primo, y luego los dos se dirigieron directamente a ver al capitán de los guardias del templo. Judas le pidió al capitán que reuniera a los guardias y le informó que estaba listo para conducirlos hasta Jesús. Como Judas había aparecido en escena un poco antes de lo esperado, hubo cierta demora hasta que partieron hacia la casa de Marcos, donde Judas esperaba que Jesús se encontraría todavía charlando con los apóstoles. El Maestro y los once salieron de la casa de Elías Marcos unos quince minutos antes de que llegaran el traidor y los guardias. Cuando los captores llegaron a la casa de Marcos, Jesús y los once estaban muy lejos de los muros de la ciudad, camino del campamento en el Olivete. |
|
183:2.1 (1972.2) After Judas so abruptly left the table while eating the Last Supper, he went directly to the home of his cousin, and then did the two go straight to the captain of the temple guards. Judas requested the captain to assemble the guards and informed him that he was ready to lead them to Jesus. Judas having appeared on the scene a little before he was expected, there was some delay in getting started for the Mark home, where Judas expected to find Jesus still visiting with the apostles. The Master and the eleven left the home of Elijah Mark fully fifteen minutes before the betrayer and the guards arrived. By the time the apprehenders reached the Mark home, Jesus and the eleven were well outside the walls of the city and on their way to the Olivet camp. |
183:2.2 (1972.3) A Judas le inquietó mucho el fracaso que supuso no encontrar a Jesús en el domicilio de Marcos y en compañía de once hombres, de los cuales sólo dos estaban armados para defenderse. Sabía por casualidad que, cuando salieron del campamento por la tarde, sólo Simón Pedro y Simón Celotes se habían ceñido sus espadas; Judas había esperado apresar a Jesús mientras la ciudad estaba tranquila y había pocas posibilidades de resistencia. El traidor temía tener que enfrentarse con más de sesenta discípulos fervientes si esperaba que regresaran a su campamento, y también sabía que Simón Celotes tenía en su poder una buena cantidad de armas. Judas se iba poniendo cada vez más nervioso a medida que pensaba en cómo lo detestarían los once apóstoles leales, y temía que todos intentaran aniquilarlo. No solamente era desleal, sino que en el fondo era un verdadero cobarde. |
|
183:2.2 (1972.3) Judas was much perturbed by this failure to find Jesus at the Mark residence and in the company of eleven men, only two of whom were armed for resistance. He happened to know that, in the afternoon when they had left camp, only Simon Peter and Simon Zelotes were girded with swords; Judas had hoped to take Jesus when the city was quiet, and when there was little chance of resistance. The betrayer feared that, if he waited for them to return to their camp, more than threescore of devoted disciples would be encountered, and he also knew that Simon Zelotes had an ample store of arms in his possession. Judas was becoming increasingly nervous as he meditated how the eleven loyal apostles would detest him, and he feared they would all seek to destroy him. He was not only disloyal, but he was a real coward at heart. |
183:2.3 (1973.1) Como no lograron encontrar a Jesús en la sala de arriba, Judas le pidió al capitán de los guardias que regresaran al templo. Mientras tanto, los dirigentes habían empezado a congregarse en la casa del sumo sacerdote, preparándose para recibir a Jesús, puesto que su pacto con el traidor exigía que Jesús fuera arrestado aquel día a medianoche. Judas explicó a sus asociados que no habían encontrado a Jesús en la casa de Marcos, y que sería necesario ir a Getsemaní para detenerlo. Luego el traidor continuó diciendo que más de sesenta seguidores fervientes estaban acampados con él, y que todos ellos estaban bien armados. Los dirigentes de los judíos recordaron a Judas que Jesús siempre había predicado la no resistencia, pero Judas replicó que no podían contar con que todos los seguidores de Jesús obedecieran esta enseñanza. Judas temía realmente por su vida, y por ello se atrevió a pedir una compañía de cuarenta soldados armados. Puesto que las autoridades judías no disponían de una fuerza semejante de hombres armados bajo su jurisdicción, se dirigieron inmediatamente a la fortaleza de Antonia y le pidieron al comandante romano que les diera esta guardia; pero cuando éste se enteró de que tenían la intención de arrestar a Jesús, rehusó rápidamente acceder a su petición y los envió a su oficial superior. De esta manera perdieron más de una hora yendo de una autoridad a otra, hasta que finalmente se vieron obligados a presentarse ante el mismo Pilatos para obtener el permiso de emplear los guardias armados romanos. Ya era tarde cuando llegaron a la casa de Pilatos, y éste se había retirado con su mujer a sus aposentos privados. Dudó en inmiscuirse de alguna manera en esta empresa, y aún más porque su mujer le había pedido que no concediera esta petición. Pero puesto que el presidente oficial del sanedrín judío estaba presente y solicitaba personalmente esta ayuda, el gobernador consideró que era sabio conceder la petición, pensando que más adelante podría enmendar cualquier injusticia que estuvieran dispuestos a cometer. |
|
183:2.3 (1973.1) When they failed to find Jesus in the upper chamber, Judas asked the captain of the guard to return to the temple. By this time the rulers had begun to assemble at the high priest’s home preparatory to receiving Jesus, seeing that their bargain with the traitor called for Jesus’ arrest by midnight of that day. Judas explained to his associates that they had missed Jesus at the Mark home, and that it would be necessary to go to Gethsemane to arrest him. The betrayer then went on to state that more than threescore devoted followers were encamped with him, and that they were all well armed. The rulers of the Jews reminded Judas that Jesus had always preached nonresistance, but Judas replied that they could not depend upon all Jesus’ followers obeying such teaching. He really feared for himself and therefore made bold to ask for a company of forty armed soldiers. Since the Jewish authorities had no such force of armed men under their jurisdiction, they went at once to the fortress of Antonia and requested the Roman commander to give them this guard; but when he learned that they intended to arrest Jesus, he promptly refused to accede to their request and referred them to his superior officer. In this way more than an hour was consumed in going from one authority to another until they finally were compelled to go to Pilate himself in order to obtain permission to employ the armed Roman guards. It was late when they arrived at Pilate’s house, and he had retired to his private chambers with his wife. He hesitated to have anything to do with the enterprise, all the more so since his wife had asked him not to grant the request. But inasmuch as the presiding officer of the Jewish Sanhedrin was present and making personal request for this assistance, the governor thought it wise to grant the petition, thinking he could later on right any wrong they might be disposed to commit. |
183:2.4 (1973.2) En consecuencia, cuando Judas Iscariote salió del templo hacia las once y media de la noche, iba acompañado de más de sesenta personas — los guardias del templo, los soldados romanos y los criados curiosos de los sacerdotes y dirigentes principales. |
|
183:2.4 (1973.2) Accordingly, when Judas Iscariot started out from the temple, about half after eleven o’clock, he was accompanied by more than sixty persons—temple guards, Roman soldiers, and curious servants of the chief priests and rulers. |
3. El arresto del Maestro ^top |
|
3. The Master’s Arrest ^top |
183:3.1 (1973.3) Mientras esta compañía de soldados y guardias armados, provistos de antorchas y linternas, se acercaba al jardín, Judas se adelantó considerablemente al grupo a fin de estar preparado para identificar rápidamente a Jesús, de manera que los captores pudieran prenderlo fácilmente antes de que sus compañeros acudieran a defenderlo. Había también otra razón por la que Judas escogió adelantarse a los enemigos del Maestro: Pensó que así parecería que había llegado a la escena antes que los soldados, de tal manera que los apóstoles y las otras personas reunidas alrededor de Jesús quizás no lo relacionarían directamente con los guardias armados que le seguían tan de cerca. Judas había pensado incluso en alardear de que se había apresurado para prevenirlos de la llegada de los captores, pero este plan fue desbaratado por el saludo sombrío con que Jesús recibió al traidor. Aunque el Maestro le habló a Judas con amabilidad, lo recibió como a un traidor. |
|
183:3.1 (1973.3) As this company of armed soldiers and guards, carrying torches and lanterns, approached the garden, Judas stepped well out in front of the band that he might be ready quickly to identify Jesus so that the apprehenders could easily lay hands on him before his associates could rally to his defense. And there was yet another reason why Judas chose to be ahead of the Master’s enemies: He thought it would appear that he had arrived on the scene ahead of the soldiers so that the apostles and others gathered about Jesus might not directly connect him with the armed guards following so closely upon his heels. Judas had even thought to pose as having hastened out to warn them of the coming of the apprehenders, but this plan was thwarted by Jesus’ blighting greeting of the betrayer. Though the Master spoke to Judas kindly, he greeted him as a traitor. |
183:3.2 (1973.4) Tan pronto como Pedro, Santiago, Juan y unos treinta de sus compañeros de campamento vieron al grupo armado y sus antorchas girar en la cima de la colina, supieron que aquellos soldados venían a arrestar a Jesús, y todos descendieron precipitadamente hacia el lagar, donde el Maestro estaba sentado en una soledad iluminada por la Luna. Mientras la compañía de soldados se acercaba por un lado, los tres apóstoles y sus compañeros se acercaban por el otro. Cuando Judas avanzó a zancadas para acercarse al Maestro, los dos grupos se quedaron inmóviles con el Maestro entre ellos, mientras Judas se preparaba para estampar el beso traidor en la frente de Jesús. |
|
183:3.2 (1973.4) As soon as Peter, James, and John, with some thirty of their fellow campers, saw the armed band with torches swing around the brow of the hill, they knew that these soldiers were coming to arrest Jesus, and they all rushed down to near the olive press where the Master was sitting in moonlit solitude. As the company of soldiers approached on one side, the three apostles and their associates approached on the other. As Judas strode forward to accost the Master, there the two groups stood, motionless, with the Master between them and Judas making ready to impress the traitorous kiss upon his brow. |
183:3.3 (1974.1) El traidor había esperado que, después de conducir a los guardias hasta Getsemaní, podría simplemente indicar a los soldados quién era Jesús, o a lo más llevar a cabo la promesa de saludarlo con un beso, y luego alejarse rápidamente de la escena. Judas tenía mucho miedo de que todos los apóstoles estuvieran presentes y que concentraran su ataque sobre él como castigo por haberse atrevido a traicionar a su amado instructor. Pero cuando el Maestro lo saludó como a un traidor, se sintió tan confundido que no hizo ningún intento por huir. |
|
183:3.3 (1974.1) It had been the hope of the betrayer that he could, after leading the guards to Gethsemane, simply point Jesus out to the soldiers, or at most carry out the promise to greet him with a kiss, and then quickly retire from the scene. Judas greatly feared that the apostles would all be present, and that they would concentrate their attack upon him in retribution for his daring to betray their beloved teacher. But when the Master greeted him as a betrayer, he was so confused that he made no attempt to flee. |
183:3.4 (1974.2) Jesús hizo un último esfuerzo por evitarle a Judas que llevara a cabo el gesto efectivo de traicionarlo. Antes de que el traidor pudiera llegar hasta él, se apartó a un lado y se dirigió al soldado principal de la izquierda, el capitán de los romanos, diciendo: «¿A quién buscáis?» El capitán contestó: «A Jesús de Nazaret.» Entonces Jesús se presentó inmediatamente delante del oficial y, con la tranquila majestad del Dios de toda esta creación, dijo: «Soy yo.» Muchos miembros de este grupo armado habían escuchado a Jesús enseñar en el templo, otros se habían enterado de sus obras poderosas, y cuando le escucharon anunciar tan audazmente su identidad, los que se encontraban en las primeras filas retrocedieron repentinamente. Se quedaron aturdidos de sorpresa ante la tranquila y majestuosa declaración de su identidad. Judas no tenía pues ninguna necesidad de continuar con su plan de traición. El Maestro se había revelado audazmente a sus enemigos, y éstos podían haberlo arrestado sin la ayuda de Judas. Pero el traidor tenía que hacer algo para justificar su presencia con este grupo armado, y además quería hacer alarde de que estaba realizando su papel en el pacto de traición acordado con los jefes de los judíos, para hacerse digno de la gran recompensa y de los honores que creía que se acumularían sobre él como compensación por su promesa de entregarles a Jesús. |
|
183:3.4 (1974.2) Jesus made one last effort to save Judas from actually betraying him in that, before the traitor could reach him, he stepped to one side and, addressing the foremost soldier on the left, the captain of the Romans, said, “Whom do you seek?” The captain answered, “Jesus of Nazareth.” Then Jesus stepped up immediately in front of the officer and, standing there in the calm majesty of the God of all this creation, said, “I am he.” Many of this armed band had heard Jesus teach in the temple, others had learned about his mighty works, and when they heard him thus boldly announce his identity, those in the front ranks fell suddenly backward. They were overcome with surprise at his calm and majestic announcement of identity. There was, therefore, no need for Judas to go on with his plan of betrayal. The Master had boldly revealed himself to his enemies, and they could have taken him without Judas’s assistance. But the traitor had to do something to account for his presence with this armed band, and besides, he wanted to make a show of carrying out his part of the betrayal bargain with the rulers of the Jews in order to be eligible for the great reward and honors which he believed would be heaped upon him in compensation for his promise to deliver Jesus into their hands. |
183:3.5 (1974.3) Mientras los guardias se recuperaban de su primera vacilación al ver a Jesús y escuchar el sonido de su voz excepcional, y mientras los apóstoles y los discípulos se acercaban cada vez más, Judas avanzó hacia Jesús, le dio un beso en la frente, y dijo: «Salve, Maestro e Instructor.» Mientras Judas abrazaba así a su Maestro, Jesús dijo: «Amigo, ¡no te basta con hacer esto! ¿Traicionarás también al Hijo del Hombre con un beso?» |
|
183:3.5 (1974.3) As the guards rallied from their first faltering at the sight of Jesus and at the sound of his unusual voice, and as the apostles and disciples drew nearer, Judas stepped up to Jesus and, placing a kiss upon his brow, said, “Hail, Master and Teacher.” And as Judas thus embraced his Master, Jesus said, “Friend, is it not enough to do this! Would you even betray the Son of Man with a kiss?” |
183:3.6 (1974.4) Los apóstoles y los discípulos se quedaron literalmente anonadados por lo que estaban viendo. Durante un momento nadie se movió. Luego Jesús se desembarazó del abrazo traidor de Judas, se acercó a los guardias y soldados y preguntó de nuevo: «¿A quién buscáis?» El capitán dijo otra vez: «A Jesús de Nazaret.» Y Jesús contestó de nuevo: «Os he dicho que soy yo. Así pues, si me buscáis a mí, dejad que estos otros se vayan. Estoy listo para ir con vosotros.» |
|
183:3.6 (1974.4) The apostles and disciples were literally stunned by what they saw. For a moment no one moved. Then Jesus, disengaging himself from the traitorous embrace of Judas, stepped up to the guards and soldiers and again asked, “Whom do you seek?” And again the captain said, “Jesus of Nazareth.” And again answered Jesus: “I have told you that I am he. If, therefore, you seek me, let these others go their way. I am ready to go with you.” |
183:3.7 (1974.5) Jesús estaba preparado para regresar a Jerusalén con los guardias, y el capitán de los soldados estaba enteramente dispuesto a permitir que los tres apóstoles y sus compañeros se fueran en paz. Pero antes de que pudieran partir, mientras Jesús estaba allí esperando las órdenes del capitán, un tal Malco, el guardaespaldas sirio del sumo sacerdote, se acercó a Jesús y se preparó para atarle las manos a la espalda, aunque el capitán romano no había ordenado que Jesús fuera atado así. Cuando Pedro y sus compañeros vieron que su Maestro era sometido a esta indignidad, ya no fueron capaces de contenerse más tiempo. Pedro sacó su espada y se abalanzó con los demás para golpear a Malco. Pero antes de que los soldados pudieran acudir en defensa del servidor del sumo sacerdote, Jesús levantó la mano delante de Pedro con gesto de prohibición y le habló severamente, diciendo: «Pedro, guarda tu espada. Los que sacan la espada, perecerán por la espada. ¿No comprendes que es voluntad del Padre que yo beba esta copa? ¿Y no sabes además que incluso ahora podría ordenar a más de doce legiones de ángeles y a sus asociados que me liberaran de las manos de estos pocos hombres?» |
|
183:3.7 (1974.5) Jesus was ready to go back to Jerusalem with the guards, and the captain of the soldiers was altogether willing to allow the three apostles and their associates to go their way in peace. But before they were able to get started, as Jesus stood there awaiting the captain’s orders, one Malchus, the Syrian bodyguard of the high priest, stepped up to Jesus and made ready to bind his hands behind his back, although the Roman captain had not directed that Jesus should be thus bound. When Peter and his associates saw their Master being subjected to this indignity, they were no longer able to restrain themselves. Peter drew his sword and with the others rushed forward to smite Malchus. But before the soldiers could come to the defense of the high priest’s servant, Jesus raised a forbidding hand to Peter and, speaking sternly, said: “Peter, put up your sword. They who take the sword shall perish by the sword. Do you not understand that it is the Father’s will that I drink this cup? And do you not further know that I could even now command more than twelve legions of angels and their associates, who would deliver me from the hands of these few men?” |
183:3.8 (1975.1) Aunque Jesús puso así fin eficazmente a esta demostración de resistencia física por parte de sus seguidores, lo sucedido bastó para despertar los temores del capitán de los guardias, el cual, con la ayuda de sus soldados, puso sus pesadas manos sobre Jesús y lo ató rápidamente. Mientras le ataban las manos con fuertes cuerdas, Jesús les dijo: «¿Por qué salís contra mí con espadas y palos como para capturar a un ladrón? He estado diariamente con vosotros en el templo, enseñando públicamente a la gente, y no habéis hecho ningún esfuerzo por apresarme.» |
|
183:3.8 (1975.1) While Jesus thus effectively put a stop to this show of physical resistance by his followers, it was enough to arouse the fear of the captain of the guards, who now, with the help of his soldiers, laid heavy hands on Jesus and quickly bound him. And as they tied his hands with heavy cords, Jesus said to them: “Why do you come out against me with swords and with staves as if to seize a robber? I was daily with you in the temple, publicly teaching the people, and you made no effort to take me.” |
183:3.9 (1975.2) Cuando Jesús estuvo atado, el capitán, temiendo que los seguidores del Maestro intentaran rescatarlo, dio órdenes para que fueran capturados; pero los soldados no fueron lo suficientemente rápidos porque, como los seguidores de Jesús habían escuchado las órdenes del capitán de que fueran arrestados, huyeron precipitadamente por la hondonada. Durante todo este tiempo, Juan Marcos había permanecido recluido en el cobertizo cercano. Cuando los guardias emprendieron el regreso hacia Jerusalén con Jesús, Juan Marcos intentó salir a escondidas del cobertizo para unirse a los apóstoles y discípulos que habían huido; pero en el preciso momento en que salía, uno de los últimos soldados que regresaba de perseguir a los discípulos que huían pasó por allí y, al ver a este joven con su manto de lino, empezó a perseguirlo y casi llegó a atraparlo. De hecho, el soldado se acercó lo suficiente a Juan como para agarrar su manto, pero el joven se liberó de la ropa y se escapó desnudo mientras el soldado se quedaba con el manto vacío. Juan Marcos se dirigió a toda prisa hacia el sendero de arriba donde se encontraba David Zebedeo. Cuando le contó a David lo que había sucedido, los dos regresaron precipitadamente a las tiendas de los apóstoles dormidos e informaron a los ocho que el Maestro había sido traicionado y detenido. |
|
183:3.9 (1975.2) When Jesus had been bound, the captain, fearing that the followers of the Master might attempt to rescue him, gave orders that they be seized; but the soldiers were not quick enough since, having overheard the captain’s orders to arrest them, Jesus’ followers fled in haste back into the ravine. All this time John Mark had remained secluded in the near-by shed. When the guards started back to Jerusalem with Jesus, John Mark attempted to steal out of the shed in order to catch up with the fleeing apostles and disciples; but just as he emerged, one of the last of the returning soldiers who had pursued the fleeing disciples was passing near and, seeing this young man in his linen coat, gave chase, almost overtaking him. In fact, the soldier got near enough to John to lay hold upon his coat, but the young man freed himself from the garment, escaping naked while the soldier held the empty coat. John Mark made his way in all haste to David Zebedee on the upper trail. When he had told David what had happened, they both hastened back to the tents of the sleeping apostles and informed all eight of the Master’s betrayal and arrest. |
183:3.10 (1975.3) Casi en el mismo momento en que los ocho apóstoles eran despertados, los que habían huido por la hondonada arriba empezaron a regresar, y todos se reunieron cerca del lagar para discutir lo que había que hacer. Mientras tanto, Simón Pedro y Juan Zebedeo, que se habían ocultado entre los olivos, ya habían empezado a seguir al grupo de soldados, guardias y sirvientes, que ahora conducían a Jesús de regreso a Jerusalén como si llevaran a un criminal capaz de cualquier cosa. Juan seguía de cerca al grupo, pero Pedro iba detrás a más distancia. Después de escapar de las garras del soldado, Juan Marcos se procuró un manto que había encontrado en la tienda de Simón Pedro y Juan Zebedeo. Sospechaba que los guardias llevarían a Jesús a la casa de Anás, el sumo sacerdote jubilado; así pues, bordeó los huertos de olivos y llegó antes que el grupo al palacio del sumo sacerdote, donde se escondió cerca de la entrada principal. |
|
183:3.10 (1975.3) At about the time the eight apostles were being awakened, those who had fled up the ravine were returning, and they all gathered together near the olive press to debate what should be done. In the meantime, Simon Peter and John Zebedee, who had hidden among the olive trees, had already gone on after the mob of soldiers, guards, and servants, who were now leading Jesus back to Jerusalem as they would have led a desperate criminal. John followed close behind the mob, but Peter followed afar off. After John Mark’s escape from the clutch of the soldier, he provided himself with a cloak which he found in the tent of Simon Peter and John Zebedee. He suspected the guards were going to take Jesus to the home of Annas, the high priest emeritus; so he skirted around through the olive orchards and was there ahead of the mob, hiding near the entrance to the gate of the high priest’s palace. |
4. La discusión en el lagar ^top |
|
4. Discussion at the Olive Press ^top |
183:4.1 (1975.4) Santiago Zebedeo se encontró separado de Simón Pedro y de su hermano Juan, de manera que se unió a los otros apóstoles y sus compañeros de campamento en el lagar para deliberar sobre lo que debían hacer en vista del arresto del Maestro. |
|
183:4.1 (1975.4) James Zebedee found himself separated from Simon Peter and his brother John, and so he now joined the other apostles and their fellow campers at the olive press to deliberate on what should be done in view of the Master’s arrest. |
183:4.2 (1975.5) Andrés había sido liberado de toda responsabilidad como director del grupo de sus compañeros apóstoles; en consecuencia, en esta crisis, que era la más grave de sus vidas, permanecía en silencio. Después de una breve discusión informal, Simón Celotes se subió en el muro de piedra del lagar y, después de hacer una apasionada defensa a favor de la lealtad al Maestro y a la causa del reino, exhortó a sus compañeros apóstoles y a los otros discípulos a que corrieran detrás de la tropa y rescataran a Jesús. La mayoría del grupo habría estado dispuesta a seguir su conducta agresiva si no hubiera sido por la advertencia de Natanael, el cual se levantó en cuanto Simón terminó de hablar y llamó la atención de todos sobre las enseñanzas tantas veces repetidas de Jesús en relación con la no resistencia. Les recordó además que Jesús les había ordenado aquella misma noche que protegieran sus vidas hasta el momento en que salieran al mundo para proclamar la buena nueva del evangelio del reino celestial. Santiago Zebedeo apoyó esta actitud de Natanael, contando ahora cómo Pedro y otros habían sacado la espada para impedir el arresto del Maestro, y cómo Jesús había pedido a Simón Pedro y a sus compañeros armados que envainaran sus hojas. Mateo y Felipe también dieron sus discursos, pero nada concreto surgió de esta discusión hasta que Tomás llamó la atención de todos sobre el hecho de que Jesús había aconsejado a Lázaro que no se expusiera a la muerte; les indicó que no podían hacer nada por salvar a su Maestro puesto que éste se había negado a permitir que sus amigos lo defendieran, y persistía en abstenerse de utilizar sus poderes divinos para burlar a sus enemigos humanos. Tomás los persuadió para que se dispersaran cada uno por su lado, con el acuerdo de que David Zebedeo permanecería en el campamento para mantener un centro de intercambio de información y un cuartel general de mensajeros para el grupo. A las dos y media de aquella mañana, el campamento se quedaba desierto; sólo David permanecía allí con tres o cuatro mensajeros, después de haber enviado a los demás para que obtuvieran información sobre dónde habían llevado a Jesús y qué iban a hacer con él. |
|
183:4.2 (1975.5) Andrew had been released from all responsibility in the group management of his fellow apostles; accordingly, in this greatest of all crises in their lives, he was silent. After a short informal discussion, Simon Zelotes stood up on the stone wall of the olive press and, making an impassioned plea for loyalty to the Master and the cause of the kingdom, exhorted his fellow apostles and the other disciples to hasten on after the mob and effect the rescue of Jesus. The majority of the company would have been disposed to follow his aggressive leadership had it not been for the advice of Nathaniel, who stood up the moment Simon had finished speaking and called their attention to Jesus’ oft-repeated teachings regarding nonresistance. He further reminded them that Jesus had that very night instructed them that they should preserve their lives for the time when they should go forth into the world proclaiming the good news of the gospel of the heavenly kingdom. And Nathaniel was encouraged in this stand by James Zebedee, who now told how Peter and others drew their swords to defend the Master against arrest, and that Jesus bade Simon Peter and his fellow swordsmen sheathe their blades. Matthew and Philip also made speeches, but nothing definite came of this discussion until Thomas, calling their attention to the fact that Jesus had counseled Lazarus against exposing himself to death, pointed out that they could do nothing to save their Master inasmuch as he refused to allow his friends to defend him, and since he persisted in refraining from the use of his divine powers to frustrate his human enemies. Thomas persuaded them to scatter, every man for himself, with the understanding that David Zebedee would remain at the camp to maintain a clearinghouse and messenger headquarters for the group. By half past two o’clock that morning the camp was deserted; only David remained on hand with three or four messengers, the others having been dispatched to secure information as to where Jesus had been taken, and what was going to be done with him. |
183:4.3 (1976.1) Cinco apóstoles — Natanael, Mateo, Felipe y los gemelos — fueron a esconderse en Betfagé y Betania. Tomás, Andrés, Santiago y Simón Celotes se escondieron en la ciudad. Simón Pedro y Juan Zebedeo siguieron adelante hasta la casa de Anás. |
|
183:4.3 (1976.1) Five of the apostles, Nathaniel, Matthew, Philip, and the twins, went into hiding at Bethpage and Bethany. Thomas, Andrew, James, and Simon Zelotes were hiding in the city. Simon Peter and John Zebedee followed along to the home of Annas. |
183:4.4 (1976.2) Poco después del amanecer, Simón Pedro, con una imagen abatida de profunda desesperación, regresó vagando al campamento de Getsemaní. David lo envió a cargo de un mensajero para que se reuniera con su hermano Andrés, que estaba en la casa de Nicodemo en Jerusalén. |
|
183:4.4 (1976.2) Shortly after daybreak, Simon Peter wandered back to the Gethsemane camp, a dejected picture of deep despair. David sent him in charge of a messenger to join his brother, Andrew, who was at the home of Nicodemus in Jerusalem. |
183:4.5 (1976.3) Hasta el final mismo de la crucifixión, Juan Zebedeo permaneció siempre cerca, tal como Jesús se lo había ordenado, y era él quien de hora en hora suministraba a los mensajeros la información que llevaban a David en el campamento del jardín, y que luego se transmitía a los apóstoles escondidos y a la familia de Jesús. |
|
183:4.5 (1976.3) Until the very end of the crucifixion, John Zebedee remained, as Jesus had directed him, always near at hand, and it was he who supplied David’s messengers with information from hour to hour which they carried to David at the garden camp, and which was then relayed to the hiding apostles and to Jesus’ family. |
183:4.6 (1976.4) Ciertamente, ¡el pastor es golpeado y las ovejas se dispersan! Aunque todos se dan vagamente cuenta de que Jesús les había avisado de esta precisa situación, están muy severamente conmocionados por la repentina desaparición del Maestro como para poder utilizar su mente de manera normal. |
|
183:4.6 (1976.4) Surely, the shepherd is smitten and the sheep are scattered! While they all vaguely realize that Jesus has forewarned them of this very situation, they are too severely shocked by the Master’s sudden disappearance to be able to use their minds normally. |
183:4.7 (1976.5) Poco después del amanecer, y justo después de que Pedro hubiera sido enviado a reunirse con su hermano, Judá, el hermano carnal de Jesús, llegó al campamento casi sin aliento y por delante del resto de la familia de Jesús, para enterarse simplemente de que el Maestro ya había sido arrestado, y descendió apresuradamente la carretera de Jericó para llevar esta información a su madre y a sus hermanos y hermanas. David Zebedeo avisó a la familia de Jesús, por medio de Judá, de que se reunieran en la casa de Marta y María en Betania, y esperaran allí las noticias que sus mensajeros les llevarían con regularidad. |
|
183:4.7 (1976.5) It was shortly after daylight and just after Peter had been sent to join his brother, that Jude, Jesus’ brother in the flesh, arrived in the camp, almost breathless and in advance of the rest of Jesus’ family, only to learn that the Master had already been placed under arrest; and he hastened back down the Jericho road to carry this information to his mother and to his brothers and sisters. David Zebedee sent word to Jesus’ family, by Jude, to forgather at the house of Martha and Mary in Bethany and there await news which his messengers would regularly bring them. |
183:4.8 (1976.6) Ésta era la situación durante la última mitad de la noche del jueves y las primeras horas de la mañana del viernes en lo que concierne a los apóstoles, los discípulos principales y la familia terrenal de Jesús. Todos estos grupos y personas se mantenían en contacto los unos con los otros gracias al servicio de mensajeros que David Zebedeo continuaba dirigiendo desde su cuartel general en el campamento de Getsemaní. |
|
183:4.8 (1976.6) This was the situation during the last half of Thursday night and the early morning hours of Friday as regards the apostles, the chief disciples, and the earthly family of Jesus. And all these groups and individuals were kept in touch with each other by the messenger service which David Zebedee continued to operate from his headquarters at the Gethsemane camp. |
5. Camino del palacio del sumo sacerdote ^top |
|
5. On the Way to the High Priest’s Palace ^top |
183:5.1 (1977.1) Antes de partir del jardín con Jesús, se originó una discusión entre el capitán judío de los guardias del templo y el capitán romano de la compañía de soldados en cuanto al lugar donde debían llevar a Jesús. El capitán de los guardias del templo dio órdenes para que se le llevara ante Caifás, el sumo sacerdote en ejercicio. El capitán de los soldados romanos ordenó que Jesús fuera llevado al palacio de Anás, el antiguo sumo sacerdote y suegro de Caifás. Y lo hizo así porque los romanos tenían la costumbre de tratar directamente con Anás todas las cuestiones relacionadas con la aplicación de las leyes eclesiásticas judías. Y se obedecieron las órdenes del capitán romano; llevaron a Jesús a la casa de Anás para someterlo a un interrogatorio preliminar. |
|
183:5.1 (1977.1) Before they started away from the garden with Jesus, a dispute arose between the Jewish captain of the temple guards and the Roman captain of the company of soldiers as to where they were to take Jesus. The captain of the temple guards gave orders that he should be taken to Caiaphas, the acting high priest. The captain of the Roman soldiers directed that Jesus be taken to the palace of Annas, the former high priest and father-in-law of Caiaphas. And this he did because the Romans were in the habit of dealing directly with Annas in all matters having to do with the enforcement of the Jewish ecclesiastical laws. And the orders of the Roman captain were obeyed; they took Jesus to the home of Annas for his preliminary examination. |
183:5.2 (1977.2) Judas caminaba al lado de los capitanes, escuchando todo lo que se decía, pero sin participar en la discusión, porque ni el capitán judío ni el oficial romano querían siquiera hablar con el traidor — de tal manera lo despreciaban. |
|
183:5.2 (1977.2) Judas marched along near the captains, overhearing all that was said, but took no part in the dispute, for neither the Jewish captain nor the Roman officer would so much as speak to the betrayer—they held him in such contempt. |
183:5.3 (1977.3) Casi en aquel momento, Juan Zebedeo recordó las instrucciones de su Maestro de que permaneciera siempre cerca, y se aproximó apresuradamente a Jesús que caminaba entre los dos capitanes. Al ver que Juan se ponía a su lado, el comandante de los guardias del templo dijo a su asistente: «Coge a este hombre y átalo. Es uno de los seguidores de este tipo.» Pero cuando el capitán romano escuchó esto, volvió la cabeza, vio a Juan, y dio órdenes para que el apóstol se pusiera a su lado y que nadie lo molestara. Luego el capitán romano le dijo al capitán judío: «Este hombre no es ni un traidor ni un cobarde. Lo he visto en el jardín y no sacó la espada para oponer resistencia. Tiene el coraje de adelantarse para estar con su Maestro, y nadie le pondrá la mano encima. La ley romana permite que todo preso pueda tener al menos a un amigo que permanezca con él delante del tribunal, y no se impedirá que este hombre esté al lado de su Maestro, el detenido.» Cuando Judas escuchó esto, se sintió tan avergonzado y humillado que se fue quedando detrás de la comitiva y llegó solo al palacio de Anás. |
|
183:5.3 (1977.3) About this time John Zebedee, remembering his Master’s instructions to remain always near at hand, hurried up near Jesus as he marched along between the two captains. The commander of the temple guards, seeing John come up alongside, said to his assistant: “Take this man and bind him. He is one of this fellow’s followers.” But when the Roman captain heard this and, looking around, saw John, he gave orders that the apostle should come over by him, and that no man should molest him. Then the Roman captain said to the Jewish captain: “This man is neither a traitor nor a coward. I saw him in the garden, and he did not draw a sword to resist us. He has the courage to come forward to be with his Master, and no man shall lay hands on him. The Roman law allows that any prisoner may have at least one friend to stand with him before the judgment bar, and this man shall not be prevented from standing by the side of his Master, the prisoner.” And when Judas heard this, he was so ashamed and humiliated that he dropped back behind the marchers, coming up to the palace of Annas alone. |
183:5.4 (1977.4) Esto explica por qué se le permitió a Juan Zebedeo permanecer cerca de Jesús a lo largo de las duras experiencias de aquella noche y del día siguiente. Los judíos temían decirle algo a Juan o molestarlo de alguna manera, porque en cierto modo tenía la condición de un consejero romano designado para actuar como observador de las operaciones del tribunal eclesiástico judío. La posición privilegiada de Juan quedó aún más asegurada cuando, en el momento de entregar a Jesús al capitán de los guardias del templo en la puerta del palacio de Anás, el capitán romano se dirigió a su asistente y le dijo: «Acompaña a este preso y asegúrate de que estos judíos no lo maten sin el consentimiento de Pilatos. Cuida de que no lo asesinen, y asegúrate de que a su amigo, el galileo, le permitan permanecer a su lado para observar todo lo que suceda.» Así es como Juan pudo estar cerca de Jesús hasta el momento de su muerte en la cruz, aunque los otros diez apóstoles estuvieron obligados a permanecer ocultos. Juan actuaba bajo la protección romana, y los judíos no se atrevieron a molestarlo hasta después de la muerte del Maestro. |
|
183:5.4 (1977.4) And this explains why John Zebedee was permitted to remain near Jesus all the way through his trying experiences this night and the next day. The Jews feared to say aught to John or to molest him in any way because he had something of the status of a Roman counselor designated to act as observer of the transactions of the Jewish ecclesiastical court. John’s position of privilege was made all the more secure when, in turning Jesus over to the captain of the temple guards at the gate of Annas’s palace, the Roman, addressing his assistant, said: “Go along with this prisoner and see that these Jews do not kill him without Pilate’s consent. Watch that they do not assassinate him, and see that his friend, the Galilean, is permitted to stand by and observe all that goes on.” And thus was John able to be near Jesus right on up to the time of his death on the cross, though the other ten apostles were compelled to remain in hiding. John was acting under Roman protection, and the Jews dared not molest him until after the Master’s death. |
183:5.5 (1977.5) Durante todo el trayecto hasta el palacio de Anás, Jesús no abrió la boca. Desde el momento de su arresto hasta su aparición delante de Anás, el Hijo del Hombre no dijo ni una palabra. |
|
183:5.5 (1977.5) And all the way to the palace of Annas, Jesus opened not his mouth. From the time of his arrest to the time of his appearance before Annas, the Son of Man spoke no word. |